REFORMAS DE PENSIONES EN ESPAÑA Y FRANCIA: UN RETO COMÚN, MEDIDAS DIFERENTES PERO CON RESULTADO SIMILAR: “TOMA EL DINERO Y CORRE”

La reforma de las pensiones persigue básicamente el mismo objetivo en los dos países, pero mientras que el Gobierno español ha logrado un consenso, aunque parcial y sólo con los “sindicatos de clase” subvencionados sobre los cambios en las pensiones, el Ejecutivo francés ha provocado protestas y huelgas masivas contrarias a su reforma a la que se oponían los sindicatos.

 

Este año, tanto Francia como España han promulgado reformas de sus sistemas de pensiones para dotarlos de una base financiera más sólida e incentivar el empleo, pero persisten las dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo y su impacto en la economía, dadas sus tendencias demográficas similares.

 

El reto es fundamentalmente similar: hacer frente al inevitable aumento del coste de proporcionar ingresos de jubilación en países con sistemas de pensiones financiados con impuestos en los que la diferencia entre la proporción de adultos en edad de trabajar y de jubilarse es cada vez mayor. Sin embargo, el contenido de las reformas es diferente , obtendrán resultados desiguales pero casi con idéntica consecuencia para la ciudadanía: “Toma el dinero y corre”.

 

 

Francia pretende reequilibrar su sistema de pensiones aumentando la edad legal de jubilación de 62 a 64 años y exigiendo cotizaciones más largas para una pensión completa. En cambio, España, se centra en el aumento de las contribuciones de las empresas y los trabajadores más jóvenes y un aumento del impuesto del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).

 

Las reformas en ambos países sólo representan un incremento de las mejoras globales, incrementando la presión fiscal a largo plazo en el caso de España y teniendo sólo un impacto marginal en el caso de Francia, mientras que no ofrecen ninguna solución inmediata al problema del subempleo crónico de los miembros de más edad de la población activa, de ahí la necesidad de reformas más profundas. Las reformas de las pensiones planteadas aumentan el déficit de las pensiones, en el caso de España, y siembra dudas sobre la eliminación del de Francia.

 

En nuestro país, según un informe de la AIReF, el gasto público total en pensiones aumentará de forma constante tras esta reforma hasta alcanzar el 16,2% del PIB en 2050, desde el 13,6% del PIB en 2021. En el mismo periodo, el déficit estructural del sistema de pensiones aumentará en torno a 1,1 puntos porcentuales del PIB, por encima de las estimaciones del Gobierno de un incremento más benigno de 0,3 puntos porcentuales.

 

Por su parte, en Francia, las recientes estimaciones consideran demasiado optimistas las previsiones del Gobierno. Las ganancias fiscales netas resultantes, de un moderado 0,6% del PIB de aquí a 2030, dejarían al sistema de pensiones con un déficit de alrededor del 0,2-0,6% del PIB.

 

Los expertos ven menos urgencia fiscal para nuevas reformas de las pensiones en Francia que en España y la cuestión es si la falta de consenso político sobre las que acaban de promulgarse (en Francia con manifestaciones populares contrarias y en España con un consenso solo parcial) frenarán los intentos de los Gobiernos de otras reformas estructurales de sus sistemas, en resumen, se pierde la confianza de los ciudadanos en su sistema de pensiones públicas que es uno de los pilares fundamentales del Estado de Bienestar.

 

En cualquier caso todos los expertos coinciden en que la reforma de las pensiones en España ha sido un simple “parche” lleno de trampas internas como la famosa “cláusula de cierre” sobre el aumento del MEI continuo si no se cumplen las expectativas, cosa prácticamente segura, y por eso advierten que los ciudadanos eligirán la opción más segura, jubilarse cuando antes: «Toma el dinero y corre»

Deja un comentario