Fedea afirma que el sistema de pensiones está en riesgo y que las medidas incorporadas en el decreto no garantizan su viabilidad
Fedea ha publicado el primero de una serie de documentos sobre la reforma del sistema de pensiones, en el cual se concluye que, aunque estas medidas contribuyen a reducir el desequilibrio del sistema, aún quedan muy lejos de garantizar su sostenibilidad. En este documento, el primero de una serie que Fedea publicará para cuantificar el impacto de las distintas reformas de pensiones aprobadas en esta legislatura, De la Fuente revisa “significativamente” al alza la estimación que realizó “de urgencia” hace unas semanas sobre el incremento de gasto que supondrá la mejora de las pensiones mínimas.
Se analizan sus efectos sobre los ingresos y gastos del sistema hasta 2050, y el análisis confirma las conclusiones de sus cálculos preliminares: las medidas recogidas en el RDL generan, en el mejor de los casos, unos ahorros netos de magnitud modesta que ayudarán a mejorar la sostenibilidad del sistema público de pensiones – pero están muy lejos de las cuantías que serían necesarias para devolver el sistema al equilibrio tras la primera fase de la reforma.
Esos ahorros, además, se reducen sustancialmente, hasta desaparecer en la parte final del período analizado, si se calculan con respecto a la normativa utilizada en el Ageing Report, que sería la referencia más apropiada de cara a las evaluaciones trienales que exige el nuevo MEI.
Según el análisis de Fedea, las medidas incorporadas en el decreto de pensiones aumentarán el gasto en un 0,51% en 2050, mientras que los ingresos crecerán en un 0,9%. Esto resulta en un ahorro neto de costes del 0,39%, inferior al 0,66% proyectado en la memoria del decreto.
Dentro de las medidas de gasto, Fedea estima que, en 2050, la subida de las pensiones mínimas y del complemento de la brecha de género contemplada en la reforma supondrán un gasto del 0,28% del PIB, mientras que los cambios en la pensión inicial derivados de la ampliación del periodo de cálculo a 29 años (descartando los dos peores) implicarán un gasto del 0,18% del PIB. A ello, hay que sumar el gasto por el incremento de la pensión máxima, que Fedea cifra en el 0,05% del PIB.
En lo que se refiere a las medidas recaudatorias, De la Fuente calcula que la subida de la sobrecotización del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) desde el 0,6% al 1,2% permitirá ingresos en 2050 por valor del 0,40% del PIB, el mismo porcentaje que se ingresará por el destope de las bases máximas, aunque calculadas en términos constantes. Además, la cuota de solidaridad que establece la reforma para gravar los salarios más altos proporcionará ingresos del 0,10% del PIB.
En el informe se argumenta también que sería deseable aprovechar la tramitación del texto como proyecto de ley, al menos para eliminar ciertas imprecisiones en la redacción de la condición que activa el mecanismo de ajuste del MEI, e idealmente para reformular dicha condición en términos de un tope máximo al déficit básico del conjunto de la Seguridad Social
esperado en promedio entre 2022 y 2050