Desde hace siglos, en el debate sobre el reparto de riqueza, se ha perpetuado el mito de que los países ricos lo son porque trabajan más y más duro que los demás. También hay quienes argumentan que son los países más pobres quienes trabajan más, principalmente por la necesidad económica y los bajos salarios (necesitan trabajar más horas para que esos bajos salarios cubran sus gastos).
Para salir de dudas, sólo hace falta prestar atención a los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). A pesar de que dentro del organismo están los países altamente desarrollados y de altos ingresos, se puede ver perfectamente en algunas estadísticas cómo la prosperidad económica varía drásticamente entre naciones.
Para ilustrarlo, se ha realizado un gráfico en el que compara la media de horas semanales trabajadas y los salarios en toda la OCDE en 2022.
Hay que tener en cuenta que para calcular los salarios, la OCDE dividió la masa salarial total de un país por el número medio de empleados, teniendo en cuenta la inflación utilizando precios constantes en dólares con un año base de 2016. Y ajustándolos utilizando la paridad del poder adquisitivo (PPA) para el consumo privado del mismo año.
Tal y como se puede apreciar en el gráfico, Islandia tiene el salario más alto del bloque de la OCDE, 1.401 euros semanales, mucho más alto que el de sus cuatro vecinos nórdicos.
Eso quiere decir que los trabajadores islandeses ganan, de media, casi 50 euros por hora. Además, es uno de los países donde menos horas se trabaja: 27.87 horas semanales. Luxemburgo, que ocupa el segundo lugar, es el otro país con un salario semanal medio superior a los 1.380 euros. Allí la media de horas trabajadas es de 28.33.
Alemania, por su lado, es el país donde menos horas se trabaja de toda la OCDE, con solamente 25.79. Y, aún así, se mantiene un nivel salarial muy alto: 1.004 euros a la semana de media. Estados Unidos, por ejemplo, tiene unos de los mejores salarios de la OCDE (1.370 euros semanales de media), sin embargo, se trabaja más que en la mitad de países de la organización: 34.83 horas a la semana. Eso da como resultado igualmente unos 40 euros por hora. Mucho más que en la mayoría de países.
Existe una enorme diferencia de “horas de trabajo”. México encabeza la tabla como el país de la OCDE que más horas dedica a trabajar, con 42.81 a la semana. El país americano es famoso por su ingente cantidad de horas semanales dedicadas. Y cobran mucho menos: los trabajadores mexicanos ganan alrededor de 294 euros a la semana, el nivel más bajo en este conjunto de datos.
Incluso hay un abismo con el país que le sigue, Chile, con 37,75 horas semanales, quienes cobran 582 euros a la semana, el doble que los mexicanos. Y mucho más abajo aparecen Grecia, Portugal, España o Italia, que no superan las 36 horas semanales. Eso explica que la prosperidad económica aún es muy desigual: no todos los países dedican ni mucho menos el mismo tiempo al trabajo y las diferencias salariales son notables.
En el otro extremo, por ejemplo, se encuentran Países Bajos, Dinamarca o Suiza, con menos de 30 horas semanales trabajadas. Suiza es, de hecho, uno de los países más ricos del mundo: tienen un ingreso medio cinco veces mayor que el de México. Y trabajan muchísimo menos. Los datos son claros: los trabajadores en los países más pobres tienden a trabajar más y, a veces, mucho más.
Hay que recordar que los salarios semanales más altos también se correlacionan con un coste de vida mucho más alto y viceversa. Suiza, Dinamarca e Islandia, por ejemplo, se encuentran entre los 10 países con el coste de vida más alto en comparación con México, que es mucho más asequible. Es decir, si bien parece que un trabajador medio islandés gana casi siete veces lo que gana un trabajador mexicano, la realidad de cuánto de ese salario se gasta en vivir en ambos países es menos directa.
Según datos de Eurostat, la media de horas semanales más habitual en España en 2022 era de 37,7 horas. Los datos de la OCDE la sitúan en 31.61. Si echamos la vista atrás una década las cifras no han cambiado tanto ya que en 2013 los datos europeos nos dicen que la jornada más habitual era de 38 horas.
Fuente: Xataka Los países que más trabajan están lejos de ser los que más ganan. La prueba está en este gráfico (xataka.com)