BIOGRAFÍA SUCINTA DE UN FELÓN

 

  • PRIMEROS AÑOS Y FORMACIÓN
  • COMIENZOS EN LA POLÍTICA MUNICIPAL
  • DIPUTADO EN EL CONGRESO
  • POSTULACIÓN PARA SUCEDER A RUBALCABA
  • PRIMERA ETAPA AL FRENTE DEL PSOE
  • PRESIDENTE DEL GOBIERNO (DESDE 2018)

 

PEDRO SANCHEZ: FALACIAS DESDE DESDE “EL COLE” A SU DOCTORADO “FAKE”

 

  • SU FORMACIÓN ACADÉMICA
  • PRIMEROS PASOS: DEFENSA DE LOS GAL Y LA PREVARICACIÓN DE GARZÓN
  • “EL GUAPO”·DEL TRÍO “PEPIÑO’S BOYS”
  • MIGUEL SEBASTIÁN Y LA OCULTA TESIS DOCTORAL·”FAKE”

 

“EL RELATO” DE UNA FELONÍA

 

 

PRIMEROS AÑOS Y FORMACIÓN

Nació en Madrid siendo el mayor de dos hermanos en una familia acomodada. Cursó la Educación General Básica en el ahora desaparecido colegio Santa Cristina de Chamartín y sus estudios de bachillerato en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid.

 

En 1990 comenzó a estudiar la licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales en el Real Centro Universitario María Cristina de El Escorial en San Lorenzo de El Escorial, un centro universitario privado adscrito a la Universidad Complutense, y en el que se licenció en 1995.

En 1993 se afilió al PSOE, tras la victoria de Felipe González en las elecciones de ese año. En 1996, tras acabar la carrera, empezó el servicio militar en Cáceres

 

Realizó un máster en Política Económica de la Unión Europea por la Universidad Libre de Bruselas (1997-1998) y un Programa de Liderazgo para la Gestión Pública por la escuela de negocios IESE – Universidad de Navarra.

 

En 2000 fue uno de los delegados en el 35.º Congreso Federal del PSOE, en el que salió elegido José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general y José Blanco como secretario de Organización. Sánchez se rodearía entonces de colaboradores como Óscar López y Antonio Hernando, próximos al secretario de Organización

 

COMIENZOS EN LA POLÍTICA MUNICIPAL

En 2003 concurrió a las elecciones municipales de Madrid en la lista del PSOE. Situado en el puesto 23 no consiguió acta de concejal (el PSOE obtuvo solo 21 concejales). Se convirtió en concejal en 2004 al reemplazar a Elena Arnedo, que había renunciado a su acta en mayo de dicho año.

 

Al mismo tiempo, seguía trabajando con Blanco, especialmente en tareas relacionadas con procesos electorales, como el fallido intento de Miguel Sebastián por conseguir la alcaldía de Madrid en 2007. Revalidó de nuevo su acta en las elecciones municipales de 2007.

 

En las elecciones generales de 2008 formó parte de la candidatura socialista por la circunscripción de Madrid, sin obtener escaño. Desde 2008 y hasta 2013, Pedro Sánchez fue profesor asociado de «Estructura Económica» e «Historia del Pensamiento Económico» en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales de la Universidad Camilo José Cela.

 

DIPUTADO EN EL CONGRESO

Tras la renuncia de Pedro Solbes a su acta de diputado en septiembre de 2009, ocupó su vacante en el Congreso de los Diputados, por lo que abandonó su puesto como concejal del Consistorio madrileño.

 

En las elecciones generales de 2011 se situó en el undécimo puesto de la lista del PSOE por Madrid, pero quedó nuevamente fuera del Congreso por haber obtenido su partido solo diez diputados en dicha circunscripción

 

Desde noviembre de 2012, es doctor en Economía y Empresa por la Universidad Camilo José Cela de Madrid, tras la presentación de su tesis doctoral titulada Innovaciones de la diplomacia económica española: análisis del sector público (2000-2012)

 

En enero de 2013 volvió al Congreso de los Diputados tras la renuncia al escaño de Cristina Narbona  En noviembre de 2013 fue uno de los coordinadores de la conferencia política del PSOE.

