LA PRIMA DE RIESGO: ¿SE REPITE CON SANCHEZ LA MISMA “HISTORIA” QUE CON ZAPATERO?

El BCE no se fía de Sánchez: impondrá condiciones al rescate de la prima de riesgo española

España encabeza la subida de la prima de riesgo en Europa y lidera con Italia la preocupación del BCE

Hace ya más de una década, en el que la prima de riesgo se convirtió en protagonista de todo análisis o tertulia que se preciara, e incluso en tema de conversación en la calle.

 

La temprana actuación del BCE en el inicio de la pandemia, comprando miles de millones de euros de deuda de países y empresas (300.000 millones en títulos españoles) ha provocado que pese a que los Estados hayan disparado sus gastos y sus déficits la prima de riesgo -el interés extra que los inversores exigen a los países periféricos respecto al bono alemán por el riesgo de cobro- se haya mantenido todo este periodo en niveles mínimos.

 

 

El BCE y su Plan antifragmentación de la deuda

Ahora, tras casi superar los efectos económicos  de la pandemia, las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania (incremento de los productos energéticos, dificultad de suministros y como consecuencia la inflación desbordada)  la presidenta del BCE, Christine Lagarde, anunció que en julio subirán los tipos en 25 puntos básicos y dejó abierta la puerta de que en septiembre la subida sea más agresiva, aunque todo dependerá de la evolución de la inflación. Esta decisión tiene una consecuencia inmediata para los países con mucha deuda y es que supone encarecer las condiciones de financiación para los estados y perjudica a aquellos que están más endeudados como España.

 

Además, el BCE anunció el fin de la compra de deuda a partir del 1 de julio, por lo que España tendrá más dificultades en el mercado. Ante esta situación, Lagarde señaló en la reunión, sin entrar en detalles, que el organismo tiene las herramientas para evitar la fragmentación del mercado de deuda soberana, aunque no especificó cuál era la solución concreta, pero en cualquier caso dicho Plan tendrá condiciones y como en la crisis la de 2008 no saldrá gratis e incluirá condiciones que el Gobierno de turno tendrá que cumplir.

 

El BCE ha anunciado el inicio el 9 de julio una nueva política de subidas de tipos de interés para atajar la inflación, en récord en Europa y España y ha anunciado la reinversión «flexible» de los vencimientos de deuda en nuevos bonos de los estados, es decir, que podrá utilizar los vencimientos de deuda de productos franceses o alemanes en la compra de deuda española.

 

Se prevé un nuevo mecanismo para acabar con lo que llaman la «fragmentación» de las primas de riesgo, dicho de otro modo, evitar que en países como España, Italia o Portugal se dispare la prima de riesgo -lo que pagan por financiarse en los mercados- mientras en otros países como Alemania u Holanda se mantenga estable.

 

Pero este mecanismo no será gratis para los países que se beneficien de ello. La situación se asemejará más a las ayudas que concede la Comisión Europea, que incluyen condiciones: la de 2012, solicitada en junio por el Gobierno de Mariano Rajoy, fue para la banca y obligó a las entidades a cumplir unos objetivos y la más reciente, los 140.000 millones concedidos a Pedro Sánchez, también incluye una serie de reformas macroeconómicas que Bruselas tiene que vigilar.

 

Preocupación en el BCE y “el efecto Feijoó”

La preocupación en el BCE es máxima con la evolución de la prima de riesgo de algunos países europeos. Principalmente, Italia, donde la fragmentación política es un polvorín que puede estallar en cualquier momento y poner en jaque a la tercera economía de la zona euro. También Francia, ya que el presidente Emmanuel Macron no tiene una posición política consolidada.

 

Y, por supuesto, España, donde se produce la paradójica situación de que, pese a que el actual Gobierno no es fuerte, los mercados descuentan una próxima victoria electoral de Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, quien ya ha hecho públicas sus políticas económicas basadas en la contención del gasto, la rebaja de impuestos y el control del déficit público. «Se da la paradoja de que Feijóo está salvando a Sánchez. Sin Feijóo, la prima de riesgo de España estaría más alta», explican las fuentes consultadas.

 

Alemania y los ‘frugales’ piden a los países del sur: “Pongan sus cuentas en orden”

La tormenta perfecta que atraviesa la economía de la eurozona ha disparado la inquietud en el Eurogrupo. Al impacto de la guerra en Ucrania, la inflación desbocada y los problemas de suministro se suman ahora las turbulencias en el mercado de deuda pública. Bruselas ya no descarta una recesión este año si Rusia corta por completo el suministro de gas a Europa, agravada por el descontrol de precios.

 

La inestabilidad creciente ha provocado que empiecen a reabrirse las viejas fracturas entre el Norte y el Sur, entre acreedores y deudores, que casi acabaron con el euro en la crisis de deuda de 2012.

 

Italia, España, Portugal o Grecia -cuyas primas de riesgo están subiendo a niveles preocupantes- celebran la intervención del Banco Central Europeo (BCE) para frenar la fragmentación en la eurozona.

 

Por su parte, Alemania y los países ‘frugales’ (con Austria a la cabeza) sostienen que el BCE debe centrarse en la lucha contra la inflación, es decir, en subir tipos rápido. Corresponde a los Gobiernos del sur recortar su abultado déficit público y definir una senda creíble de reducción de la deuda para generar confianza.

 

El ministro austriaco de Finanzas, Magnus Brunner, ha declarado: “Todo el mundo en Europa está en poner sus presupuestos en orden y ponerse en forma. Porque el BCE necesita tener más margen y el BCE sólo puede tener más margen si todos los presupuestos en todos los Estados miembros están en orden”.

 

Por su parte, el ministro alemán de Finanzas aunque mucho más diplomático en las formas, su mensaje de fondo es el mismo: “Todos los Estados miembros, incluyendo Alemania (porque prefiero hablar de Alemania y no dar consejos a otros) debemos volver a unas finanzas públicas saneadas, debemos reducir nuestros déficits y una senda creíble de reducción de la deuda”.

 

La ministra de Finanzas holandesa expresa que “La guerra en Ucrania, la inflación constante, la incertidumbre sobre los suministros, el riesgo de hambrunas en el continente africano, todo esto es una mezcla muy peligrosa”.

 

Por su parte, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, no ha hablado de reducir el déficit y la deuda, sino que ha puesto todo el énfasis en la actuación del Banco Central Europeo. A su juicio “El BCE tiene que seguir haciendo su función, que es mantener la estabilidad financiera dentro de la zona euro y garantizar que no habrá ningún episodio de fragmentación en los mercados de deuda pública de la zona euro, en un contexto marcado por la inestabilidad y la volatilidad de los mercados como consecuencia de la guerra en Ucurania”.

 

El comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, indica que. “Estamos navegando en aguas turbulentas, pero eso no significa que una recesión es inevitable” y  ha reclamado a los países muy endeudados que adopten una política presupuestaria “prudente” y que utilicen los fondos europeos Next Generation para sostener la inversión. A su juicio, la intervención del BCE para mantener bajo control las primas de riesgo es también “muy importante”.

AQUÍ PUEDES DESCARGARTE LA FICHA COMPLETA

Descarga la ficha en PDF

Deja un comentario