Desde el 2015, año en que las comunidades autónomas tuvieron un déficit muy cercano a los 20.000 millones, no han parado de mejorar sus modelos de gasto hasta llegar al 2021, en el que solo han generado un déficit de 334 millones de euros.
El Estado necesitó para su funcionamiento 576.576 millones de euros, de las cuales las comunidades gastaron el 39 %, o sea, 224.331 millones. Por ejemplo, de los 121.086 millones de salarios públicos, el 76 % corresponde a las comunidades autónomas pues tienen responsabilidades transferidas como son la sanidad y la educación.
Aunque las comunidades suman más de 310.000 millones de deuda, muchas de ellas están consiguiendo reducir tanto su deuda como sus gastos financieros, justo lo contrario de lo que está haciendo en estos últimos cuatro años el Estado español. La partida de intereses de las comunidades es solo el 13 % del total del Estado.
Las prestaciones de desempleo y las pensiones son responsabilidad del Estado, y las subvenciones, que suman la barbaridad de 16.680 millones, una cuarta parte está en manos de las comunidades.
De los 51.050 millones de la partida de otros gastos corrientes, el Estado transfiere 29.000 millones a las comunidades para su financiación y aparecen en la partida de ingresos de estas últimas. En la partida de otros gastos de capital, quien realmente se lleva el dinero son los Organismos del Estado y los Organismos dependientes de las Comunidades para regularizar sus balances.
Los ingresos más importantes de las comunidades son los impuestos que se le asignan directamente a cada una por la recaudación de IRPF y el IVA y las Transferencias Corrientes que la Administración Central del Estado realiza a cada comunidad de acuerdo con el pacto existente en la actualidad. Hay muchas comunidades con sus propios impuestos, pero no hay ninguna que supere con dichos impuestos el 7 % de sus gastos y la mayoría no llega al 3 %.
Cuando el Estado realiza transferencias extraordinarias a las comunidades la IGAE las recoge como transferencias corrientes en la partida de gastos del Estado y como ingresos en la partida de ingresos de las comunidades.
Por lo tanto, si pensamos que de los casi 224.000 millones de ingresos de las comunidades, el 95 % viene del Estado, esto quiere decir que las comunidades se llevan el 43 % de los ingresos del Estado. La administración Central del Estado, por lo tanto, ha generado un déficit del 85.576 millones.
En definitiva, podemos concluir y concluimos que el único que no sabe gestionar es el Gobierno Central
