Demasiado a menudo se oyen “voces” (o más bien “gritos”) en algunos ambientes no muy aconsejables sobre “el abuso de los extranjeros” de nuestro Estado del bienestar, aflorando un sentimiento de “propiedad” cuanto menos infantil por simple.
Los extranjeros (simplemente personas que nacieron en otro sitio del común planeta) pueden, y son, trabajadores (y cotizantes) como cualquier “españolito” que vio su primera luz en el territorio nacional (quiera decir esto lo que sea)
Es interesante, para hablar con propiedad, apuntar que el 10% de los cotizantes actuales en España (datos Junio 2018) son personas a las que “parieron” fuera de nuestras actuales fronteras y que están colaborando “codo con codo” con los “nacionales” en el bienestar común: cotizan igual para financiar a la SS en su compromiso de afrontar las prestaciones y pensiones de TODOS los “asegurados” en su sistema.
¡Nada más pero nada menos!