Llega el verano, las vacaciones de la familia, y para viajar de forma más segura–un accidente o enfermedad que requiera atención médica es recomendable viajar con la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) en el bolsillo.
¿QUÉ ES?
Es una acreditación personal e intransferible que le da derecho a recibir la asistencia sanitaria que necesite durante su estancia temporal en los países de la Unión Europea, en Islandia, Liechtenstein, Noruega (Espacio Económico Europeo). Cada persona que viaje debe tener su propia tarjeta QUE ES GRATUITA.
¿QUIÉN PUEDE OBTENERLA Y CÓMO?
Los titulares del derecho a la asistencia sanitaria del sistema de Seguridad Social. Es decir: los trabajadores en alta (o en situación asimilada al alta), los pensionistas y los beneficiarios del titular de la asistencia sanitaria. Existen tres vías para obtenerla: por teléfono (901166565), por Internet en la Sede Electrónica, o acercándose al CAISS más cercano a su domicilio. Sólo en algunos casos, que se explican en la Sede Electrónica, será obligatorio solicitarla de forma presencial en la oficina para presentar documentación., La tarjeta se enviará a su domicilio en un plazo inferior a 10 días. En ningún caso se entregará en mano. Si la necesitara antes deberá, necesariamente, solicitar un Certificado Provisional Sustitutorio (ver información arriba a la derecha).
¿CUÁL ES SU VALIDEZ?
Dos años. Con algunas excepciones: para los extranjeros residentes, la validez no se extenderá más allá de la fecha de vencimiento del permiso de residencia; para los beneficiarios de prestaciones de desempleo y subsidios o personas sin recursos económicos, el periodo de duración de la prestación en el primer caso y 90 días como máximo en el segundo. Antes de embarcarse en su viaje compruebe que el periodo de vigencia de la tarjeta comprende la fecha de regreso prevista. Si no es así, solicite una nueva para asegurar la cobertura sanitaria durante su estancia que se puede solicitar hasta 60 días antes de la fecha de caducidad.
¿QUÉ SERVICIOS SANITARIOS CUBRE?
Podrá recibir la asistencia de un médico, un hospital o un centro de atención sanitaria como si fuera un residente más. Es decir, si usted va a Francia le cubrirá la asistencia sanitaria igual que a un francés, no con la asistencia que recibe en España. Eso sí, sólo le cubre los gastos médicos surgidos durante el viaje por problemas de salud y no los anteriores a la realización del mismo. No obstante en muchos países, por ejemplo en Francia, cobran un ticket moderador por los servicios sanitarios (un euro por consulta, 10 euros por especialista o un porcentaje por medicamento). Dado que usted será tratado como residente a efectos sanitarios, deberá abonar dicho importe. Otro ejemplo: si usted es pensionista en España y necesita algún medicamento en la nación de destino, tendría que abonar el importe que se cobra habitualmente en dicho país. Según la normativa sanitaria del país de destino. Podrá pedir el reintegro al volver a España pero sólo le devolverán lo cobrado erróneamente (no lo que cobran normalmente a todos los usuarios del sistema de salud en el país de destino).
¿PUEDE UN MÉDICO NEGARSE A ATENDERME SI HE OLVIDADO SU TARJETA?
La ética médica impone que un médico no puede negarse a atenderle. Sin embargo, es muy posible que le pidan que pague por adelantado. En un caso de emergencia, le pueden enviar por fax o email un Certificado de Sustitución Provisional desde España, que le ofrece la misma protección.
LA RECETA TRANSFRONTERIZA
Las recetas extendidas por los médicos de tu país son válidas en todos los países de la UE. Ahora bien, los medicamentos recetados en un país pueden no estar disponibles en otro o pueden llamarse de otra manera. Pídele al médico que te haga una receta que se pueda utilizar en otro país de la UE (es lo que se conoce como “receta transfronteriza”).
No existe un formato o modelo específico de receta utilizable en otro país de la UE. En la mayoría de los casos, las recetas que se usan habitualmente ya contienen la información necesaria para que puedas utilizarlas en otros países de la UE. Estos son los datos obligatorios:
– Datos del paciente: apellidos y nombre completos y fecha de nacimiento
– Fecha de emisión de la receta
– Datos del médico prescriptor: apellidos y nombre completos, cualificación profesional, datos de contacto directo, dirección (incluido el país) y firma (escrita o digital)
– Datos del medicamento prescrito: denominación común (en lugar de la marca comercial, que puede ser diferente en otro país), forma farmacéutica (comprimidos, solución, etc.), cantidad, dosis y pauta posológica.
Las recetas están sujetas a la normativa del país en el que se sirven. Eso quiere decir que el farmacéutico debe aplicar las normas de su país a la hora de dispensar el medicamento (lo que puede afectar, por ejemplo, a la duración de la dosis autorizada).
Cuando el médico te extienda una receta electrónica que vayas a utilizar en otro país de la UE, debes pedirle un ejemplar en papel, ya que las recetas electrónicas pueden no estar reconocidas fuera de tu país de origen.