- El informe de Inspección no es obligatorio en Ertes de limitación e impedimento
- La Inspección dice haber impuesto 1.269 infracciones hasta el 15 de septiembre
Los 956 inspectores de Trabajo más otro centenar de subinspectores están trabajando fines de semana y festivos para cumplir con las 250.000 actuaciones previstas este año con motivo de la pandemia. La pretensión del Organismo Autónomo de la Inspección -aunque se creó en 2015, el próximo ejercicio será el primer año que cuente con presupuesto propio- es que este 2020 se realicen 100.256 inspecciones relativas al fraude en los Ertes, en concreto en las prestaciones y la posible connivencia entre empresarios y trabajadores; otras 116.189 inspecciones derivadas de la habilitación que se otorgó a los inspectores en junio para que controlen y adviertan a las empresas del riesgo de la exposición al Covid-19 en los centros de trabajo, 30.813 informes de los Ertes y, finalmente, 2.876 inspecciones para investigar denuncias laborales de los trabajadores. En total 250.134 actuaciones.
Lo que supone un sobreesfuerzo para la plantilla de la Inspección de Trabajo, según Ana Ercoreca, presidenta del Sindicato de Inspectores Fiscales que declara a eE que solicitaron la semana pasada a los ministros de Seguridad Social, José Luis Escrivá, y de Trabajo, Yolanda Díaz, que se refuerce la dotación humana para hacer frente no sólo a la carga de trabajo derivada del Covid, sino de otras normas laborales como la igualdad salarial de género o el teletrabajo, recientemente aprobados. Los ministros reconocieron en la reunión la necesidad de aumentar la plantilla, pero no hubo compromisos concretos, según señala Ercoreca.
El mes de octubre ha sido especialmente duro para los inspectores, debido a la avalancha de peticiones de Ertes -25.000 según publicó este diario el sábado-, tanto de las nuevas modalidades de limitación e impedimento, como los de cadena de valor. Ercoreca declara que han tenido que resolver entre 6 y 7 Ertes cada día. Una avalancha que podría agudizarse este mes ante la decisión de varias comunidades de cerrar la restauración. Para aliviar la carga de trabajo, el pasado martes, Trabajo aprobó en el RDL 32/2020 que ya no sea obligatorio el informe de la Inspección para tramitar Ertes de limitación e impedimento. No obstante, las autoridades laborales tienen la potestad de solicitar a la Inspección informes si tienen dudas con algún Erte.
Mercedes Martínez, portavoz de la Unión Progresista de Inspectores de Trabajo, explica que en el apartado de fraude vigilan si hay empleados en el Erte que están trabajando; si están con reducción de jornada y hacen más horas de las establecidas (visitan los centros fuera del horario, aunque es más complicado determinarlo cuando se teletrabaja) y buscan también connivencia entre empresas y personas para hacerse pasar por empleados de empresas que han solicitado un Erte para cobrar la prestación. El fraude se comete mediante la creación de empresas ficticias o la contratación de personas de empresas ficticias ya existentes. Se ha investigado a aquellas sociedades que hubiesen contratado después del 14 de marzo.
Trabajo cifró en una respuesta en el Congreso en 1.269 las infracciones impuestas hasta el 15 de septiembre y que habían realizado 28.438 actuaciones hasta entonces.
Fuente: El Economista