Siempre es una buena noticia el descenso del paro y el incremento del empleo, pero la tendencia del mercado laboral no es buena, porque el aumento del empleo no es real, sino sostenido artificialmente.
Estacionalidad
El desempleo estacional es la ausencia de trabajo por razones forzosas que forman parte del entorno y la época del año. . Normalmente, en temporadas de verano, la oferta laboral comienza aumentar en las áreas de turismo y hostelería debido al aumento en las visitas turísticas. Asimismo, suele ocurrir en época de Navidad . Una vez finalizadas estas épocas o temporadas, la demanda laboral comienza a disminuir, desencadenando el desempleo. Los principales trabajos que experimentan el desempleo estacional son los cargos de socorristas, camareros, dependientes, agricultores y recolectores.
Tras la EPA del IVTR-2023 y del ITR-2024 que mostraron que se había destruido empleo en el trimestre y que si no caía más se debía a la importante creación de empleo público en el IVTR 2023, los datos de enero, donde el paro registrado y la Seguridad Social confirmaron que el año comenzó con un importante deterioro del mercado laboral, llegó marzo, que mostró que la bajada del paro y el aumento de cotizantes se debía, realmente, a la estacionalidad, al efecto de la Semana Santa, que este año ha sido pronto.
Ese mismo espejismo estacional continuó en abril, en mayo y junio, es la estacionalidad de la temporada de verano la que marca la evolución laboral, sin que se asiente de manera estructural.
Lo cierto es que la reducción del paro es el tercer peor registro de un mes de junio de los últimos trece ejercicios y la bajada interanual del paro es la segunda peor de un mes de junio de los últimos once ejercicios.
Si se elimina la estacionalidad, el paro apenas baja en 4.145 personas, que muestra que, realmente, no se reduce el desempleo por mejora de la actividad económica de forma permanente, sino pasajera, por la temporada de verano. La bajada de paro interanual a nivel nacional se queda en el 67% de la bajada del mes anterior y la mensual es, junto con la del año pasado, dos de las peores de un mes de junio.
Además, el paro no se comporta peor porque no se contabilizan como parados los temporales convertidos en fijos-discontinuos. La UE considera que hay casi un millón de personas (985.000) que no trabajan en España y que no están incluidas en las listas del paro. Recientes análisis de Fedea lo estiman, a partir de los demandantes de empleo con relación laboral, son más de 700.000.
Adicionalmente, España tiene la mayor tasa de paro de la UE, con un 11,7% (casi el doble que la media de la UE, en el 6%), y la mayor tasa de paro juvenil de la UE, con un 26,5%, con la particularidad de que, por ejemplo, en Grecia, lo ha reducido mucho más intensamente, de forma que ya no es ni el segundo con mayor tasa de paro juvenil, sino el tercero, mientras que España, desgraciadamente, mantiene ese triste liderazgo (último dato disponible: abril de 2024).
El paro entre los jóvenes (menores de 25 años) baja en 3.939 personas y siguen liderando, tristemente, la tasa de paro juvenil europea, con una tasa de paro juvenil del 26,5%, además de ser el séptimo país de la UE con más porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan.
La hostelería y el comercio tiran del empleo
Por regímenes, el General, el más numeroso del sistema, ganó 60.135 afiliados medios en junio (+0,3%), hasta un total de 17,94 millones de ocupados, mientras que el Régimen de Autónomos (RETA) sumó 9.210 afiliados a sus filas (+0,27%), lo que situó el total de cotizantes por cuenta propia en 3.386.432 personas.
Dentro del Régimen General, la hostelería protagonizó la mayor subida de la ocupación al ganar 32.030 cotizantes respecto al mes anterior (+2%) y le siguió el comercio, con 30.304 afiliados más (+1,1%)
Entre los pocos descensos mensuales de la ocupación destacó la educación, que perdió 51.645 ocupados (-4%) tras el fin del curso escolar. Por su parte, el Sistema Especial Agrario restó 37.800 afiliados en el sexto mes del año (-5,3%), en tanto que el del Hogar registró 2.347 bajas (-0,6%).
Por tanto, los datos de junio no son buenos, sino sólo maquillados por la estacionalidad, como sucedió en mayo, además de por el artificio de los fijos-discontinuos. Ésa es la realidad: la de un mercado laboral que sigue, cada mes, perdiendo intensidad, por mucho que la estacionalidad genere un espejismo.
