En España viven actualmente 47,1 millones de habitantes y de ellos, después de la tragedia sanitaria, económica y social que ha supuesto la pandemia de Covid-19, más de 20 millones de personas reciben sus rentas del Estado, con un coste de unos 30.000 millones de euros al mes.
El más numeroso de estos colectivos son los 8,9 millones de pensionistas que reciben alguna pensión pública (jubilación, viudedad, orfandad, incapacidad o en favor de familiares), a los que se suman los 640.000 pensionistas de Clases Pasivas (antiguos funcionarios del Estado). Con todo, la nómina para pagar pensiones supera con creces los 10.000 millones de euros al mes.
Solo la factura mensual de las prestaciones/subsidios por desempleo es de 4.500 millones de euros, a los que hay que sumar casi 2.000 millones que costea la Seguridad Social en exoneraciones de cuotas empresariales.
Las rentas públicas son también los salarios de los 3,2 millones de empleados públicos. El pago a estos trabajadores del sector público es algo superior a los 10.000 millones al mes
Y otro colectivo es el que está pendiente de recibir una renta del Estado son el 1.000.000 de hogares en los que viven 3 millones de personas susceptibles de recibir el nuevo Ingreso Mínimo Vital (IMV), que Escrivá prevé que empezarán a cobrarla ya en junio, y que costará unos 3.000 millones de euros al año.