LA SUBIDA DEL SMI: A QUIEN Y COMO AFECTA

AFECCIÓN A 2,3 MILLONES TRABAJADORES Y AL 38 % DE LAS PYMES

La subida del Salario Mínimo hasta los 1.080 euros en catorce pagas beneficiará a entre 2,3 y 2,5 millones de trabajadores en España, con especial incidencia entre las mujeres, los jóvenes y los empleados de algunos sectores como el agrícola. El nuevo SMI se aprobará el 14 de febrero y tendrá efecto retroactivo desde el 1 de enero.

 

En la otra cara de la moneda, para los que lo tienen que pagar, las pequeñas y medianas empresas del país serán las más impactadas por este incremento de costes laborales, ya que un 38% de las que tienen empleados pagan el SMI, según Cepyme.

 

“El aumento del SMI va a beneficiar al 13,7% de la población asalariada de nuestro país“, celebró este martes Unai Sordo, secretario general de CCOO, quien hizo un retrato robot del perfil de trabajador al que impactará la subida: “Estamos hablando de una mujer de entre 16 y 34 años, con contrato temporal y que trabaja en el sector agroalimentario o en los servicios”, afirmó.

 

El SMI tiene más incidencia entre las mujeres que en los hombres (18,2% de ellas lo cobran, frente al 10,3% de los varones), y también afecta más a los trabajadores jóvenes que a los de más edad, ya que al tener menos experiencia suelen estar más expuestos a sueldos más bajos. Según la EPA, un 31,7% de los menores de 24 años cobra el SMI y este porcentaje baja al 19,2% para los de entre 25 y 34 años, al 12% para los de entre 35 y 44 años, al 11,3% para los que tienen entre 45 y 55, y al 10,3% para los de 55 y más años.

 

Por sectores, casi la mitad de los trabajadores del campo cobran el Salario Mínimo (un 46,7%), mientras que la incidencia es del 14,5% en los servicios, del 7,6% en la industria y del 3,8% en la construcción. La penetración de este sueldo también es superior en los contratos temporales (21,6%) que en los indefinidos (11,5%). Se observan además importantes diferencias por comunidades autónomas, ya que en aquellas con menor nivel de vida la incidencia del SMI es muy superior, algo que preocupa especialmente a los empresarios, que sufrirán un incremento de los costes mucho más generalizado en esas zonas. Extremadura, la Región de Murcia, Canarias, Andalucía y Galicia serán las regiones más afectadas por el aumento.

 

PÉRDIDA DE EMPLEOS

Aunque los sindicatos defienden que el aumento del SMI que se ha producido en España en los últimos años no ha provocado una destrucción de puestos de trabajo, el propio Comité de Expertos reunido por el Ministerio de Trabajo confirmó en su informe que sí había habido una pequeña reducción de su crecimiento, es decir, que se habrían creado más puestos de trabajo con un SMI inferior.

 

De este efecto ya habían alertado distintos organismos, como el Banco de España, y es algo que defienden a día de hoy los empresarios. “El Gobierno no puede determinar el salario ideal en España a través de subidas constantes del salario mínimo. Los salarios suben acorde a la productividad de las empresas. Subir el SMI un 50% en los últimos años solo responde a una política intervencionista de la economía que perjudica sobre todo a las empresas de menor tamaño, que lamentablemente suelen ser las menos productivas y las que, por tanto, pueden ofrecer menores salarios“, lamentó ayer Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme.

 

Según esta patronal, alrededor del 38% de las pymes en España que tienen asalariados se verán afectadas por la medida, ya que al menos unas 500.000 tienen empleados que cobran actualmente el salario mínimo. De hecho, en este segmento de empresas -que supone un 99,9% del tejido productivo-, un salario mínimo de 1.080 euros equivale al 70% del salario medio, ya que por su nivel de productividad suelen pagar sueldos más bajos.

 

Los intensos aumentos del Salario Mínimo Interprofesional decididos por el presidente Sánchez a lo largo de la legislatura -en torno a un 20% desde que llegó a La Moncloa- están causando estragos entre los jóvenes. La tasa de paro de los menores de 25 años sobrepasó en 2022 el 29%%, que es la cota más elevada de la Unión Europea  y rebasó el 31% en los últimos tres meses. De acuerdo con los últimos datos de la EPA el desempleo entre esta capa de ciudadanos creció el año pasado en 15.900 personas – lo que supone un 2,5% más que en 2021- de forma que el total de parados de entre 16 y 24 años se situó en 464.100.

