LA ÚLTIMA NÓMINA DE LOS FUNCIONARIOS SUBIÓ EL TRIPLE QUE LA DEL RESTO DE TRABAJADORES

Los empleados públicos disfrutaron de una subida extraordinaria en sus nóminas a finales del año pasado. Entre noviembre y diciembre se les aplicó ya la subida del 1,5% que el Gobierno aprobó en octubre, pero al tener carácter retroactivo desde enero, también recibieron el pago de la parte correspondiente a los diez u once meses anteriores.

 

Esto hizo que las nóminas de los funcionarios se dispararan un 7,3% en noviembre y un 8,5% en diciembre respecto al ingreso que recibieron en el mismo mes del año anterior, frente al crecimiento interanual del 2,4% y 2,6% que experimentaron los empleados del sector privado en esos meses, según Caixabank Research. El indicador de salarios corresponde a la media móvil de dos meses, por lo que tanto el indicador de noviembre como el de diciembre están afectados por el efecto retroactivo de la subida acordada para los funcionarios de la Administración General del Estado (AGE).

 

Nuevas subidas en 2023

La subida del 1,5% aprobada por el Gobierno en octubre se sumó a una subida del 2% aplicada desde enero de 2022, con la excepción de algunos trabajadores de empresas públicas a los que también se les habría abonado más tarde. Además, este mes de enero los empleados públicos volverán a ver crecer sus nóminas, pues el Gobierno aplicará una nueva subida del 2,5% sobre ese salario ya aumentado en un 3,5% en 2022, tal y como pactó con CCOO y UGT. Además, a finales de este año los empleados públicos podrían tener una nueva ‘sorpresa’ como la de 2022, pues también acordaron un posible extra del 0,5% a finales de 2023 si el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) supera el umbral establecido y otro 0,5% variable en función del Producto Interior Bruto (PIB) nominal.

 

Al salario base con todas las subidas previstas para 2023 (dando por hecho que se cumplen los dos supuestos fijados para los variables) también se le aplicará una subida fija del 2% a partir del 1 de enero de 2024, que es el incremento específicamente pactado para ese año. Es decir, que a principios de 2024 los empleados públicos verán crecer un 0,5% su nómina en concepto del 2023 y otro 2% correspondiente a la subida de 2024. Finalmente, si el IPC Armonizado acumulado desde 2022 hasta 2024 supera el 8%, entonces se les volverá a realizar una última subida del 0,5%; aunque no se ha aclarado si esa inflación media se medirá hasta septiembre de 2024, como en 2023, o hasta diciembre de 2024.

 

Por el lado del sector privado, las estadísticas de convenios colectivos negociados a lo largo de 2022 apuntan a unos repuntes salariales inferiores al 3%. No obstante, los organismos económicos y el propio Ministerio de Asuntos Económicos esperan mayores crecimientos este año. En todo caso, insisten en que el objetivo debe ser siempre mejorar el poder adquisitivo de los consumidores sin provocar efectos de segunda ronda en la inflación.

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