LA POBREZA ESTÁ MUTANDO

La pandemia y el destrozo en la clase media

Probablemente, la crisis sanitaria no se esfumará sin más en 2021, pero lo que es seguro es que durará más la crisis económica que ha provocado. La crisis de 2008 golpeó sobre todo a las capas populares, al 20% con menores ingresos. Ahora hay motivos para sostener que el impacto puede ser mayor y que las dificultades podrán en jaque al 40 %, quizá el 50% de dicha clase media y los tramos inferiores de esa clase media amenaza con dejar de existir. El sistema está dejando de generar suficiente seguridad económica en capas cada vez más amplias de la población y la pandemia ha acelerado esa dinámica. El empleo, las pensiones, la igualdad, la casa, la comida,…. La pobreza está mutando. Golpea en las puertas de otros barrios.

Se pueden medir las consecuencias del año simplemente saliendo a la calle. Las huellas de la pandemia están en mi calle y en tu calle. La tintorería ha cerrado definitivamente. También la tienda de regalos. Los carteles de “Se alquila” de los locales comerciales se han multiplicado y vueltos amarillos con los meses. El mejor restaurante del barrio intenta arreglárselas con pedidos para llevar. Pero la conmoción principal llega temprano, por la mañana, a las puertas de la iglesia, donde la gente hace colas que crecen semanalmente. Vienen a por comida donada. Se ve una lucha por la supervivencia económica y emocional, con indicios de desesperación, avanzando bloque a bloque por las idílicas calles de mi ciudad.

Incremento de la pobreza

La segunda ola es la de los pobres y ninguna restricción lo va a solucionar. La recesión provocada por el COVID puede empujar a la pobreza a dos millones de familias. Incluyendo a un millón de niños con dificultades para alimentarse  o no pasar frío.

La pobrezaya estaba aumentando antes de la pandemia. Sin embargo, en este momento, el sistema no está haciendo lo suficiente para proteger a las personas de la indigencia. Nuestro sistema de seguridad social debería actuar como un ancla que nos mantenga ante las corrientes poderosas del desempleo y la enfermedad. La capacidad del estado se ha vaciado

Teletrabajo para todos

Elteletrabajo crea una nueva división entre los trabajadores, privilegio para algunos, exclusión para otros. Trabajadores de mantenimiento, cajeros de supermercado, repartidores, encargados de recoger la basura, transportistas, cuidadores de personas mayores, ordenanzas, personal de seguridad, …. La pandemia no ha traído ninguna revolución laboral a estos sectores. ¿Cuánta gente puede teletrabajar? Según algunos expertos sólo el 50% del sector privado.

La división entre quienes no pueden trabajar remotamente es clara: los trabajadores esenciales han seguido trabajando con mayor exposición al riesgo y mayor tasa de mortalidad, mientras que buena parte de los demás han pasado largos meses en paro parcial o trabajando desde su casa.

Las mujeres senior y sus pensiones

Las trabajadoras podrán sufrir otro golpe pandémico: sus futuras pensiones. Los expertos vienen detectando desde hace mucho tiempo una brecha de género en la seguridad de la jubilación. Las mujeres tienden a ganar menos que los hombres, es más probable que tengan que renunciar al trabajo para cuidar de sus familiares. Incluso las interrupciones breves disminuyen el crecimiento salarial. Ahora la recesión pandémica está dañando de manera desproporcionada a las carreras profesionales de las mujeres  Las tasas de empleo femenino se han disparado en los trabajadores con contratos temporales y/o con contratos a tiempo parcial, en los que la mayoría son mujeres.

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