Pese a ser el más beneficiado con los fondos europeos, España era el único país que en 2022 no había logrado recuperar los niveles precovid de PIB per cápita
Los fondos europeos Next Generation EU surgieron como un mecanismo de recuperación para los Estados miembros tras el duro golpe de la pandemia. Aquellos más afectados -con mayor caída de su PIB, más población y más desempleo- fueron los más favorecidos. Entre ellos destacaba España, con 77.200 millones en subvenciones (69.000 millones iniciales y 8.000 millones más un año después)
De los 338.000 millones de euros a fondo perdido que dispuso la Comisión Europea, el 70% inicial se repartió en función de la población, la inversa del PIB per cápita de 2019 y la tasa de desempleo media relativa de cada país. Posteriormente, para el 30% restante se tuvo en cuenta también el cambio en el PIB real entre 2020 y 2021, es decir, la crisis económica ocasionada por la covid-19, unas cifras que en junio de 2022 se revisaron y confirmaron.
España, que a cierre de 2022 era el único país que no había recuperado su PIB per cápita (su PIB per cápita estaba un 1,1% por debajo de 2019) pese a ser el más dotado de fondos europeos.
Por el contrario, los consultores destacan que Malta y Grecia, a pesar de ser el segundo y tercer Estado miembro más afectados en 2020, se han recuperado razonablemente bien desde entonces. Italia, el segundo país con más fondos no rembolsables a percibir (69.000 millones), también ha conseguido recuperar su PIB per cápita y elevarlo un 3,6% respecto al nivel prepandemia
El PIB per cápita en España
La baja tasa de empleo y la baja productividad impide que los españoles prosperen económicamente, con una notable diferencia en la evolución del PIB per cápita de nuestro país respecto al avance experimentado en el resto de la Unión. Esta desventaja, sufrida en España durante décadas, empeoró con la pandemia. Asumiendo el 2019 como punto de partida y obviando la brecha estructural que existía antes (de unos 14 puntos), en 2022 la renta por habitante en España estaba aún por debajo y era un 96% de la registrada en la eurozona.
Los fondos europeos y la falta de capacidad
La ejecución en España no avanza todo lo rápido que debería por diferentes motivos. La dificultad para utilizar la financiación de la UE más destacada, en su momento por la Comisión Europea y ahora por los consultores externos contratados, es la “falta de capacidad para gestionarla”.
En este sentido, se destacan dos obstáculos en la implementación del Plan de Recuperación en España: la falta de apoyo y asistencia técnica a las autoridades locales para desarrollar propuestas de proyectos; y la falta de personal, especialmente a nivel local.
El Plan de Recuperación es un plan complejo y extenso, con 30 componentes que a su vez se dividen en numerosos hitos y objetivos, ya sean inversiones o reformas que las distintas Administraciones Públicas deben llevar a cabo en tiempo y forma para recibir el dinero europeo. Sin embargo, desde el inicio no todos los niveles administrativos se reforzaron para llevar a cabo esta misión, lo que ha resultado en retrasos y carencias en la ejecución, seguimiento y evaluación.
Para solventar el atasco, hay 11 ministerios que han tenido que contratar asesores privados externos para encauzar las subvenciones de la UE, con una factura que acabará superando los 50 millones. Esta improvisación en la gestión, gran parte de ella delegada en las CCAA sin un consenso previo, ha sido motivo de crítica al Gobierno durante los últimos años.
Fuente: Vozpopuli Los auditores de los fondos europeos ponen el foco en la caída del PIB per cápita en España (vozpopuli.com)