El martes 29 de marzo, tal y como anunció en el Congreso el pasado 2 de marzo, el Consejo de Ministros dará luz verde al esperado Plan de Choque contra el impacto económico de la guerra en Ucrania y el miércoles el jefe del Ejecutivo comparecerá ante la Cámara Baja para explicarlo, si bien el lunes Moncloa ha citado al Ibex a un acto en el que desgranará ya las medidas más relevantes del plan de choque.
En los últimos días Moncloa ha enviado invitaciones a los representantes de las principales compañías del Ibex-35, así como de otras organizaciones empresariales y sociales, con el fin de lograr una foto que simbolice cierto respaldo empresarial a su plan de choque ante el cierto descontento existente. Sánchez, que acudirá al acto tras haber logrado en el Consejo Europeo del viernes un «tratamiento especial» energético para la península Ibérica, pero sin resolverse aún los paros de los transportistas, estará acompañado por las tres vicepresidentas (Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera), así como los ministros de Presidencia, Félix Bolaños; Hacienda, María Jesús Montero; Transportes, Raquel Sánchez; y la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez.
Según el listado de asistentes y a falta de que se sumen más nombres a última hora, hasta este sábado no han confirmado todavía asistencia figuras destacadas del Ibex como la presidenta de Banco Santander, Ana Botín; de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri; de Sabadell, Josep Oliu; de BBVA, Carlos Torres; la directora ejecutiva de Bankinter, María Dolores Dancausa, ni de los presidentes de compañías energéticas como Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán; Naturgy, Francisco Reynés; como tampoco de Repsol, José Imaz; o Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y Mercadona, Juan Roig. A estas ausencias se sumarían en principio también las de la presidenta de El Corte Inglés, Marta Álvarez, el presidente de la primera hotelera de España Meliá, Gabriel Escarrer, o en el sector de infraestructuras y servicios las del presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, o el presidente ejecutivo de Acciona, José Manuel Entrecanales, entre otros. Ya sucedió hace algo similar unos meses atrás con el acto de presentación del ‘Plan España 2050’ del que se ausentaron nombres destacados del Ibex.
Según el listado de asistentes provisional, a falta de últimas anexiones o ausencias, de entre los grandes espadas del Ibex solo está prevista hasta ahora la asistencia del presidente de ACS, Florentino Pérez; la presidenta de FCC, Esther Alcocer Koplowitz; el consejero delegado de Endesa, José Bogas; de Enagás, Antonio Llardén, de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, de Acerinox, Bernardo Vlázquez; Siemens Gamesa, Miguel Ángel López; o de Indra, Marc Murtra.
En cuanto a patronales y organizaciones representativas, acudirá el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet; el presidente del sindicato CSIF, Miguel Borra; de la ONCE, Miguel Carballeda. También asistirá el vicepresidente de la CEOE y presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, aunque no está confirmada aún la asistencia del presidente de la patronal, Antonio Garamendi.
Lo cierto es que la relación del presidente del Gobierno y del equipo ministerial con la plana mayor del Ibex se encuentra en un momento de estancamiento ante las divergencias de buena parte de ellos con algunas de las medidas adelantadas o en estudio a incluir en el plan de choque. Algunas de las discrepancias derivan sobre todo con las compañías energéticas con las que el Ejecutivo se reunió esta misma semana, a las que el Gobierno pide que contribuyan para asumir el coste del impacto de la guerra, barajando incluso limitar y gravar los beneficios extraordinarios.
La posible ausencia del presidente de CEOE, Antonio Garamendi, se produciría en un clima de descontento en la organización empresarial por lo que consideran «inacción» del Gobierno y agravamiento de los problemas de suministro y cierre de fábricas por el paro de transportistas. El cabreo tornó incluso a indignación por los intentos de la vicepresidenta Yolanda Díaz de incluir en el plan de choque la prohibición de nuevo el despido objetivo y las bajadas de salarios al no haber sido informados de ello y considerarlo ls empresarios una «jugarreta» tras haberse consensuado y aprobado ya la reforma laboral.
La banca se empieza a hartar de Sánchez: “Están yendo muy tarde en todo”
La paciencia de los primeros espadas de la banca se agota. El desgaste constante al que se enfrentan las entidades de este país comienza a hacer mella en el discurso que se da en ‘on the record’ a la prensa y cada vez son más los altos directivos y banqueros que en el calor de los despachos comienzan a mostrar su hastío hacia este Gobierno, que “está yendo tarde en todo”.
Los grandes banqueros, desde Ana Botín, hasta José Ignacio Goirigolzarri, pasando por Carlos Torres han tenido hasta le fecha muy buenas palabras para la gestión de Pedro Sánchez, pero la relación con el Gobierno comienza a hacer aguas por las últimas decisiones que se han tomado en la Moncloa. Se ha dado de lado a la banca y encima se le ha utilizado para hacer campaña.
La relación se empezó a fragmentar cuando Nadia Calviño metió mano en los ERE y cierres de oficinas, llegando a la opinión pública los ahorros de costes del sector y convirtiéndose en el centro del debate. La situación se agravó más tarde con Carlos San Juan y la ‘revolución de los jubilados’. Volver a señalar a la banca no ayudó en nada, más y cuando una de las entidades más perjudicadas -Caixabank- cerró recientemente una fusión con Bankia, casi al dictado, en un entorno de pandemia y bendecida y auspiciada desde el propio Ministerio de Economía. “Pura hipocresía”, critican diferentes fuentes.
El verdadero problema se originó cuando se comenzó a jugar con las cosas del comer, con el dinero, con el balance y las cuentas de resultados. Fuentes financieras del más alto nivel lamentan profundamente que el Gobierno no haya querido tomar la ayuda que la banca le ha querido
A esto se le suma el monumental cabrero del representante de la banca, José María Roldán, el presidente de la AEB puso el grito en el cielo en la CEOE al enterarse por la prensa del nuevo paquete de medidas que preparaba Economía para intentar salvar a los empresarios afectados por la elevada inflación derivada del precio de la energía y que se ha agravado con la invasión de Ucrania.
Roldán teme que un aplazamiento de los préstamos ICO puede acarrear un nuevo problema para el sector porque el Banco Central Europeo (BCE) obligaría a la banca a provisionar aún más.
Aún no teniendo suficiente, Sánchez sigue apretando la tuerca y obligando a los primeros espadas a dar una imagen de unidad de cara al mundo con su enésima puesta de largo, que se dará este lunes para presentar un nuevo paquete de medidas que de novedosas tienen poco. La Moncloa ha invitado a todo el Ibex a semejante jolgorio, con apenas unos días de antelación.
Desde los diferentes gabinetes de comunicación han mostrado su estupor ante esta nueva muestra de hedonismo del Presidente del Gobierno. Como bien es sabido, la agenda de un presidente de banca es muy movida y no se les puede avisar con tan poco margen. Esto ha provocado cierto malestar, ya que obliga a revisar por completo los calendarios profesionales para intentar ajustarlos, de nuevo, al beneplácito de la Moncloa. Todo parece indicar que esta vez, Sánchez, estará más sólo que nunca en la foto. Y no será casualidad.
Fuente: Economía Digital
