LOS ROLLING STONES: VEJEZ SIN JUBILACIÓN

 

Venimos de un mundo en el que no usábamos la vida por miedo a que se desgastara.

Pasamos muchos más años siendo viejos que siendo jóvenes.

 

Hablamos frecuentemente de los problemas del envejecimiento de las personas, pero poco de la revolución social que significa ser una sociedad vieja. Pasamos muchos más años siendo viejos que siendo jóvenes.

 

 

Viviremos más años como viejos que como jóvenes. Si te consideras viejo a partir de los 65 y te vas a morir con 100, aparecerás como viejo 35 años. En la próxima década se tiene que plantear una lucha política por los derechos de salida, como la eutanasia o similares, que pueden imponerse en el proceso de envejecimiento pues seguir dejando en manos del azar o de una supuesta providencia nuestros últimos años no tiene sentido para un sujeto libre con derechos reconocidos. . La sociedad va estando por delante de las leyes; en el tema de la eutanasia y la tecnología aplicada a la reproducción, muy por delante. Buena parte de la sociedad española confía en que el cambio será bueno.

 

Nuevo disco (Hackney Diamonds) de los Rolling Stones, que son más que un grupo: son una proeza que dura ya seis décadas, una saga. Llevamos desde el siglo pasado asistiendo a ese concierto suyo que parecía que iba a ser el último. A su público le bastaba con verles más o menos cada lustro en un estadio cercano y escuchar ahí un repertorio sempiterno que se toca.

 

Los Stones duran. Jagger sigue. Cualquiera sale perdiendo al lado de un tipo como este. Ver en acción a semejante fuerza de la naturaleza puede ser frustrante. Sea como sea la gran creación de los Stones son ellos mismos. y esto es interesante, dado que los tres Stones que quedan suman 235 años.

 

Lutero King decía: “Si supiera que el mundo se ha de acabar mañana, yo aún hoy plantaría un árbol”.

Y Freud se preguntaba: “¿Qué hará uno el día en que los pensamientos dejen de fluir y las palabras justas ya no acudan? Si ninguna aflicción corporal paraliza mis capacidades, moriré vestido de armadura, como el rey Macbeth”.

Bob Dylan se les sumaba “No sé qué están haciendo con sus vidas, pero yo todavía estoy en la carretera”

Cervantes escribió: “El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir”.

Rubén Darío poetizaba: “Juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver…pero es mía el arpa de oro”.

 

Cada día que pasa me asombro más de tener tantos años y estar tan vivo.

1 comentario en «LOS ROLLING STONES: VEJEZ SIN JUBILACIÓN»

  1. Una de las grandes preguntas del siglo XX fue: ¿Beatles o Stones? Los Beatles eran como los chicos revoltosos de clase y los Rolling eran como los macarras del barrio que ni siquiera iban a clase. Yo era de Bob Dylan, que aún sigue también en la carretera, pero eso es otra historia.
    Mick Jagger, que es sir, y Keith Richards, que nunca lo será, fueron niños de la posguerra mundial. El padre de Jagger era un profesor de gimnasia y su madre era una peluquera. A Richards lo expulsaron pronto del cole y acabó en una escuela de arte (fumando y tocando la guitarra).
    Acaban de editar un nuevo disco, Hackney Diamonds, que probablemente sea lo mejor que han grabado en los últimos 30 años. No está mal para unos octogenarios que en la década de los setenta abusaron de todo lo abusable.
    El aparentemente irrompible Sir Mick tuvo que someterse en 2019 al recambio de la válvula de la aorta. Con tales antecedentes, y con el pastizal que atesoran, cualquiera de nosotros con ochenta tacos encima se tumbaría a la bartola bajo una palmera en una dacha suntuosa. Pero estos ingleses arrugados, flacos y con raros caretos de guiri quieren seguir currando.
    El mundo será un lugar más aburrido cuando ya no haya Rolling Stones. Por mí, que sigan hasta los noventa…

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