 

POSTULACIÓN PARA SUCEDER A RUBALCABA

A pesar de no haber pertenecido nunca a la Ejecutiva ni al Comité Federal del PSOE, durante los primeros meses de 2014, Pedro Sánchez fue uno de los candidatos potenciales que se postularon para las primarias previstas para noviembre de 2014 para elegir al candidato del partido a las generales de 2015

 

El proceso se aceleró tras los malos resultados del PSOE en las elecciones europeas de 2014. Días después, el secretario general del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunciaba su dimisión y pocos días después se anunciaba que el nuevo secretario general sería elegido mediante votación directa entre los militantes. El 12 de junio, Pedro Sánchez anunciaba su candidatura. El 28 de junio, Sánchez fue proclamado candidato por el PSOE, al haber obtenido más de 40 000 avales y en las elecciones celebradas el 13 de julio, obtuvo un 49 % de los votos proclamándose ganador. Se convirtió oficialmente en el sucesor de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Partido una vez que el Congreso Extraordinario del PSOE de los días 26 y 27 de julio de 2014 ratificó los resultados y ocupó por primera vez el puesto no oficial de líder de la oposición en la sesión del 10 de septiembre de 2014 del Congreso de los Diputados.

 

PRIMERA ETAPA AL FRENTE DEL PSOE

El día 21 de junio se le proclamó oficialmente candidato del partido a la presidencia del Gobierno de España.

 

Primera investidura fallida

Tras las elecciones generales celebradas el 20 de diciembre de 2015, en las que el PSOE fue segunda fuerza política en número de diputados, con 90 escaños, y tras haber rechazado el 27 de enero la propuesta de Rajoy de posibilitar la investidura a cambio del apoyo del PP en autonomías y ayuntamientos Sánchez fue propuesto por Felipe VI como candidato a ser investido presidente del Gobierno el 2 de febrero de 2016. El 24 de febrero el PSOE alcanzó un acuerdo con Ciudadanos, que había obtenido 40 diputados en las elecciones, para investir a Sánchez. La investidura fue rechazada definitivamente en el Congreso en segunda votación el 4 de marzo, con 131 votos a favor (PSOE, Ciudadanos y Coalición Canaria) y 219 votos en contra (el resto de diputados). Se trató de la primera vez en el actual período democrático que el candidato a la presidencia del Gobierno fracasaba y no lograba la confianza del Congreso en la segunda votación de investidura.

 

Fue candidato a la Presidencia del gobierno en las elecciones del 26 de junio de 2016; la candidatura del PSOE obtuvo su mínimo histórico en el período correspondiente al restablecimiento del sistema democrático parlamentario: 85 diputados (84 del PSOE y uno de Nueva Canarias). Tras el pacto del Partido Popular con Ciudadanos para la investidura de Mariano Rajoy, repitió reiteradas veces que votaría «no» y no se abstendría para permitir un gobierno del PP. Tras la investidura fallida de Rajoy, pidió a las «fuerzas del cambio» que permitieran un gobierno alternativo al PP.

 

Crisis del PSOE y defenestración

El miércoles 28 de septiembre, se presentó en la sede del partido la dimisión en bloque de 17 miembros de la Ejecutiva Federal, para forzar su disolución, al quedar reducida a 18 miembros (38 en su origen) y lograr con ello la dimisión de Pedro Sánchez. En la tarde del sábado 1 de octubre, tras rechazar el Comité Federal su propuesta de convocatoria de un Congreso Federal, Pedro Sánchez presentó finalmente su dimisión como secretario general del PSOE dando así paso a la formación de la gestora que reclamaban sus críticos.

El 29 de octubre de 2016, Pedro Sánchez entregó su acta de diputado, dejando vacante su escaño horas antes a la votación de investidura de Mariano Rajoy. La noticia fue comunicada por él mismo, minutos después de haber entregado el acta.

 

Tras la pérdida de poder orgánico en el partido, Sánchez efectuó al parecer una gira visitando militantes de base en diferentes puntos de España. En enero de 2017 Pedro Sánchez anunció su candidatura a la secretaría general del PSOE para las primarias previstas para el mes de mayo.

