¡Jugando con las estadísticas! Tasa de Actividad, Desempleo y Altas en la SS.

La Tasa de actividad es un índice que mide el nivel de actividad en el empleo de un país. Se calcula como el cociente entre la población activa (PA) y la población en edad de trabajar o mayor de 16 años (PET). La Población activa son todas las personas que aportan trabajo para la producción de bienes y servicios durante un período específico. Incluye tanto a las personas con empleo como a las personas desempleadas

Hay dos formas de medir el número de desempleados en España: la Encuesta de Población Activa (EPA) y el número de parados inscritos en las oficinas de empleo. En la EPA (que realiza trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) se realizan una serie de encuestas en una muestra muy grande de hogares, entre aproximadamente por 65.000 familias (unas 180.000 personas en edad de trabajar). Esta manera de medir el número de desempleados se realiza de forma similar en toda la Unión Europea, por lo que sirve para comparar con el mismo criterio las cifras de distintos países.

En la segunda forma de medir el paro se utilizan los datos que recogen las propias oficinas del SEPE según los trabajadores demandantes de empleo que están inscritos (“apuntados al paro”) el último día del mes. No se tienen en cuenta algunos colectivos como, por ejemplo, quienes no se pueden poner a trabajar inmediatamente (por estar de baja, de maternidad, …). A este dato se le denomina “paro registrado”.

Aunque las cifras de desempleados no coincidan, si lo hacen las tendencias que cada método, de tal modo que una reducción del número de desempleados inscritos en las oficinas de empleo también se refleja como igual tendencia en los registros de la EPA. 

El paro registrado únicamente mide si los desempleados siguen o no apuntados a las listas del SEPE, si una persona deja de contabilizar en esa lista, las razones de esa salida pueden deberse a que ha encontrado trabajo pero también, porque se hayan desapuntado de la lista oficial (algo frecuente entre los desempleados que no tienen derecho a prestación o ya la hayan agotado), porque se han ido del país…

En resumen, los datos del paro registrado no nos dicen con exactitud si han encontrado trabajo o no. Los datos de alta en la afiliación a la Seguridad Social, en cambio, nos indican el número de puestos de trabajo que se han creado o destruido en un período de tiempo concreto. El alta en la afiliación a la Seguridad Social recoge el número de cotizantes a cualquiera de los regímenes públicos de protección social.

En conjunto, las variaciones que se producen en esas estadísticas no son simétricas, es decir, una subida del paro registrado de 1.000 personas no supone un descenso de 1.000 afiliados en alta, ni viceversa, porque están midiendo cosas distintas.

Ni todos los inscritos en las oficinas de empleo buscan realmente trabajo, ni todos los que buscan trabajo se apuntan en esas oficinas, puesto que no es obligatorio a no ser que se opte a alguna prestación de desempleo. Es decir, que el paro baje en 1.000 personas no quiere decir que 1.000 hayan encontrado trabajo, porque puede haber un número indeterminado de gente que consigue un empleo sin necesidad de apuntarse al paro, de modo que en total serían más de 1.000. Además, hay gente que pasa directamente del paro a la jubilación. Y también hay gente que desiste de buscar trabajo (“efecto desánimo”).

En sentido contrario, que el desempleo suba en 1.000 personas no significa que sean 1.000 pérdidas de empleo, porque hay personas que se incorporan a las oficinas por primera vez desde la inactividad (estudiantes o recién titulados, por ejemplo), no por haber cesado en su actividad laboral.

En cuanto a la afiliación, en sus variaciones no solo influyen las personas que se dan de alta o de baja por tener o perder su empleo, sino también el número de personas que dejan de figurar por haber pasado a la condición de pensionista, tanto de jubilación como de incapacidad permanente.

Por todo ello, a veces se producen subidas del paro y, al mismo tiempo, de las altas en la afiliación, o bajadas en ambos registros, o variaciones de signo contrario, pero de diferente cantidad, que es lo más habitual.

En definitiva, no tiene sentido establecer comparaciones entre el paro registrado y las altas en la afiliación a la Seguridad Social. No han coincidido ni ahora, ni nunca. Es simplemente una cuestión de rigor aunque se presta a seudo análisis partidistas, en función de los intereses inconfesables “de turno”.

Hay también un detalle de cierta importancia pues cuando a principios de cada mes el Ministerio de Trabajo da a conocer los datos del mercado laboral, publica los datos de paro registrado del último día del mes anterior y, sin embargo, los datos de alta de afiliación a la Seguridad Social son la media del mes anterior. Esto se debe a que los datos definitivos de afiliación a fin de mes no están disponibles hasta unos diez días más tarde y por eso los datos que se conocen cada inicio de mes no se corresponden a la misma fecha de referencia y, por tanto, tampoco son comparables.

NOTA: La Afiliación a la SS es el acto administrativo por el que la Seguridad Social incluye a una persona física que por PRIMERA VEZ vaya a realizar una actividad que está incluida en su campo de actuación. Es decir, es un acto único, y vale para toda la vida de la persona física. En Alta en la SS es el acto administrativo por el que la Seguridad Social reconoce a la persona que va a realizar una actividad laboral su condición de incluida en su campo de actuación a efectos de derechos y obligaciones. Es decir, el alta puede ser sucesiva, pues cada nuevo trabajo conlleva las correspondientes altas y bajas a la Seguridad Social.

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