El número de ciudadanos que cobra algún subsidio de empleo ha subido en casi 30.000 personas en el último año, periodo de pleno funcionamiento de la reforma laboral de la ministra Yolanda Díaz. Según los datos del Ministerio de Trabajo, a cierre de marzo había 1.787.538 personas cobrando la prestación contributiva por desempleo (“el paro”) o algún otro subsidio y/o ayuda de desempleo. La cifra es superior a la de cierre de marzo de 2022, cuando había 1.758.590 personas recibiendo alguna prestación.
El incremento se debe a las personas que están cobrando el paro tradicional, más de 56.000 más que hace un año, ya que los beneficiarios del resto de prestaciones se reducen respecto a marzo de 2022. Se da la circunstancia de que esta subida de los parados que cobran la prestación contributiva se produce cuando el paro registrado en el SEPE se ha reducido en 246.000 personas sobre marzo de 2022.
Lo que sí ha subido fruto de la reforma laboral son los trabajadores con contrato fijo discontinuo, debido a que la nueva norma obliga a las empresas a hacer este tipo de contrataciones en vez de temporales. Este tipo de trabajadores, con contrato indefinido, tienen derecho a cobrar una prestación en los periodos de inactividad. Los trabajadores fijos discontinuos que no están trabajando a cierre de marzo, según señaló el Ministerio de Trabajo en una respuesta al PP en el Senado se encuentran en el apartado Trabajadores con relación laboral, se han incrementado en algo más de 291.000 personas. Se trata de empleados fijos que no trabajan, no figuran en las listas del paro, pero están cobrando una prestación si han cotizado 360 días en los últimos seis años.
En definitiva, las cifras del primer año de puesta en práctica de la reforma laboral del Gobierno muestran que el paro registrado baja y las personas que reciben una prestación suben al tiempo que se disparan los fijos discontinuos.
Además de las dudas que genera en los expertos y en la oposición las cifras del paro por los fijos discontinuos, otro aspecto que genera debate entre los expertos es el de las horas trabajadas. Porque pese a que los afiliados a la Seguridad Social han crecido sobre 2019, previo a la pandemia, todavía no se han recuperado las horas trabajadas, son el 0,7% inferiores a 2019. Es decir, trabaja más gente pero menos horas. Esto significa para los expertos que hay más trabajadores pero menos empleo, por lo que en realidad se está repartiendo el mismo empleo entre más personas, lo que implica que los sueldos son menores y hay cada vez más ciudadanos que trabajan y son pobres.