Sobre un universo de más de 200.000, la cifra de funcionarios ‘parados’ por no poder teletrabajar se contaría por miles según una estimación conservadora. Fuentes sindicales aclaran que aunque son una minoría los que están en esa situación, el porcentaje puede rondar en una estimación moderada entre un 5% y un 10% de los empleados públicos en situación de activos.
La cifra de funcionarios ‘parados’ se ha reducido con el paso de las semanas por el trabajo a destajo de los servicios informáticos ministeriales, las puntuales adquisiciones de material tecnológico por parte del Gobierno para habilitar el trabajo en las unidades más críticas en esta situación y la disposición por parte de decenas de miles de funcionarios para utilizar sus propios equipos informáticos, sus propios teléfonos móviles y sus propias conexiones a la red para realizar su jornada laboral, según se encargan de recalcar en los sindicatos.
Las explicaciones que aportan desde el Gobierno es que no todos los trabajadores necesitan estar conectados en remoto para poder trabajar desde sus domicilios y que parte de los habilitados para teletrabajar comparten su licencia. Fuentes sindicales añaden que hay una parte de la plantilla que está de baja y, por tanto, no está activa, y que otra está en “situación de guardia y con disponibilidad para teletrabajar“ para el momento en que se les necesite y que “Los pocos que no están trabajando, no están así porque no quieran o porque estén ociosos, sino porque no se les han puesto los medios necesarios para realizar su trabajo. Es muy importante recalcar esto. Son muchos los que incluso se han presentado voluntarios para cubrir las necesidades de personal de otros departamentos. No puede haber dudas sobre su compromiso con el servicio público“, subraya la responsable de Políticas Públicas de FSC-CCOO. Fuentes del sindicato CSIF coinciden en el mensaje de la escasez de medios. “Llevamos años reivindicando la implantación de un plan de teletrabajo en la Administración, no nos han hecho caso y esta crisis nos ha cogido con los deberes por hacer. Se ha enviado por obligación a mucha gente a casa y no hay medios para garantizar que todos puedan trabajar“, señala una fuente del sindicato.
La tardía respuesta del Gobierno
La escasez de licencias para trabajar en remoto, la carencia de equipos informáticos propios para poner a disposición de los empleados, las dificultades del soporte tecnológico para gestionar la carga de teletrabajo…los problemas se han acumulado en las cuatro últimas semanas
Este martes 14 de abril, un mes justo después de la declaración del estado de alarma y de la recomendación expresa del Gobierno de fomentar el teletrabajo también en la Administración, el Consejo de Ministros aprobó un listado de una decena de acuerdos para la adquisición de equipos informáticos, servicios de soporte técnico y licencias de software para desarrollar el teletrabajo en cinco ministerios por un importe agregado de 2,5 millones de euros. Es de imaginar que en esos ministerios quedan funcionarios que esperan los medios necesarios para poder trabajar.
Un caso particularmente llamativo es el de la SEGURIDAD SOCIAL. Según la información proporcionada por el Ministerio, de los 21.856 empleados que desempeñan su trabajo en la Tesorería General (TGSS), el Instituto Nacional (INSS) y el Instituto Social de la Marina (ISM), 1.430 están desarrollando su trabajo de forma presencial y sólo 5.500 están autorizados para teletrabajar, lo que deja una cifra de cerca de 15.000 empleados que ni están desarrollando trabajo presencial ni disponen de la habilitación correspondiente por parte del Ministerio para teletrabajar… Hay un problema añadido, una nota reciente del sindicato CSIF ponía de manifiesto la insuficiencia del soporte tecnológico dispuesto por el Ministerio, que sólo permitía trabajar al mismo tiempo a dos tercios de los 5.500 trabajadores de la Seguridad Social habilitados para trabajar en remoto. “Nos encontramos con conexiones fallidas debido a un sistema que no soporta el trabajo simultáneo de las 5.500 personas autorizadas“, denunciaba el sindicato en un comunicado.
Un portavoz de CCOO en el SEPE, uno de los organismos en los que más ha recaído el peso de la respuesta gubernamental a la crisis, admite que cuando todo empezó el organismo sólo tenía licencias para que un 10% de la plantilla pudiera teletrabajar. “El asunto se resolvió con cierta rapidez, pero en un primer momento nos creó muchos problemas“. A día de hoy, más de la mitad de la plantilla -unos 3.500 trabajadores- está teletrabajando en condiciones de normalidad.
“La implantación de teletrabajo se está realizando de forma improvisada, al margen de toda planificación y sin información suficiente a los empleados públicos“, se quejaba recientemente el portavoz del CSIF en el Ministerio de Justicia en un comunicado interno a los afiliados del sindicatos en la que se hablaba de la situación de colapso en el REGISTRO CIVIL y de cómo los funcionarios de ese órgano estaban trabajando con sus propios equipos desde casa para tratar de sacar adelante la avalancha de trámites administrativos a resolver.
En otros organismos como el INE, la maniobra de la Dirección de solicitar ‘voluntarios’ para realizar los cuestionarios de las encuestas oficiales desde sus casas y con sus propios medios, ante la escasez manifiesta de recursos para poder habilitar un teletrabajo en condiciones, ha dado lugar a una decidida reacción sindical por los problemas de seguridad y protección de datos que podría acarrear para los funcionarios que se apuntaran.
Fuente: La Información