 

Vuelta a la secretaría general

El 21 de mayo de 2017 fue reelegido como secretario general del PSOE en unas elecciones primarias obteniendo más del 50 % de los votos de los militantes. Sánchez fue proclamado secretario general durante la celebración del 39.º Congreso del partido el 18 de junio de 2017.

 

Moción de censura contra Rajoy

A finales de mayo de 2018 se produjo el fallo de la Audiencia Nacional de la primera macrocausa del Caso Gürtel en el que se señaló al Partido Popular (PP) como partícipe a título lucrativo de la trama, apuntándose además la falta de credibilidad del testimonio como testigos de varios políticos del PP, incluido el del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

 

Tras la difusión de la sentencia el PSOE registró el 25 de mayo en sede parlamentaria una moción de censura contra Rajoy presentando a Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno. El 1 de junio tuvo lugar la votación, que salió adelante con 180 votos a favor, 169 en contra y 1 abstención.

 

PRESIDENTE DEL GOBIERNO (DESDE 2018)

Primer Gobierno (2018-2020)

Felipe VI dispuso el nombramiento de Sánchez como presidente del Gobierno por real decreto de 1 de junio. Sánchez prometió su cargo ante el monarca al día siguiente en el Palacio de la Zarzuela. Los 17 integrantes de su nuevo consejo de ministros tomaron posesión el día 7 de junio. Tras su nombramiento, Sánchez manifestó su voluntad de agotar la actual legislatura y no convocar elecciones hasta junio de 2020. El 13 de febrero de 2019 los votos del Partido Popular, Ciudadanos, Partido Demócrata Europeo Catalán, Esquerra Republicana de Catalunya, Foro Asturias y Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados tumbaron la propuesta del Gobierno de Presupuestos Generales del Estado para 2019. Este hecho desembocó en que el Presidente convocara unos comicios para el domingo 28 de abril de 2019

 

Segundo gobierno (2020-2023)

Tan solo dos días después de los comicios, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias comparecieron conjuntamente anunciando un acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos para formar un gobierno de coalición liderado por el candidato socialistaTras la ronda de consultas con las formaciones políticas, el rey volvió a proponer a Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del gobierno. Tras aceptar el encargo del rey, Sánchez se sometió al debate de investidura, en el que logró ser investido presidente por mayoría simple en segunda ronda. El candidato cosechó 167 votos a favor (PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País-Compromís, Nueva Canarias, BNG y Teruel Existe), 18 abstenciones (ERC y EH Bildu) y 165 votos en contra (PP, Vox, Ciudadanos, Junts per Catalunya, CUP, UPN, Coalición Canaria, Foro Asturias y PRC). Un día después, el 8 de enero de 2020, tuvo lugar el acto de toma de posesión del cargo. El 12 de enero, Sánchez presentó en rueda de prensa la composición definitiva de su gabinete, formado por 22 ministros — 17 de ellos a propuesta del PSOE y 5 de Unidas

 

Reforma laboral

La reforma laboral de 2022, liderada por la ministra Yolanda Díaz, de Podemos-IU, fue pactada con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y los principales sindicatos, algo que no había ocurrido nunca. No deroga la anterior reforma laboral del gobierno de Mariano Rajoy, del Partido Popular, solo la modifica, y no toca las indemnizaciones por despido. Busca principalmente reducir la temporalidad y la tasa de desempleo. Todos los contratos pasan a considerarse indefinidos y el contrato fijo-discontinuo queda únicamente orientado a tareas de carácter estacional, como la hostelería. Los ERTEs se consolidan como mecanismo de ayuda a empresas en dificultades económicas en momentos de crisis. En febrero de 2023, el Gobierno de Sánchez subió el salario mínimo interprofesional desde los 1000 a los 1080€.

