UN ESTUDIO SITÚA A ESPAÑA COMO EL PEOR PAÍS DE LA UNIÓN EUROPEA PARA JUBILARSE

A nivel mundial nuestro país sólo supera a Rusia, Brasil, Turquía, Colombia e India

La gestora francesa Natixis sitúa la calidad de la jubilación española en el puesto 39 de 44 países de todo el mundo

 

España es el peor país de Europa para jubilarse

Así lo dictamina el índice mundial de jubilación de 2024 que elabora la gestora de inversiones francesa Natixis. La esperanza de vida y el acceso a la sanidad no son suficiente atractivo para compensar la precariedad laboral, las desigualdades de renta y el escaso ahorro a largo plazo. A nivel mundial, nuestro país ocupa el puesto 39 de la tabla -desciende dos respecto a 2023-, solo por delante de Rusia, Brasil, Turquía, Colombia e India.

 

Para establecer su ranking esta entidad analiza entre más de 8.000 de sus inversores particulares las condiciones de vida de los jubilados en 44 países. Así, el Índice Mundial de Jubilación de Natixis tiene en cuenta aspectos como los factores financieros, el acceso a la atención sanitaria y su coste, las condiciones climáticas, el estado de la gobernanza y la felicidad general de la población. Suiza, Noruega e Islandia pueden presumir de las jubilaciones de mayor calidad.

 

España obtiene una puntuación global del 49% que le otorga el citado puesto 39, frente a la mayor puntuación de Suiza (82%), que desbanca a Noruega de la primera plaza.

 

De acuerdo con los resultados de 2024, España desciende dos puestos en el ranking global, hasta situarse en el puesto 39 de 44 países, con una puntuación del 49%, un punto más con respecto a 2023. Así, en 2024, España sólo supera a Rusia, Brasil, Turquía, Colombia e India, ya que China y México han adelantado al país en comparación con los resultados de la edición 2023.

 

A pesar de este descenso en la clasificación global, España resiste en el top 20 de los subíndices de Salud (85% de puntuación) y Calidad de Vida (75% de puntuación). Sin embargo, los resultados en los subíndices de Bienestar Material y Finanzas en la Jubilación lastran al país, con unas puntuaciones de 16% (tercer peor resultado junto con Brasil y sólo por encima de la India y Colombia) y 58%, respectivamente.

 

Según el informe, España mantiene desde hace años una evolución negativa, ya que en 2014 ocupaba el puesto 30. «España sigue anclada en la parte baja de la clasificación del desempleo, en el puesto 44, con una puntuación persistentemente baja. El país sigue lidiando con la prevalencia de los contratos temporales en los sectores del turismo y la hostelería, así como con la baja productividad del país en general, que las reformas laborales en curso aún no han abordado plenamente», explica el informe de Natixis IM.

 

¿Por qué nuestro país ocupa una posición tan baja si, por ejemplo, es el sexto en cuanto a esperanza de vida? Efectivamente, España se sitúa entre los 20 mejores países en ciertas materias: en el de acceso a la sanidad (85%) o calidad de vida en el día a día (75%). Y figura en la parte medio alta de la tabla en cuestiones como la gestión y saneamiento del agua (puesto 15); los factores medioambientales (puesto 17) y en la calidad del aire (22).

 

El problema son otros apartados que hunden la puntuación global de las jubilaciones españolas. Por ejemplo, su puntuación es baja en educación y prácticas financieras en el retiro (con un puntuación del 58%), y cotiza muy a la baja en bienestar material (16%), solo por encima de India y Colombia. España es el peor país de todos los analizados por sus niveles de desempleo, y también se ve lastrada por una mayor precariedad en la calidad de los puestos de trabajo.

 

Todas estas circunstancias aumentan la inseguridad de los futuros jubilados y las desigualdades de renta entre los trabajadores y los pensionistas. “España sigue lidiando con la prevalencia de los contratos temporales en los sectores del turismo y la hostelería, así como la baja productividad del país en general, que las reformas laborales en curso aún no han abordado plenamente”, concluyen los autores del informe.

El estudio destaca una tendencia negativa sostenida para España, que en 2014 ocupaba el puesto 30. Los resultados deben ser un toque de atención pues la situación podría empeorar si no se toman medidas urgentes. “Debemos ser conscientes del envejecimiento de la población y el impacto que esto tiene sobre el sistema de pensiones. Los ciudadanos tenemos que asumir nuestra responsabilidad en garantizar nuestra seguridad económica en la jubilación”, aseguran.

