El INSTITUTO SANTALUCÍA, plataforma de investigación y debate del GRUPO SANTALUCÍA, invita a explorar estas y otras cuestiones a través de su nueva “Guía para la (buena) vida sénior”, realizada en colaboración con LoRIS (Longevity & Retirement Income Solutions). Se trata de una Guía de preparación, tanto para las personas sénior como para las que todavía no lo son, para cuando estén viviendo las “etapas de la vida sénior”. La clave para una buena vida sénior está en ordenar los recursos para satisfacer las necesidades vitales. La buena planificación de la vida sénior desempeña un papel decisivo a fin de reducir la incidencia de los problemas de salud o financieros.
La etapa sénior conlleva un cambio en el orden de importancia de nuestras necesidades vitales
Desde relaciones profundas hasta una salud vibrante, pasando por el bienestar financiero hasta el enriquecimiento personal; esta guía desglosa las seis dimensiones esenciales de la vida sénior (la formación, el trabajo, el ocio, los recursos, las relaciones sociales y personales y la salud) y ofrece pautas fundadas para prevenir, afrontar, aprovechar o recuperarse, incluso, de estas necesidades que, además, se recogen en un decálogo al final de la guía. También, establece en diversos niveles de importancia el peso y valor de cada una de estas dimensiones, según diferente corte de edad dentro de la etapa sénior.
El ciclo vital de una persona está salpicado de numerosos acontecimientos accidentales, previstos institucionalmente (ciclos educativos obligatorios, jubilación) o voluntariamente asumidos (llegada de los hijos). En lo que se refiere a las personas de 55 y más años, una buena parte de estos hitos tienen que ver con su estado laboral y de salud. Así, para preparar una vida larga y afrontar los problemas que la etapa sénior conlleva, el INSTITUTO SANTALUCÍA aconseja anticipar una estrategia basada en la planificación.
Los 55 años representan para la mayoría de los trabajadores el cénit de su carrera laboral y el inicio de una vida, a priori, sin cargas (hipoteca o hijos, por ejemplo). En este sentido, la Guía indica que la clave para la consecución de una buena vida sénior consiste, básicamente, en ordenar los recursos para satisfacer las necesidades vitales, que son muy variadas. Éstas tienen que ver con la formación, muchas personas sénior necesitarán renovar sus cualificaciones para seguir en el ambiente laboral unos lustros más; las soluciones residenciales con fórmulas como el co-housing o co-living cuando se requieran cuidados de larga duración; la planificación financiera y las relaciones personales, o la prevención de la soledad no deseada, entre otras.
Preparación a la jubilación para garantizar una buena vida sénior
Entre los consejos para la consecución de una buena vida sénior, la Guía destaca la prolongación de la vida laboral y la posterior jubilación. En España, la prolongación de la vida laboral tiene premio en forma de relevantes complementos de pensión, incluso por encima de la máxima. Además de facilitar la constitución de un ahorro de última hora nada despreciable cuando la vida previa de un individuo no ha sido suficiente en ese sentido. Esta prolongación, además, puede hacerse también compatibilizando la pensión con los ingresos laborales y esta compatibilidad se encamina, a pesar de las apariencias, hacia la recuperación plena del importe de la pensión, no al 50% que se obtiene en la actualidad.
La línea jubilar es, mayoritariamente, “todo o nada”, con una franja poco poblada por ahora de diferentes opciones. Una buena preparación para la jubilación podría evitar las posibles sorpresas que pueden surgir. Tal y como subraya la ‘Guía para la (buena) vida sénior’, las empresas desconsideran casi por completo la preparación para la jubilación de sus empleados sénior, probablemente porque estos lo descuidan también induciendo esta desconsideración en sus empleadores y hasta en las organizaciones sindicales. La vida sénior, en fin, es un viaje lleno de posibilidades. La preparación para esta etapa que, en buena medida, gira alrededor de la jubilación no debería ser una idea lejana o una preocupación tardía, sino que deberíamos abrazarla con el mismo ímpetu con el que cuidamos y miramos por nuestras pensiones. La “Guía para la (buena) vida sénior” del INSTITUTO SANTALUCÍA muestra cómo anticipar un futuro que todos compartimos, y cómo recibirlo con ilusión, ganas y sin incertidumbre.
ENLACE A LA GUIA
guia_buena_vida_senior_2023.pdf (institutosantalucia.es)