El SEPE nunca ha sido la fuente más fiable a la que acudir para conocer cuáles eran las cifras reales del paro, y la mayoría nos quedábamos con los datos de la EPA, que siempre nos ofrecían mayor credibilidad.
Pero los datos que presenta el INE en su EPA siempre habían reflejado la realidad, aunque eso supusiera sonrojar a los gobiernos de turno. Los datos que acaba de publicar el INE en la EPA del I trimestre de 2025 apenas han tenido repercusión, pero se observa una preocupante posible excesiva cocina.
Por ejemplo, en diciembre de 2008, cuando estalló la crisis financiera mundial, el SEPE informó de 3,129 millones de parados mientras que la EPA del cuarto trimestre estimaba 3,207 millones, una diferencia de 77.800 personas. Al cierre de 2009 la EPA registraba 411.400 desempleos más que el SEPE. La salida de Zapatero la brecha entre la EPA y el SEPE aumentaba a 864.900 personas. La discrepancia más grande se produjo en 2013, con una diferencia brutal de 1.234.300 desempleados.
A lo largo de los años, la discrepancia entre ambos organismos ha persistido, con variaciones mayores o menores. En diciembre de 2022 la EPA reflejaba 243.900 parados más que el SEPE. Un año más tarde, en 2023, esa diferencia se redujo a 153.300 y, en diciembre de 2024, apenas alcanzaba los 34.800. Es decir, la EPA casi cuadraba con los datos del SEPE. Pero el dato recién publicado por el INE parece tan manipulado como las encuestas del CIS, lo cual lo hace aún más preocupante.
Es habitual que en el primer trimestre del año aumente el desempleo respecto al cuarto trimestre del año anterior. Sin embargo, lo alarmante es que el incremento registrado en el primer trimestre de 2025 ha sido de 193.700 parados más, lo que representa el mayor aumento en un primer trimestre desde 2013, más incluso que durante la pandemia y la pospandemia. Este dato pone en evidencia la fragilidad del empleo que proclama este gobierno, que lleva tiempo ocultando información de forma sistemática. Los datos del INE lo respaldan:
En la primera columna tenemos los parados de la EPA en el primer trimestre de cada año, en la segunda los parados de la EPA en el cuarto trimestre y, en la tercera, el incremento en el primer trimestre frente al cuarto trimestre del año anterior del número de parados.
Se observa que el peor año fue 2020, cuando la pandemia ya nos había golpeado y nos confinaron el 14 de marzo. La EPA registró un incremento de 121.100 parados. El segundo peor año de la serie desde 2013 fue 2024, con un aumento de 117.100, y el tercero fue 2023, con 104.700 más. Sin embargo, en 2025 la cifra se ha disparado hasta los 193.700, superando todos los registros anteriores. Las cifras del INE, aunque Manzanera ya ha metido mano en la cocina de la EPA, son demoledores, sobre todo porque ponen en entredicho uno de los principales argumentos con los que este Gobierno presume de gestión.
Fuente: José Ramón Riera | El Gobierno pierde el control del paro (y del relato)