 

Autónomos

El Gobierno, sindicatos, principales organizaciones de autónomos y la CEOE pactaron cambiar el sistema de cotización de los trabajadores autónomos para que coticen por sus ingresos netos, la diferencia entre ganancias y costes, es decir, sus ingresos reales. Cuenta con 15 tramos de cotización, agrupando a los autónomos según la cuantía de sus ingresos, cuanto más ganen, más cotizan, y viceversa, con una cuota mínima de 230€. Se podrán cambiar de tramo cada 2 meses, con un máximo de 6 cambios por año. Se mantiene una cuota reducida para las personas que se hagan autónomos por primera vez, de 80€ durante 12 meses. El nuevo sistema incluye además el derecho a cobrar el paro por cese de actividad.

 

Pensiones

En 2021, el gobierno de Pedro Sánchez, aprobó un aumento de las pensiones de 0,9% para las pensiones contributivas y de 1,8% para las no contributivas. En 2023 blinda la revalorización de las pensiones mínimas por encima del IPC y no contributivas hasta 2027, además, añade una subida del 10%, adicional a la inflación del complemento para reducir la brecha de género. Para poder sufragar la subida se establece un incremento progresivo de las bases máximas y de las pensiones máximas, y se crea una cuota de solidaridad para los salarios más altos que queden por encima de la base máxima. También se aumentan todas las cotizaciones con el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI)

 

Elecciones anticipadas de 2023

En las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo de 2023 el Partido Socialista Obrero Español sufrió un retroceso en todo el territorio, perdiendo varias comunidades autónomas y alcaldías frente al Partido Popular de Alberto Núñez Feijoo. Ante los malos resultados, el 29 de mayo Pedro Sánchez hace público su deseo de adelantar las elecciones generales de 2023, previstas para diciembre, al 23 de julio.

 

Los resultados de las elecciones supusieron la victoria del Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo, que consiguió 137 escaños frente a los 121 escaños del PSOE. El PP, sin embargo, no consiguió una mayoría suficiente para gobernar ante el desplome de Vox, que perdió 19 diputados, así como ante el inesperado aguante de los socialistas, que aumentaron su influencia en un escaño y consiguieron sus mejores resultados en relación al voto desde 2008.

 

El rey Felipe VI acuerda en un primer momento nombrar a Alberto Núñez Feijóo como candidato a la presidencia del Gobierno. Su investidura es rechazada por el Congreso en septiembre de 2023 con 176 votos en contra y 172 a favor. En una nueva ronda de contactos, Felipe VI nombra el 3 de octubre a Sánchez como candidato a la presidencia.

El 24 de octubre Pedro Sánchez compadeció con Yolanda Díaz, líder de Sumar, para presentar un pacto de investidura de un modo similar a como lo hizo en noviembre de 2019 con Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos.Se recogían amplias medidas progresistas, destacando la reducción de la jornada laboral.

 

 

PEDRO SANCHEZ: FALACIAS DESDE DESDE “EL COLE” A SU DOCTORADO “FAKE”

 

 

SU FORMACIÓN ACADÉMICA

Todo en Pedro Sánchez es relato e imagen y la imagen se construye, ha debido de pensar él en tantas ocasiones. Por eso Sánchez camufló sus primeros años en un colegio privado y religioso bajo el manto de su estancia en el Instituto Ramiro de Maeztu. Y por eso hizo lo mismo con la universidad. Lo que no le gusta se esconde.

 

Pedro Sánchez publicó su currículum en La Moncloa tras su llegada a la Presidencia y en él se puede leer que «estudió Bachillerato en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid, donde fue jugador de la cantera del club de baloncesto Estudiantes». Ni rastro del Colegio Santa Cristina. Lo que no encaja en su biografía reescrita se borra y punto. También dice su curriculum que en 1995, se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por el Real Colegio Universitario María Cristina, centro adscrito a la Universidad Complutense de Madrid», y, «posteriormente, cursó dos estudios de posgrado: Máster en Economía de la UE por la Universidad Libre de Bruselas y Diplomado en Estudios Avanzados en Integración Económica y Monetaria Europea por el Instituto Universitario Ortega y Gasset. En 2012, Sánchez se doctoró en Economía por la Universidad Camilo José Cela, donde ejerció de profesor de Economía.