Contratos
No sólo es que el empleo que se creó en los meses anteriores no fuese sólido: realmente, no se crea empleo, sino que se reparte empleo, en línea con el descenso de horas efectivamente trabajadas que muestra la EPA; es que la productividad desciende en términos interanuales, según la contabilidad nacional.
Además, en junio de 2024 se han registrado 576.885 contratos de trabajo de carácter indefinido, lo que representa el 41,15% de todos los contratos. Esto supone un descenso de 63.925 (-10,12%) sobre igual mes del año anterior, dos puntos porcentuales menos que en mayo, donde representaban el 43%. En magnitudes acumuladas -según analiza USO-, se han realizado 3.238.179 contratos por tiempo indefinido hasta junio de 2024, representando un descenso de 188.201 (-5,49%) sobre el mismo periodo de 2023.
Con estos cálculos, USO se pregunta de nuevo si ya estamos verificando que se frena la contratación indefinida con un sencillo estudio que pasa por analizar cómo se está distribuyendo los contratos indefinidos del mes de junio. Así, en cuanto a la duración de su jornada, tenemos 220.757 a tiempo completo (38,3%), 129.266 a tiempo parcial (22,4%) y 226,862 fijos discontinuos (39,3%).
Pero además una lectura somera de los números arroja otros datos, y es que el 21% de los contratos son inferiores a siete días. Solo en el mes de junio, de los 71.000 nuevos afiliados, 30.657 personas llegaron a firmar más de un contrato indefinido, como recalca el Gabinete de Estudios de USO (Unión Sindical Obrera).
Asimismo, respecto a junio de 2023, los primeros -a tiempo completo- han bajado en 21.594 (-8,91%), y los segundos -a tiempo parcial- se han reducido en 8.226 (-5,98%), mientras que los últimos -fijos discontinuos- descienden en 34.105 (-13,54%).
Fijos discontinuos y subsidios a parados
El auge de los fijos discontinuos con la reforma laboral y el refuerzo de los subsidios, además del aumento de la población activa por la inmigración, ralentizan ahora el descenso del paro
España es el país de la Unión Europea con más parados, 2,6 millones de personas, y la evolución más reciente aleja la posibilidad de mejorar la posición del país. En junio el desempleo bajó en 47.000, un dato que contrasta con los descensos habituales en ese mes (85.000 de media).
Además, si se mira en términos desestacionalizados (eliminando el efecto estacional del verano), la evolución fue aún más pobre. Una bajada en junio respecto a mayo de alrededor de 4.000 parados en el último mes, según el Gobierno y también Funcas.
“El paro ha ralentizado su descenso” destaca el servicio de estudios. La magnitud de la bajada en el desempleo “está en línea con el mes anterior” pero “claramente por debajo de los resultados registrados en meses anteriores”, explica la Fundación de las Cajas de Ahorros.
De hecho, otro aspecto llamativo que reflejan los datos de junio es que se crearon 24.000 empleos más de lo que bajó el paro, un desajuste poco frecuente en este mes. El motivo, según el Gobierno, es el fuerte aumento de la población activa por el empuje de la inmigración.
Dicho de otra manera, las empresas están contratando la nueva mano de obra que llega, en vez de sacar trabajadores del paro. Algo “muy positivo” porque “garantiza una mayor capacidad para afrontar la jubilación próxima de la generación del babyboom“, según el secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez.
Sin embargo, no es el único motivo. Las medidas adoptadas por el Gobierno en los últimos años y meses también afectan a la evolución del desempleo. En primer lugar, la reforma laboral ha ayudado a lucir una reducción del desempleo más intensa gracias a la figura del fijo discontinuo.
Con este contrato el empresario puede desactivar durante temporadas de menor actividad al trabajador, dejándole sin empleo ni sueldo, y este último cobrar incluso una prestación por desempleo. Pese a ello, no se contabiliza como parado en las estadísticas oficiales.
Como consecuencia, muchos de los que antes encadenaban contratos temporales con el paro y figuraban como desempleados en las estadísticas ahora quedan fuera. Sin embargo, el efecto ‘positivo’ en la estadística se pierde en los meses de verano, en los que se les solía contratar y sacar del paro.
Aquellos fijos discontinuos inactivos que hayan vuelto a trabajar han sido registrados como altas nuevas en afiliación (y por tanto han contribuido al aumento mensual del empleo) pero no como salidas del paro (y por tanto no han contribuido a reducir el desempleo).
