El Ministerio de Yolanda Díaz ha citado a los agentes sociales a las 16:30
La patronal llega contraria a un alza que ven inviable para las pequeñas empresas
Los sindicatos piden más de 50 euros al mes y exigen claridad con el IRPF
El Ministerio de Trabajo quiere cerrar esta misma tarde un acuerdo definitivo para la revalorización del salario mínimo interprofesional (SMI). El equipo de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, sin embargo, llega con su pretensión a una mesa de diálogo en la que de momento su oferta de elevar la renta mínima en 50 euros al mes a los 2,5 millones de beneficiarios no convence a las patronales, que lo ven «inasumible» para las pequeñas empresas, ni está a la altura de lo que esperan los sindicatos, que miran más hacia los 1.200 euros a falta, además, de que el Gobierno aclare si finalmente va a pagar el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
La cita con los agentes sociales es a las 16:30 horas y los de Díaz confían en que de ella salga el nuevo pacto para subir el SMI, que se aprobará con carácter retroactivo al 1 de enero. La oferta de Trabajo, que sigue la recomendación de alza máxima del comité de expertos, dejaría el salario mínimo en 1.184 euros mensuales en 14 pagas.
Inasumible para los empresarios
Desde 2020, el acuerdo es bipartito entre Gobierno y sindicatos; la CEOE y Cepyme no han avalado las sucesivas subidas desde la del año de la pandemia -cuando aumentó de 900 a 950 euros- al considerar que el esfuerzo exigido es inviable para muchos empresarios, aunque siempre se han mantenido en el diálogo. El miércoles por la mañana el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, reúne a su comité y a su junta directiva para examinar la oferta de Trabajo; los órganos de gobierno de Cepyme, con Gerardo Cuerva al frente, lo hicieron ayer por la tarde.
Trabajo tendrá difícil convencer en este flanco. Garamendi acusa a Trabajo de no tener en cuenta si la cantidad que propone incrementar puede ser asumida por los autónomos y los pequeños negocios. Esto ha valido para el enésimo cruce de acusaciones entre el líder de la CEOE y Díaz, que le acusa de permitirse hacer declaraciones de este tipo porque cobra al mes 25 veces el SMI y le insta a volver a la CEOE de antaño, la que llegaba a acuerdos «por el bien de España» y de los intereses generales del país.
Los cálculos de los representantes de los empresarios les lleva a tachar la subida de «inasumible», especialmente para los pequeños negocios. En concreto, Cepyme estima que 50 euros para el SMI implicarán un coste salarial para las empresas superior a los 80 euros mensuales. Así, indican que el coste salarial para las empresas, incluyendo las cotizaciones sociales a cargo de la empresa y el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), a una horquilla de entre 1.816 y 1.903 euros mensuales, según sea el tipo de cotización por accidentes de trabajo.
Insuficiente para los sindicatos
Los sindicatos, por su parte, pretenden dar batalla para llegar a un nuevo pacto. De momento, en sus declaraciones han dejado claro que el nivel de subida les es insuficiente, ya que estiman que para que el SMI llegue al 60% del salario medio (exigencia de la Carta Social Europea) habría que elevarlo entre un 5% y un 6%, lo que lo situaría en torno a los 1.200 euros mensuales, frente a los 1.184 que supone la subida del 4,4% que propone el Ministerio. En este sentido, desde Trabajo ya han señalado que su posición es «flexible» de cara a alcanzar un acuerdo aunque han instado a la vez a respetar los parámetros del estudio de los expertos.
En la postura de CCOO y UGT pesa además la decisión final que vaya a tomar el Gobierno con respecto a si el SMI va a volver a quedar exento de tributar en el IRPF, como ha ocurrido tras las alzas anteriores, o si finalmente el planteamiento del Ministerio de Hacienda de acabar con este favor se va a materializar con la nueva subida. Mientras la cartera de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, espera conocer el alza definitiva para tomar la decisión, los sindicatos quieren que se aclare la cuestión tributaria para pactar teniendo todos los detalles.
A este respecto, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha aclarado que el sindicato «no se demoniza» que el SMI pueda estar sujeto a tributación en el IRPF, pero como no saben si finalmente será así, han pedido 1.200 euros siguiendo la máxima de «más vale prevenir que curar». Menos comprensivos se han mostrado desde UGT. El sindicato que encabeza Pepe Álvarez ha advertido de que no se apoyarán una subida de la renta mínima si no queda exenta de tributar en el IRPF por ser una cuestión de «justicia fiscal».
Desde Trabajo se muestran partidarios de dejar fuera de tributación el SMI pero recuerdan a los representantes de los trabajadores que es competencia del Ministerio de Hacienda.
El último escollo, el del Ministerio de Economía, parece solventado tras varios desencuentros entre las carteras de Díaz y la del ministro Carlos Cuerpo en las últimas semanas a tenor del salario mínimo, que la cartera económica instaba a elevarlo un 4%, al nivel del avance de la economía, y, sobre todo, de la reducción de jornada hasta las 37,5 horas semanales que Trabajo y sindicatos han pactado para este año. En los últimos días, sin embargo, desde Economía han confirmado sentirse cómodos con el incremento de 50 euros.
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