El sector turístico representa del orden del 12% del PIB español y el 13% del empleo, con más de 2,5 millones de trabajadores. Se trata solo del efecto directo: su elevada interdependencia con otras actividades económicas, multiplica su importancia. Y se trata de una media a nivel nacional: en Baleares el peso en el PIB es del 45% (32% en el empleo), en Canarias, del 35% (40% del empleo).
Nos puede gustar más o menos que el turismo sea la principal industria española, pero en España, tenemos buen tiempo, excelentes playas y mejores paisajes, patrimonio histórico-artístico variado y con el mayor grado de excelencia, por no hablar de una excelente gastronomía, infraestructuras de comunicación, seguridad ciudadana e instalaciones hoteleras de primerísimo nivel mundial, y todo ello con precios muy competitivos a nivel europeo. Si hubiésemos nacido en Noruega, nuestra principal industria sería el petróleo (el 20% del PIB); si hubiésemos nacido en Alemania sería la industria pesada y el equipamiento eléctrico (el 29% del PIB).
En realidad, la visión de que existen actividades económicas de ‘bajo valor añadido‘ o de ‘alto valor añadido‘ como plantea algún advenedizo Ministro, de cuyo nombre no quiero acordarme, es como mínimo infantil: el valor que el turismo añade a la economía depende del precio de los servicios y del salario que paga a los empleados y a otros ‘inputs’ productivos; hay turismo de alto valor añadido, y también bajo. La producción de petróleo puede tener un valor añadido muy bajo o muy alto, según sea la profundidad a la que se explore y lo mismo, evidentemente, se puede decir de cualquier actividad económica.
Los países de nuestro entorno se han puesto manos a la obra para proteger sus industrias nacionales. En Italia, donde el turismo tiene un peso parecido al de nuestro país (el 14% del PIB y el 15% del empleo). las autoridades italianas acaban de aprobar un bono vacacional de hasta 500 euros para las familias, a gastar durante las vacaciones en establecimientos del país, con la idea de relanzar la economía y paliar la inevitable reducción de turistas de otros países. Las autoridades italianas permiten ya la libertad de movimientos en todo el país, y a principios de junio reabrirán las fronteras sin imponer medidas de cuarentena a los visitantes de otros países.
En España, desconocemos si existe algún plan del Gobierno para relanzar el turismo, la principal industria del país, durante los próximos meses. Lo que sí sabemos, en cambio, es que se están dando todos los pasos que daría alguien empeñado en sabotearlo “desde dentro”, y como mero ejemplo, el 15 de mayo. se ha impuesto una cuarentena a todos los visitantes procedentes de otros países de la UE.
¡¡¡ CUIDADO QUE NOS DISPARÁN LOS NUESTROS !!!
Un simple ejemplo: El cierre del sector turístico impacta en unos 3.500 establecimientos de distribución de comercio alimentario http://www.asedas.org/el-cierre-del-sector-turistico-impacta-en-unos-3-500-establecimientos-de-distribucion-de-comercio-alimentario/