 

Para ello es fundamental seguir avanzando en materia de educación y cultura financiera, al tiempo que considera necesario que las autoridades públicas impulsen el ahorro a largo plazo a través de incentivos que ayuden a canalizar la inversión hacia los vehículos más apropiados para cada individuo.

 

El 81% de los ciudadanos del mundo cree que financiar la jubilación es su responsabilidad

Según el Índice Mundial de Jubilación (GRI) elaborado por Natixis IM, las condiciones para jubilarse se mantienen estables a nivel mundial. La última edición de este índice muestra que, después de que el año pasado casi todos los países desarrollados mejoraran su puntuación, la jubilación está asegurada.

 

La lista de países que figuran entre los 10 primeros del índice se ha mantenido igual durante dos años consecutivos. Sin embargo, los particulares sienten la presión a medida que más y más se dan cuenta de que están solos cuando se trata de financiar su seguridad económica en la jubilación.

 

El GRI proporciona una referencia mundial que incorpora una amplia variedad de factores esenciales para que las personas disfruten de una jubilación saludable y segura. Entre ellos se incluyen importantes factores financieros, así como consideraciones como el acceso a la atención sanitaria y su coste, las condiciones climáticas, el estado de la gobernanza y la felicidad general de la población. Las clasificaciones del GRI son relativas, no absolutas, y se basan en un agregado de puntuaciones medias del 0% al 100% para 18 medidas de rendimiento en cada uno de sus cuatro subíndices (Finanzas en la Jubilación, Bienestar Material, Salud y Calidad de Vida) que se combinan para ofrecer una imagen global del entorno para los jubilados.

A pesar de las perspectivas generalmente positivas para la seguridad de la jubilación a nivel mundial, los resultados de la Encuesta Global Natixis de Inversores Individuales de 2024 muestran que el número de individuos que cree que es cada vez más su responsabilidad financiar la jubilación por su cuenta, en lugar de depender de las pensiones públicas y privadas, creció del 67% al 81% entre 2015 y 2023. Además, el número de individuos que cree que hará falta un milagro para alcanzar la seguridad en la jubilación aumentó del 40% en 2021 al 45% en 2023. Uno de cada cinco inversores (19%) afirma que, aunque pudieran ahorrarse un millón de dólares, no podría permitirse la jubilación, lo que incluye al 18% de los que ya han acumulado un millón de dólares.

 

El informe también identifica cuáles son los riesgos a los que se enfrentan los particulares, en concreto, ha identificado cuatro. En primer lugar señalan los tipos de interés. «Mientras que los tipos bajos habían sido un riesgo clave para los jubilados durante los más de 15 años posteriores a la Crisis Financiera Mundial, el entorno actual de tipos más altos presenta nuevos riesgos. En particular, con más de 6 billones de dólares invertidos en fondos del mercado monetario, depósitos e instrumentos similares, deben ser conscientes de cómo la actual trampa del efectivo podría impedirles satisfacer su necesidad de una fuente sostenible de ingresos a largo plazo», explican.

 

En segundo lugar, identifican la inflación. En su opinión,  lo peor puede que ya haya pasado, ya que la inflación retrocede lentamente hacia los objetivos de los bancos centrales, pero el episodio de subida de precios posterior a la pandemia ha servido para recordar con crudeza lo rápida y grave que puede ser la inflación. Ahora que el 83% de los inversores afirman que los recientes acontecimientos les han recordado la gran amenaza que supone la inflación para la seguridad de su jubilación, los inversores tendrán que actuar en consecuencia para asegurarse de que están preparados para cualquier nuevo episodio en el futuro.

 

Otro riesgos es la deuda pública, que en los  países de la OCDE se ha más que duplicado en el primer trimestre del siglo XXI, mientras los responsables políticos sorteaban, primero la crisis financiera mundial y, luego, la pandemia del Covid-19. Aunque las medidas eran necesarias para evitar el colapso económico a corto plazo, a los responsables políticos no les queda más remedio que pagar la deuda a largo plazo. A un número creciente de personas les preocupa que se les pida que paguen la cuenta y que esto se traduzca en recortes de las prestaciones públicas de jubilación, que son la piedra angular de sus planes de jubilación.

 

Por último, señalan como riesgo «las propias personas». «Una jubilación segura es un viaje, no un destino. El éxito requiere expectativas realistas y un compromiso significativo por parte de los individuos. Aunque muchos pueden apreciar esto en concepto, no todos los inversores establecen hipótesis razonables y se fijan objetivos realistas. Los resultados de la encuesta GRI muestran que los inversores no tienen una visión consistente de lo que se necesita para tener éxito», concluye la gestora en su informe.

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