MISIÓN IMPOSIBLE: PAGAR LAS PENSIONES CON COTIZACIONES

Según el informe de la Universidad de Valencia, coordinado por  E. Devesa el déficit anual contributivo de la Seguridad Social ha subido hasta los 21.169 millones de euros en el primer trimestre de 2020 (el 1,7% del PIB). Esta evolución es muy preocupante, sobre todo porque las estadísticas aún no recogen el impacto pleno del COVID-19 en las cotizaciones, los cálculos vaticinan que el déficit contributivo anual de la Seguridad Social se situará en su nivel máximo histórico, en el entorno de los 30.000 millones de euros en 2020.

El déficit anual contributivo es un indicador muy relevante, el que mejor refleja cuál es la situación real de las cuentas de la Seguridad Social, ya que para su cómputo únicamente se incluyen los ingresos por cotizaciones y los gastos contributivos; es decir, lo que entra a la caja común por la vía contributiva y lo que sale por la misma vía. El déficit contributivo es más real que el déficit por operaciones no financieras pues no contabiliza las transferencias del Estado (porque no son contribuciones que aporten los trabajadores ni las empresas), sin las cuales en la actualidad no se podrían pagar las pensiones, y que deberían ser un recurso puntual y no una forma permanente de financiar el déficit del sistema.

Las cotizaciones sociales suponen el 99% de los ingresos contributivos que recibe la Seguridad Social. Durante el primer trimestre de 2020, se empieza a notar el efecto del COVID-19. Por ejemplo, los afiliados y el volumen de cotizaciones aumentan, pero la mitad que en el trimestre anterior (0,29% frente a 0,54% los afiliados, y 1,03% frente a 1,91% la recaudación). Además, el incremento de la cotización media por afiliado ocupado cae del 1,1% al 0,5%. En cuanto a las pensiones contributivas, sin el complemento a mínimo, explican el 88% del gasto contributivo. La relación entre ingresos y gastos se ha deteriorado en el último trimestre y “tras varios trimestres en los que las cotizaciones sociales crecían por encima de las pensiones contributivas, en el primer trimestre de 2020 la tendencia se ha roto y todo hace prever que seguiremos así algún trimestre más. En concreto, este trimestre las cotizaciones han subido el 1%, mientras que las pensiones han aumentado el 1,1%.

La situación tiene todos los visos de empeorar en los próximos meses, por tres motivos:

-La caída de la actividad: los cotizantes medios en abril de 2020 son casi un millón menos que en diciembre de 2019.

-La extensión de las exencionesde cotizaciones: se ha optado por esta figura para compensar a las empresas y autónomos, en lugar de que el SEPE se hiciera cargo de ellas.

-El aumento de gastos contributivos en incapacidad laboral transitoria por los efectos de la crisis sanitaria.

El golpe del COVID-19 en Seguridad Social, por llegar

Las proyecciones de la AIReF sitúan el déficit contributivo de la SS en el 5% para todo 2020 en su escenario 1 (el del impacto más leve) y estima un déficit del sistema de la Seguridad Social del3,4%, dejando el déficit del SEPE en un 1,5% (el SEPE es el que se encarga de las cotizaciones de desempleados).

En cualquier caso, la distribución del déficit entre administraciones públicas depende de las transferencias entre ellas, por lo que “es posible que la Administración Central absorba una parte del déficit del sistema de Seguridad Social a través de transferencias para apoyar su equilibrio presupuestario. 

ENLACE AL ESTUDIO

AQUÍ PUEDES DESCARGARTE LA FICHA COMPLETA

Descarga la ficha en PDF

Deja un comentario