Las pensiones no contributivas evidencian una gran brecha entre autonomías ricas y pobres

Andalucía, tercera región con menor PIB per capita, copa el 21,31% de pensiones no contributivas

Las estadísticas de las pensiones no contributivas constatan que existe una gran brecha entre las autonomías ricas y las más pobres (o menos ricas). Dos ejemplos son más que elocuentes: con parecida cifra de habitantes, Andalucía concentra el 21,31% del total de estas prestaciones, mientras que Cataluña registra el 13,45%. Por su parte, si comparamos Madrid con Canarias, vemos que ambas regiones copan cada una en torno al 9,5% del total de las pensiones no contributivas que se pagan en España, aunque en este caso la diferencia de habitantes es tremenda: 2,13 millones en Canarias frente a 6,58 millones en la Comunidad de Madrid.

¿Cómo se explica esta enorme desproporción?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que las prestaciones no contributivas las cobran las personas que no han cotizado el mínimo de años necesario para recibir una prestación contributiva, y van ligadas por tanto al nivel socio-económico del perceptor. Se aprobaron por la Ley 26/1990 y se financian a través de los Presupuestos Generales del Estado, mediante transferencias corrientes a la Seguridad Social. Su gestión corresponde a las autonomías, que tienen transferidos los servicios del Imserso. Existen dos tipos: pensiones no contributivas de jubilación y de invalidez. 

Según el último informe publicado por el Imserso, el ranking de autonomías por volumen de perceptores lo encabezan Andalucía (el citado 21,31% de beneficiarios), Cataluña (13,45%) y la Comunidad Valenciana (10,84% del total). Como se aprecia en la tabla inferior, entre las dos primeras regiones acaparan el 34,7% de las pensiones de este tipo que se abonan en todo el Estado, o lo que es lo mismo: más de una de cada tres personas que cobra una pensión no contributiva de jubilación o de invalidez es andaluza o catalana

A su vez, Canarias (cuarta de este ranking) y Madrid (quinta) están casi empatadas, con un 9,56% y un 9,41% de beneficiarios no contributivos de jubilación o de invalidez. A continuación, Galicia aparece en sexta posición, con un 8,5% de los perceptores globales de este tipo de prestaciones, no ligadas a la cotización laboral.

En el otro extremo de la balanza, La Rioja únicamente acredita un 0,44% de perceptores no contributivos, y en la Comunidad Foral de Navarra se contabiliza un 0,6%, de acuerdo a los datos disponibles en el Imserso.

La diferencia de habitantes no explica la brecha 

Según las estadísticas del INE correspondientes a 2018, Andalucía es la comunidad española más poblada, con 8,38 millones de habitantes, seguida de Cataluña, con 7,6 millones. Les sigue Madrid, con 6,57 millones de personas censadas, y Comunidad Valenciana, que acredita 4,9 millones de habitantes. 

Estas cifras parecen mostrar que la enorme concentración de pensiones no contributivas en Andalucía no se justifica por el mayor número de habitantes en esa comunidad autónoma, ya que Andalucía solo tiene 700.000 habitantes más que Cataluña, pero en cambio las separan casi ocho puntos porcentuales en cuanto a la cifra de pensionistas no contributivos.

Si la comparativa se realiza entre Canarias y Madrid, tampoco los habitantes censados proporcionan una explicación: ambas regiones acumulan el mismo porcentaje de pensionistas no contributivos, cuando la diferencia de habitantes es muy considerable: 2,13 millones en las islas frente a 6,58 millones en la capital española.

Andalucía: más habitantes, más pensiones, poco PIB per capita

La mayor preponderancia de las pensiones no contributivas en ciertas autonomías, como Andalucía, Canarias o incluso la Comunidad Valenciana, parece tener una relación muy estrecha con el menor nivel económico de las mismas, al margen de la mayor o menor diligencia y/o generosidad en la tramitación y concesión de estas prestaciones. Así, Andalucía, donde en noviembre pasado existía el mayor número (96.442 personas) de beneficiarios no contributivos, es la región con el tercer PIB más bajo por habitante: 19.132 euros en 2018. Mientras tanto, el PIB per capita de Cataluña (comunidad que presenta el segundo mayor número, con 60.867 pensionistas) es muy superior: 30.769 euros en el pasado ejercicio. Esto parece una señal bastante fiable de que las zonas con menor riqueza por habitante necesitan mayor ayuda de tipo no contributivo, aunque en población sean muy similares.

Entre Madrid y Canarias se observa asimismo esta divergencia en cuanto a la riqueza por habitante: 34.916 euros de PIB per capita en Madrid en 2018, frente a solo 21.031 euros en las islas Canarias. De este modo, la mucha mayor pujanza económica de la comunidad madrileña en relación a la canaria explicaría que teniendo Madrid dos veces más población, presente idéntico porcentaje de pensionistas no contributivos que los canarios (alrededor del 9,5% del total). 

En cambio, en autonomías como el País Vasco o Navarra, con abultados volúmenes de PIB per capita, este tipo de pensiones tienen una presencia escasa, cuando no directamente residual. Por ejemplo, en Euskadi, cuyo PIB por habitante en 2018 alcanzaba la cifra de 34.079 euros, únicamente existe un 2,67% de prestaciones no contributivas. Y en Navarra, con 31.809 euros de PIB por habitante, tan solo tienen un 0,60% de esta clase de prestaciones.

Evolución de las pensiones e importes de las nóminas

En noviembre de 2019, el número total de pensiones no contributivas que sostiene el Estado es de 452.465 en todo el Estado (un mínimo incremento del 0,06% sobre octubre). Los pensionistas de invalidez han cobrado de media 835,45 euros, mientras que los pensionistas de jubilación han percibido una cantidad inferior: 754,64 euros. Esta diferencia se explica fundamentalmente por el hecho de que al menos 37.759 beneficiarios de prestaciones por invalidez cobran un complemento del 50% por necesidad de otra persona.

En cambio, en autonomías como el País Vasco o Navarra, con abultados volúmenes de PIB per capita, este tipo de pensiones tienen una presencia escasa, cuando no directamente residual. Por ejemplo, en Euskadi, cuyo PIB por habitante en 2018 alcanzaba la cifra de 34.079 euros, únicamente existe un 2,67% de prestaciones no contributivas. Y en Navarra, con 31.809 euros de PIB por habitante, tan solo tienen un 0,60% de esta clase de prestaciones.

Evolución de las pensiones e importes de las nóminas

En noviembre de 2019, el número total de pensiones no contributivas que sostiene el Estado es de 452.465 en todo el Estado (un mínimo incremento del 0,06% sobre octubre). Los pensionistas de invalidez han cobrado de media 835,45 euros, mientras que los pensionistas de jubilación han percibido una cantidad inferior: 754,64 euros. Esta diferencia se explica fundamentalmente por el hecho de que al menos 37.759 beneficiarios de prestaciones por invalidez cobran un complemento del 50% por necesidad de otra persona.

ENLACE AL INFORME DEL IMSERSO

Fuente: 65ymas

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