La vejez es una etapa de la vida con muchas ventajas y un solo inconveniente: ES LA ÚLTIMA
Sin lugar a dudas el envejecimiento, tanto de la sociedad como el de uno mismo, es una realidad que todos conocemos y “sufrimos” en nuestras propias carnes: es algo INCUESTIONABLE.
Hoy en día se pronostica que cuando te jubilas tendrás 20 o 25 años por delante.
Es decir, que HAY FUTURO una vez jubilado.
Es bueno no tener miedo a la vejez: es una etapa de la vida para poder hacer cosas (¡otras cosas diferentes!): ocuparte de tus aficiones, dedicar tiempo al SOSIEGO y a la REFLEXIÓN y, también, a dar CONSEJOS” DE VIEJO”.
Nuestra sociedad no debe maldecir o arrinconar la etapa de la vejez, ni renunciar a la experiencia acumulada durante tantos años.
Lo que importa es llegar a mayores con salud y lucidez, objetivo nada fácil, pero posible. ¡Qué bueno GOZAR de la vejez!, pero para ello es fundamental tener el apoyo de las Instituciones para cuestiones prioritarias como la salud y la dependencia. También es prioritario el blindaje de las pensiones con la subida del IPC para que no nos caiga la losa de la misérrima subida anual del 0,25% (¡y además acumulativo!).
Tanto el apoyo ECONÓMICO como, más importante incluso, el AFECTIVO y el SOCIAL son fundamentales para hacer de la vejez un JÚBILO (de ahí viene la palabra “jubilación”).
Viene a colación una sentencia de Pablo Picasso (1881-1973):
“Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida”.
Que los muchos años que uno tenga no signifiquen un bloqueo, sino un acicate para hacer lo que uno desearía hacer y auxiliar a las nuevas generaciones.

„… y cuando empezamos a aprender este difícil oficio de vivir
ya tenemos que morirnos…“
(Ernesto Sábato)