 

El texto especifica que el Real Colegio Universitario María Cristina es un centro adscrito a la Universidad Complutense de Madrid y para Sánchez es prioritario subrayar que su título es de la Complutense, universidad pública y centro progre de educación superior por excelencia, pero lo cierto es que él ni pisó su campus. Toda su formación universitaria la recibió en el citado María Cristina, centro privado con sede en El Escorial. Tampoco aparece ni rastro del centro en el que cursó su segundo y según su currículo es «diplomado en Estudios Avanzados en Integración Económica y Monetaria Europea por el Instituto Universitario Ortega y Gasset», pero, según el curriculo del Congreso de los Diputados, ese título era, de nuevo, de la «UCM —Universidad Complutense de Madrid—» y se presentaba de forma un tanto menos ampuloso: «DEA en Estudios Europeos (UCM)». Lo cierto es que ese segundo posgrado también era privado y, hoy por hoy, los cursos más parecidos a ese «DEA» del citado instituto —que, simplemente, mantiene relación con la Complutense— equivalen a unos cursos de 120 horas, muy lejos de los contenidos y la extensión propios de un máster.

 

Lo cierto es que su currículum tiene un alto componente privado —aunque es un precio actualizado, el coste del actual grado en ADE del María Cristina es cuatro veces mayor que el de la misma titulación cursada en la universidad pública Complutense— y Sánchez quiere poder atacar con supuesta legitimidad a la formación privada y aparentar lo que no es: un perfecto y aguerrido socialista. También quiere ocultar que los sitios donde ha vivido y se ha formado eran cuna de cualquier cosa menos de proletarios marginados por el mundo capitalista. Parece que el complejo de culpa hace mucho en la personalidad de cada uno.

 

PRIMEROS PASOS: DEFENSA DE LOS GAL Y LA PREVARICACIÓN DE GARZÓN

Los rasgos de la personalidad de Sánchez no solo se deducen de su historial académico. Su primer reto electoral se produjo en 2003, como miembro número 23 de la lista del PSOE para el Ayuntamiento de Madrid. El experimento finalizó con nulo éxito para él. No logró el acta de concejal y el PSOE se tuvo que contentar con 21 asientos, no obstante, un año más tarde la suerte empezó a aparecerse para Sánchez: sustituyó a Elena Arnedo, que renunció al acta en mayo de 2004

 

Antes de eso, Pedro Sánchez mostró ser ya muy consciente de la importancia de las cámaras como catapulta política y en 1997, a sus veinticinco años, fue en su primera intervención en la televisión (asistiendo como parte del público en el programa Moros y cristianos de Telecinco), cuando Sánchez hizo alarde de su capacidad de defensa de los GAL y de Felipe González, justo el mismo tema y el personaje a los que años más tarde dejaría vendidos y en manos de Bildu a cambio de su permanencia en la Presidencia: Sánchez ha permitido que la ley de Memoria Democrática incluya los años de los GAL y Felipe González como materia revisable e investigable. En su intervención, Sánchez acusó al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón de prevaricador, toda una acertada premonición, pero también todo un anticipo de su relativismo y mentira. La relación entre Sánchez y Garzón es hoy magnífica. Pelillos a la mar, que lo que importa es el poder.

 

En aquel programa se pudo ver cómo el ahora líder del PSOE defendía a los acusados de los GAL con las siguientes frases: «Se ha provocado alarma social para que los pusieran en prisión preventiva, para que cantaran lo que él [el exjuez Baltasar Garzón] quería». Es más, aquel Sánchez tampoco dudó en hacer méritos ante el partido defendiendo al exministro del Interior José Barrionuevo y al exsecretario de Estado de Interior Rafael Vera encarándose .

 

Años después, Sánchez, en su etapa de Gobierno, abriría la caja de los truenos contra el pasado de su propio partido, dejaría a González a los pies de los caballos de los proetarras y se aliaría con el entorno de Baltasar Garzón. Porque él es así. Él y su interés.

