La inflación y los precios disparados estrangulan las economías domésticas y afectan negativamente a la calidad de vida de los consumidores españoles, que cada vez más se ven obligados a modificar sus hábitos de consumo.
Una situación dura que obliga a ajustes
La crisis se está dejando sentir, y de qué manera en los hogares españoles. A final de 2022 según las encuestas de la OCU realizadas en abril y diciembre, se constata que la situación ha empeorado y las más de 1.300 respuestas, una muestra representativa de la población española permite extraer que la situación financiera de más de un tercio presenta graves dificultades, un 35% de los españoles considera que su situación financiera es difícil o muy difícil, un porcentaje mucho mayor que el de hace unos meses.
Apenas un 15% de los encuestados considera que tiene una situación económica cómoda, cuando en abril ese porcentaje era muy superior, el 28%. Es el país del grupo donde más se ha acusado esta diferencia: la crisis no solo se ceba en los que tienen una situación más difícil, sino que incluso los que tenían una situación más saneada ven como esta empeora. Además, el 54% considera su situación económica peor que hace un año (frente al 38% de abril) y que el 39% indica no tener margen de maniobra para más incrementos de precios (frente al 34% de abril)
Como revela la encuesta, no solo crece el número de hogares con dificultades, sino que cada vez son menos los que tienen una situación desahogada.
Tirando de ahorros
6 de cada 10 echa mano a sus ahorros, y un tercio ha pedido prestado dinero a familia y amigos. Apenas un 17% es capaz de ahorrar más de 300 euros al final de mes, mientras que un 22% vive completamente al día (casi la mitad de los encuestados acaba el mes ahorrando 100 euros o menos).
El resultado es que son muchos los que se ven obligados a echar mano a sus ahorros: es el caso del 37% de los encuestados.
Otros se han visto obligados a pedir dinero a familiares o amigos (un 15%) o incluso solicitar un préstamo en estos meses (11%) para hacer frente a sus gastos.
Obligados a cambiar de hábitos
El 52% de los que dicen tener una situación difícil o muy complicada indican que a duras penas pueden afrontar el pago de las facturas energéticas o directamente es algo que no pueden pagar.
Ajustes en el consumo energético
Un 93% ha cambiado sus hábitos de consumo energético para reducir la factura, apagando luces, apostando básicamente por apagar o bajar la calefacción, desconectar dispositivos para evitar el stand by, hacer un uso más eficiente de los lectrodomésticos… pequeños cambios que, aunque afectan a la calidad de vida, tienen un impacto moderado.
Hábitos alimentarios
El 90% de los españoles encuestados han cambiado algo en sus hábitos alimentarios, unos cambios que, en mayor o menor medida, inciden negativamente en la calidad de su dieta (así lo consideran el 68% de los encuestados):
- 3 de cada 10 usuarios compran menos carne o pescado
- El 18% menos fruta y vegetales
- El 23% menos comida en general
- 2 de cada 3 compra ahora más productos en oferta, o más marcas blancas.
- Más de la mitad de los usuarios compra ahora más en supermercados descuentos o low cost.
También se han recortado bastante otras partidas de gasto, como el ocio, los viajes o las actividades sociales o culturales…: solo un 1% dice que no ha hecho ningún cambio en los últimos meses, pero un 39% dice haber recortado mucho sus gastos en viajes y vacaciones o escapadas, un 37% lo que destinaba a actividades culturales, un 33% el presupuesto para ocio, deporte ( como han hecho el 29% de los encuestados) o gasta menos en ropa (23%).