Por otra parte, recientemente el Gobierno también ha reformado las prestaciones de los parados. Incrementa la protección al ampliar los colectivos que pueden cobrar subsidios, aumenta las cuantías, y permite compatibilizar durante un tiempo prestación y sueldo.
Tal y como destaca Funcas, en el último mes del que hay datos disponibles (mayo) el número de beneficiarios de prestaciones y subsidios fue superior al del mismo mes del año pasado. 47.500 personas más, con un total que ronda el millón y medio de beneficiarios.
La tasa de cobertura (porcentaje de los parados registrados que cobran alguna prestación) ronda, por tanto, el 60%. Y esto sin contar a algunos colectivos agrarios que perciben rentas o subsidios especiales. Además, el porcentaje podría aumentar en los próximos meses al haber extendido el Gobierno las ayudas a colectivos que antes carecían de esta cobertura.
Aquellos que no tuvieran incentivos para inscribirse como demandantes de empleo (al no tener derecho a una prestación o subsidio por desempleo) quedaban fuera de la estadística de paro. Sin embargo, la reforma incentiva su inscripción y, por tanto, puede elevar ahora las cifras de desempleo.
La reacción de las patronales
Las patronales también han reaccionado a estos datos de paro y de la afiliación. Entre ellos, la organización empresarial CEOE, para quien, pese a lo alentador de los datos, nos movemos aún en cifras elevadas de desempleo, con un evidente carácter estructural, y reforzar la eficacia de las políticas activas de empleo resulta prioritario y, en especial, la formación permanente, que será más relevante si cabe con la transformación digital y ecológica y la carencia de profesionales en diferentes sectores, para dar respuesta a las necesidades actuales y futuras del mercado de trabajo.
En cuanto a las condiciones laborales -sostiene la patronal que preside Antonio Garamendi-, «la temporalidad se mantiene en niveles significativamente bajos, con especial descenso en las mujeres y claramente en los jóvenes, situándonos en el entorno de los 14 millones de ocupados con contratos indefinidos, de los que más de 9,6 lo son a tiempo completo.
Pero -insiste-, pese a la resiliencia y fortaleza de nuestro mercado laboral y el esfuerzo y compromiso de las empresas con la economía y el empleo, «nuestro tejido productivo, especialmente las pymes y micropymes, que componen la inmensa mayoría de nuestro tejido empresarial, está fuertemente afectado por el incremento de los costes, el exceso de burocracia y la incertidumbre derivada de los continuos anuncios sobre cambios normativos».
De hecho -resalta el comunicado-, «la gran empresa está compensando la caída de trabajadores en las microempresas, donde el peso del empleo sobre el total ha descendido del 21,6% en 2019 al 18,7% en mayo de 2024».
En opinión de Cepyme, la favorable evolución de la afiliación a la Seguridad Social «es coherente con el perfil estacional del mes, en el que destacan los servicios enfocados a la campaña veraniega».
Ahora bien, el buen dato laboral del mes de junio -sostiene la organización que dirige Gerardo Cuerva– refleja «signos de ralentización, ya que se han sumado 324.218 cotizantes más en el primer semestre, frente a los 448.065 afiliados más que se sumaron en el mismo periodo del año anterior».
Por ello, Cepyme reitera el desgaste que sufren las pymes por los altos costes laborales, burocráticos y por la incertidumbre normativa, así como la posible llegada de medidas que alteren el horario laboral pactado, lo que «supondría una nueva subida de los costes salariales, aparte de reducir un 2,8% el número de horas trabajadas, de prosperar la reducción de jornada unilateral a 37,5 horas semanales». Ello -remata-, «unido al creciente absentismo y a los costes de reemplazo de personal, lo que engrosaría las cargas laborales de la empresa minando el empleo, justo cuando muestra síntomas de ralentización».
Por su parte, CEIM, la patronal de empresarios madrileña al frente de la cual está Miguel Garrido, considera que «se ha perdido ya la mitad del año sin tomar ni una sola medida que fomente la productividad. Mientras crece la contratación parcial y discontinua, las cotizaciones sociales lastran la creación de empleo a tiempo completo».
No en vano, destaca CEIM, «Madrid ha sido la provincia donde más baja el paro, y ya crea más del 25% de los puestos de trabajo de España en el último año».
Interesará: España encabeza un mes más el paro europeo con una tasa del 11,7% que prácticamente dobla la de los Veintisiete
https://www.larazon.es/economia/espana-encabeza-mes-mas-paro-europeo-tasa-117-que-practicamente-dobla-veintisiete_202407026683d0c60de31e0001fab8f2.html