 

“EL GUAPO”·DEL TRÍO “PEPIÑO’S BOYS”

Pedro Sánchez era un político más. No era un aspirante destacado pese a sus crecientes intervenciones en televisión. Pero habían pasado ya casi diez años desde su primera entrada en listas municipales y Pepe Blanco decidió avalar su figura. Tampoco es que las filas socialistas tuvieran perfiles mucho mejores entre los que elegir. Él, por lo menos, era alto, con buena imagen y una formación aparentemente presentable. El PSOE dio la orden de empezar a impulsarlo. Y Pepe Blanco, por aquellas fechas —todo un hombre fuerte de José Luis Rodríguez Zapatero que hoy hace las delicias de los dictadores comunistas del Grupo de Puebla—, podía tocar con el dedo divino o hacer caer en desgracia a quien él quisiera.

 

Antonio Hernando, Óscar López y Pedro Sánchez entraron en la lista de Blanco, hasta el punto de que no tardaron en ser conocidos como los Pepiño’s boys. Las malas lenguas aseguraban que con los tres se podría haber fabricado uno: Hernando era el «listo» —el cerebro—, López era el hombre dispuesto a todo lo que hiciera falta y Sánchez, el «guapo» —la imagen, la cara—, como nunca dejó de calificarse él mismo.

 

Sánchez, que no tardó en usar su poder una vez ganado el mando del Partido Socialista para dejar claro que, de los tres, él era el líder, el único que mandaba. Y que, lo mismo que Pepiño había decidido, cual césar, el presente y futuro de sus súbditos, él decidiría cuándo Hernando y López eran borrados de la escena, cuándo volvían y en condición de qué. Lo de mandar siempre ha sido su obsesión. El Falcon, el Super Puma, las fotos, los carteles con su cara, los largos listados de aduladores, la atención perpetua de los informativos. Lo dicho, el poder.

 

En sus inicios, Pepe Blanco decidió impulsarlo. Blanco fue ministro de Fomento durante el Gobierno de Zapatero, entre los años 2009 y 2011 y llegó incluso a portavoz del Gobierno en los coletazos finales de aquel ZP que dejó España arruinada y sin posibilidad de colocar la deuda pública en el mercado y con una lluvia de recortes, incluidas las pensiones y los sueldos de los funcionarios. Dentro del partido Blanco había sido secretario de Organización del PSOE entre 2000 y 2008 y vicesecretario general entre 2008 y 2012. Todo el periodo de lanzamiento de Sánchez.

 

Aquellos años marcaron muchas cosas para Sánchez. La primera, que ya era un hombre del partido que se había agarrado y unido a Blanco y a Zapatero. Ellos fueron los autores que diseñaron el último PSOE y su entorno, los que montan consultoras y los que se adhieren al Grupo de Puebla, los que ofrecen asesoría a las «malvadas y especuladoras» empresas para beneficiarse de las ayudas públicas que reparte Pedro Sánchez mientras se abrazan con Maduro, Morales y Lula para dejar claro que el comunismo sigue muy vivo.

 

 

MIGUEL SEBASTIÁN Y LA OCULTA TESIS DOCTORAL·”FAKE”

En política, como en todo, el hombre propone y Dios dispone. Y allí estaban Blanco y Zapatero con un potencial líder aspirante a todo entre sus manos, rebosante de imagen, pero carente igualmente de todo fondo. Blanco decidió que había que vestir el currículum de Pedro Sánchez. La cabeza de aquel tridente integrado por Antonio Hernando, Óscar López y Pedro Sánchez era Hernando, o, dicho de otro modo, el que acabaría siendo presidente de España no fue visto como un ente intelectual ni por su propio padrino político. Él era el «guapo», pero, resulta que, para aguantar un debate electoral, ganar unas elecciones, hablar en el Congreso o hasta para engañar a los electores hay que tener algo que contar. No basta con una cara.

 

El propio Sánchez no veía claro su futuro político por aquellas fechas, aunque no es de extrañar. Hay que recordar que presentó su tesis en noviembre de 2012, justo cuando ZP perdía el poder nacional dejando a España quebrada. Sánchez solo veía ante sí un futuro político más que dudoso y un enorme temor al paro.