 

Según distintos expertos además del incremento del SMI, la contrarreforma laboral impulsada por la vicepresidenta Yolanda Díaz está provocando una serie de consecuencias que serán especialmente dolorosas para el colectivo de jóvenes. La prohibición de realizar contratos temporales y su sustitución por la modalidad legal de los fijos discontinuos va en contra de la inserción de estas capas de población en el mercado laboral ordinario. Adicionalmente, la imposibilidad de que las empresas se descuelguen de los convenios colectivos -tras la resurrección de la llamada ultraactividad- y el reforzamiento del poder negociador de los sindicatos elevan la presión salarial sobre las empresas y redunda en un aumento de los costes del despido, efectos perjudiciales y disuasorios para la contratación de jóvenes.

 

«Unas subidas del salario mínimo como las que se han producido tienen consecuencias directas para los jóvenes, para la gente sin experiencia y para la de escasa cualificación: o bien no te contratan o lo hacen por menos horas», explican algunos expertos.

 

Es verdad que esto eleva la productividad del factor trabajo, pero también que esta consecuencia es bastante menos positiva de lo que podría parecer. «Sería una noticia estupenda con una economía en pleno empleo, pero no en nuestro caso, con una tasa de paro cercana al 13%».  Y todos estos efectos perniciosos de la contrarreforma laboral se van a notar más a medio plazo, con una economía en plena desaceleración -que va a pasar de un crecimiento del 5,5% en 2022 a otro apenas superior al 1% en el presente ejercicio-, señalan los expertos.

 

EL SMI EN EUROPA

La subida del SMI duplica el alza de Francia o Portugal

 

Con este aumento, la intención es la de «compensar la pérdida de poder adquisitivo» provocada por la creciente inflación, que está provocando el encarecimiento de muchos productos básicos. Y es que, aunque los precios se han incrementado a lo largo del 2022, no lo han hecho así los salarios, con el consecuente empobrecimiento de parte de la población, que cada vez es menos capaz de hacer frente a estos costes.

 

Así, con el incremento del 8,2% en el SMI, España podría seguir los pasos de muchos países europeos que ya han tomado la decisión de facilitar la vida de los trabajadores con los sueldos más bajos. De hecho, en los últimos meses, hasta ocho países los que han anunciado una subida del SMI.

Así han quedado los salarios mínimos en los diferentes países de Europa tras el aumento acordado por sus respectivos gobiernos para paliar los efectos de la inflación:

 

Alemania también ha acordado una interesante subida del salario mínimo, que pasará de 10,45 euros por hora trabajada a 12 euros. Este incremento supone un 15% más de renta para los trabajadores desde el pasado 1 de octubre, cuando se aprobó.

 

Entre los países que más ha incrementado el salario mínimo se encuentra también Polonia, que este 2023 ya ha acordado la aplicación de dos subidas. A partir de este 1 de enero, pasará de los 3,010 zlotys hasta los 3.490 zlotys al mes (742,6 euros al mes), mientras que, desde el 1 de junio, habrá otro aumento del un 3,1% hasta los 3.600 zlotys (766 euros mensuales).

 

El salario mínimo en Bélgica también aumentará este 2023 hasta los 1.954,99 euros al mes. Se trata de un aumento del 6,1% desde los 1.842,28 euros al mes que se acordaron el pasado mes de mayo.

 

Desde el pasado 1 de enero de 2023, el salario mínimo de los Países Bajos también es más alto gracias al incremento de la renta mínima aprobada por el Gobierno. Se establece así en 1.934,4 euros al mes para 40 horas semanales, lo que supone un 10,1% más respecto a la anterior subida.

 

En Grecia, el Ejecutivo también baraja una subida para este 2023, que se sumará a los dos aumentos del salario mínimo que ya aprobó el año pasado: una del 2% para enero de 2022 y otra del 7,5% en mayo. Así, la intención es que esta renta pase de 713 euros al mes a 780 euros mensuales en 14 pagas.

 

Desde este 1 de enero, también cambia el salario mínimo de Portugal, que ha aumentado un 7,8% en los últimos meses. Así, pasará desde los 705 euros al mes a los 760 euros mensuales, aunque, según António Costa, la intención es la de alcanzar los 900 euros al final de la legislatura.

 

Francia también ha aumentado este salario mínimo este mes de enero, pasando de 1.678,95 euros a 1.709,28 euros al mes. Se trata de una subida automática en función de los índices de inflación de los hogares con menos ingresos y del aumento del poder adquisitivo del salario medio. De esta manera, el salario mínimo francés es ya un 6,6% más alto que en 2022.

 

En Irlanda se ha incrementado también la renta mínima en un 7,6%, de manera que el abono por hora se sitúa ahora mismo en 11,30 euros por hora, mientras que antes estaba en 10,50 euros.

 

En 2022 la República Checa también acordó elevar el salario mínimo hasta las 17.300 coronas al mes (unos 720 euros mensuales) de cara a 2023, lo que supone una subida del 6,8%.

 

El salario mínimo cambia también en Rumanía, donde ha aumentado un 20% desde el pasado 1 de enero. Así, estará establecido actualmente en 607 euros al mes.

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