En el Sistema de Autonomía y Atención a la dependencia (SAAD) se realizan mensualmente cruces de fallecidos con los datos de defunciones que el INE y el Ministerio de Justicia reportan del mes anterior. Durante el año 2020 se ha desarrollado un Sistema de Monitorización de la Mortalidad mensual (MoMo) de las personas solicitantes de dependencia en España, e incluye las defunciones de todas las personas que constan como solicitantes de dependencia.
El exceso de fallecimientos observados en una población dada es un dato de enorme interés y utilidad cuyo resultado numérico no puede atribuirse a una relación directa causal con un evento epidémico o ambiental. Esto significa que al igual que sucede con el Sistema de monitorización y vigilancia diaria (MoMo) del Centro Nacional de Epidemiología, el exceso de fallecimientos se deberá a diversas causas y no necesariamente, en este caso, y de forma directa a la COVID-19.
Los datos que se presentan a continuación proceden de la comprobación de fallecimientos de un segmento de población concreta compuesto por 1.898.854 personas con expediente activo (solicitantes a 31 de marzo de 2020) en el SAAD. Por lo tanto no reflejan la totalidad de la población española. Se ha de distinguir entre solicitantes (1.898.854 en marzo), personas con valoración de grado de dependencia (1.748.292 en marzo) y personas atendidas con alguna prestación o servicio (1.121.520 en marzo)
Principales resultados
· Entre marzo y julio de 2020 se observa un exceso de mortalidad de 35.120 personas (incremento del 43,4% de la esperada) afectando al 1,85% del total de solicitantes del SAAD
· Por rangos de edad, el 82,5% de las personas fallecidas en exceso tenía 80 o más años (28.974 personas).
· El exceso de mortalidad en las mujeres con solicitud de dependencia durante el periodo marzo-julio de 2020 (44,1%) fue ligeramente superior al de los hombres en todos los grupos de edad (42,3%).
· De las 1.748.292 personas que contaban con valoración de dependencia en marzo (con o sin grado de dependencia) se han observado entre marzo y julio un total de 32.459 fallecimientos en exceso (1,86% sobre el total). El mayor impacto se observa en las personas con grado III, con un 51,2% de exceso de fallecimientos (16.265) y el menor en las personas valoradas sin grado de dependencia, con un 32,0% de exceso de fallecimientos (2.192).
· Del total de personas dependientes atendidas con servicios o prestaciones se observa un exceso de fallecimientos de 29.687 entre marzo y julio de 2020 (2,65% del total de personas atendidas).
· Se observa un impacto muy elevado en la mortalidad excesiva en personas con atención en residencia, con un exceso de fallecimientos de 18.911 personas (7,59% del total de personas dependientes atendidas en residencia)
· Entre las personas atendidas con apoyos domiciliarios también se dieron excesos en fallecimientos en el periodo marzo-julio, si bien con un impacto mucho menor que en residencias con 9.715 fallecidos en exceso sobre un total de 872.358 de personas atendidas en marzo (1,11%).
· Por tipo de servicio o prestación domiciliaria, en personas con cuidados no profesionales en el entorno familiar el exceso de fallecimientos fue de 3.222 personas (0,75% sobre el total de atendidos con estos cuidados) mientras que en personas dependientes con servicios de proximidad (ayuda a domicilio, centro de día…) los fallecidos en exceso fueron 6.492 personas (un 1,47% sobre el total).
· Por territorios, las mortalidades observadas en personas dependientes tienen una enorme variabilidad. La tasa de fallecimientos observados en personas atendidas en el conjunto nacional se sitúa en 72 por cada 1.000 para el periodo marzo-julio, si bien en Castilla La Mancha, la Comunidad de Madrid y la Comunidad Foral de Navarra se superan los 93 fallecidos por cada 1.000 atendidos mientras que en Melilla no alcanzan los 35 fallecidos/1.000. Es evidente que hay que contemplar la correlación entre el ataque sufrido por la COVID-19 en la oleada marzo-julio por territorios y las mortalidades observadas y sus excesos en el SAAD.