 

Blanco tenía la solución: hacer la tesis, engordar su historial académico, vestir al personaje político, y, a efectos prácticos para Sánchez, aun a las malas, se le abría una puerta para ganarse la vida como profesor universitario. Con el sustento económico garantizado, Sánchez se comprometió a hacer la tesis, aunque lo de trabajar y estudiar nunca ha sido su fuerte. No tardó en pretender dejar la tesis, tal y como reconocen fuentes implicadas en la elaboración de la tesis más conjunta y fake de la historia de la política española. Pero una vez más, el aparato entró al rescate, con Pepe Blanco y el ministro de Industria de los años finales del zapaterismo, Miguel Sebastián.

 

A Sebastián en octubre de 2006, Zapatero le nombró candidato de los socialistas a la Alcaldía de la capital para las elecciones municipales de 2007. Sebastián ya presidía la Oficina Económica del presidente del Gobierno pero no superó el reto de las elecciones municipales y dimitió. Pero por haberse prestado a los deseos de ZP fue premiado en abril de 2008 con el Ministerio de Industria y las puertas de ese departamento se abrieron para Sánchez pues ambos eran economistas y estaban tocados por dedos divinos. Sebastián, por el de Zapatero, Sánchez, por el de Blanco, que en el fondo era un dedo meñique de ZP.

 

El ministerio de Miguel Sebastián contaba con documentos, informes e investigaciones donde se habían desarrollado ya todos los aspectos que luego se integrarían en la tesis de Pedro Sánchez. Se tituló «Innovaciones de la diplomacia económica española: análisis del sector público (2000-2012)». A Sánchez el asunto no le interesaba ni lo más mínimo. El título y el contenido se eligieron porque toda la documentación necesaria ya estaba a disposición de quienes realmente iban a escribir la tesis que firmaría Pedro Sánchez. Se le pasan los textos y a copiar, asunto solucionado. Si no quiere hacerla, pues se le hace. Total, quién se iba a fijar en una tesis doctoral cuando la universidad española está llena de enchufes políticos.

 

Allí Sánchez reforzó su relación con Carlos Ocaña Orbis, que luego fue jefe de Gabinete de Sebastián en Industria y «negro» encargado de elaborar la tesis del futuro presidente del Gobierno. Ocaña se convirtió en un Sánchez sin nombre, en el facilitador de toda una catarata de documentos, informes, datos y cálculos económicos sacados del Gobierno para regalar su trabajo de investigación a Pedro Sánchez. Carlos Ocaña como jefe de Gabinete del ministro, fue el encargado de coordinar todas las necesidades de la tesis fake. Hasta 44 informes y documentos elaborados realmente por el Ministerio de Industria pasaron a formar parte de la tesis del doctor Sánchez. En total, más de cien folios, un tercio, del volumen total de la tesis. Un éxito.

 

Pero el temor a que se descubriese que semejante componenda fue tal que el propio Pedro Sánchez decidió que lo mejor era que «su trabajo» no fuese visto por nadie y declaró la tesis oculta, una capacidad que tienen los doctorandos, pero que casa mal con los fines de investigación y transferencia del conocimiento propios de una tesis doctoral. Pero así se hizo, efectivamente: la tesis doctoral del presidente del Gobierno permaneció guardada y custodiada por la Universidad Camilo José Cela.

 

Si la tesis fue entregada en noviembre de 2012, justo doce meses después, en noviembre de 2013 y con el prólogo fechado en julio de ese mismo año, apareció publicado el libro de Ocaña con un título escasamente disimulado: La nueva diplomacia económica española. El segundo de los firmantes también era más que conocido: Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Cuando el escándalo estalló, Sánchez ya contaba con el respaldo firme de Bildu, ERC y Podemos, por ese orden. Y eso era suficiente para seguir en el poder.

 

Pero él estaba en el postpoder y a él se aferró, así que toneladas de pelillos a la mar y a seguir viajando en Falcon —debió pensar el falso doctor—, que para algo paga a sus socios con avances separatistas, ultrafeministas y, por supuesto, con toda una lluvia de amigos enchufados en cargos —y cargas— públicas.

 

“EL RELATO” DE UNA FELONÍA

Antes de la expulsión de Pedro Sánchez del PSOE, en octubre de 2016, este se articulaba como un “líder vacío”. La crisis interna del PSOE y las consecuencias políticas y personales que esta tuvo para Pedro Sánchez fueron las generadoras de sentido para ese vacío, un sentido que se articuló en forma de relato.

 

Este relato giraba entorno a unos determinados ejes:

  • la utilización de la expulsión,
  • una dicotomía Pedro Sánchez-cúpula del PSOE y
  • la utilización de elementos de Viaje del héroe.

 

En esencia, estos tres ejes se refieren al mismo aspecto: la construcción de sí mismo como líder: expulsión como generador de empatía, por dicotomizar una situación en dos polos o por la construcción de un relato en base a las herramientas narrativas de buenos y malos.

 

Tras la expulsión de su partido Pedro Sánchez ha construido su relato en contra de otros, la cúpula del PSOE enmarcada de forma negativa como “élite” que choca con su relato de “candidato de la militancia”, un secretario general apartado de la cúpula que ha llegado al cargo desde abajo y aupado por los de abajo, lo que le inviste de una mayor legitimidad y le convierte en líder de aquellos que han querido que se encuentre en esa posición.

 

Es este relato el que consigue armar las demandas populares de la militancia del PSOE y de los simpatizantes del partido, que partían en 2016 de una situación común: un descontento generalizado con la abstención de su partido a la investidura de Mariano Rajoy y cierto sentimiento en torno al alejamiento de los valores tradicionalmente socialistas, lo que les llevaba a posicionarse en contra de la cúpula, a quien consideraban responsable de esta situación.

 

La identificación de los potenciales votantes socialistas con el liderazgo de Pedro Sánchez, además de mediante el antagonismo, se sostiene sobre su propia construcción de identidad de víctima con la que otros victimizados, en este caso sus electores, son capaces de conectar emotivamente, produciéndose una relación parasocial entre Sánchez y la militancia y otros simpatizantes socialistas.

 

Pedro Sánchez es capaz de construir su liderazgo sobre el concepto de liderazgo antagónico, un liderazgo generado contra un enemigo con el que es imposible compartir comunidad política por el choque generado entre las partes. Se inserta aquí una pretensión de la creación de identidad entre Pedro Sánchez y la militancia del PSOE, que se materializa en devolver al partido los valores tradicionalmente socialistas y el poder a la militancia.

 

La situación en la que se encuentra el liderazgo de Pedro Sánchez es, sin embargo, insostenible. El liderazgo generado en torno a un relato asentado en el antagonismo y las pretensiones antiestablishment pierde coherencia con el asentamiento de Pedro Sánchez en la Presidencia del Gobierno. El carisma, además de otorgado, es revocable, una revocación en la que aquellos que lo otorgan incurren cuando se identifican incoherencias con el relato que lo ha recibido.

 

La capacidad generadora de identidad de los relatos en política se ha puesto de manifiesto: para la construcción de su liderazgo antagónico Pedro Sánchez no se basó en argumentos racionales, sino en la movilización por la identificación y la empatía, una estrategia emocional articulada mediante un relato inventado.

 

En el caso de Sánchez, un relato construido en torno a unos ejes que consiguieron crear cohesión de grupo e identidad en el electorado potencialmente socialista, articulado, por otro lado, por valores tan clásicos como la traición o el sufrimiento.

 

La eficacia de este relato se observa en la materialización de una voluntad, que no es más que la capacidad real de ejercicio del poder. En verano de 2016 Pedro Sánchez, secretario general de un partido con 85 diputados, no pudo materializar su voluntad votando “no” a la investidura de Mariano Rajoy. Sin embargo, dos años después, de nuevo en verano, el mismo Pedro Sánchez, secretario general del mismo PSOE, con la misma fuerza parlamentaria que en 2016 pero sin que él mismo pudiese sentarse en el hemiciclo, consiguió materializar su voluntad mediante la primera moción de censura triunfante en la historia de nuestra democracia moderna. No, fue no, y no lo fue por cuestiones de aritmética parlamentaria, sino por la construcción narrativa de la historia del líder que lo llevó a cabo

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