Sumar defiende sacar a los funcionarios de las mutuas de prestación sanitaria privada de forma «paulatina»
El modelo Muface hace aguas. Si su situación financiera ya está debilitada por falta de dotación presupuestaria, la llegada de Mónica García al Gobierno como Ministra de Sanidad no es una buena noticia para el sector. «Muface no va a tener recorrido con Sumar en Sanidad», señalan fuentes del sector privado que agregan: «Su programa deja muy claro que todos los ciudadanos tienen que tener el mismo sistema sanitario publico sin privilegios de los funcionarios. El concierto está destinado a extinguirse».
Sumar proponía en su programa electoral para las Elecciones Generales del 23 de julio sacar a los funcionarios de las mutuas de prestación sanitaria privada (Muface-Mugeju-Isfas) de forma «paulatina». «Inclusión, dentro de la cobertura sanitaria universal, de las personas que reciben actualmente prestación sanitaria bajo mutuas de prestación sanitaria privada (Muface-Mugeju-Isfas). Integraremos a dicha población, de forma paulatina, escalonada y programada, bajo la prestación sanitaria del sistema sanitario público. Asimismo, se eliminará la posibilidad de que las entidades locales realicen aseguramientos privados colectivos para sus empleados público», se lee en el texto. Además, el primer partido en incluir en su programa electoral la disolución de Muface fue Más País, formación de Mónica García.
De esta forma, y pese a que el pacto de Gobierno entre PSOE-Sumar no incluye objetivos en cuanto al modelo de mutualidades, desde el partido de Yolanda Díaz mantenían a Redacción Médica el pasado octubre que su idea es «una extinción progresiva y paulatina de Muface, con un proceso de transición».
Millón y medio de beneficiarios y 3.000 millones de euros
Muface, que supera los 48 años de vida, atiende a 1.499.451 personas (1.038.253 titulares mutualistas y 461.198 beneficiarios), según datos del Ministerio de Hacienda. En total, si se tiene en cuenta al resto de mutualistas, Isfas (Instituto Social de las Fuerzas Armadas) y Mugeju (Mutualidad General Judicial), el colectivo alcanza casi los dos millones de personas.
Para atender las prestaciones sanitarias de Muface, el Gobierno aprobó una partida de 3.571 millones de euros para el periodo comprendido entre 2022 y 2025, el mayor contrato de la Administración, repartido de la siguiente forma: 1.064.945 (2022), 1.170.361 (2023), 1.187.357 (2024) y 99.069.332 (2025). Esta aportación del Estado supone el 76,73% de la financiación de Muface. El 18,57% son de cotizaciones de mutualistas (con una cuota mensual según el grupo/subgrupo funcionarial al que pertenezca que oscila entre 51,68 y 21,07 euros), el 3,51 % de subvenciones del Estado y el 0,25% de otros ingresos.
Sin embargo, mutualidades, sindicatos y sector privado vienen denunciando desde hace años la quiebra de un modelo destinado a desaparecer si no se incrementa la dotación presupuestaria. Y es que solo entre las tres principales compañías (DKV, Adeslas y Asisa), llevan unas pérdidas acumuladas de más de 170 millones de euros en el ejercicio del año 2022. Por ello reclaman una subida de la prima de al menos un 40% de cara a 2025, cuando tendrán que renovar concierto. Algo con lo que tendrá que lidiar la ya nueva ministra de Sanidad, Mónica García, cuyo partido (Más Madrid) fue el primero en incluir en su programa electoral la disolución de Muface.
«Las compañías van a pedir tanto para las negociaciones que el programa no se va a poder renovar», aseguran las fuentes del sector consultadas, haciendo hincapié en que si esto ocurriese el Estado debería «compensar» a aquellos funcionarios que han estado dentro de este modelo «pagando por él durante muchos años» cuotas que oscilan entre los 21 y 51 euros.
Y es que el contar con unas primas «tan desfasadas» reduce los baremos que las compañías pagan a los médicos que atienden a los mutualistas. Desde el Colegio Oficial de Médicos de Madrid, señalan que los médicos que atienden a pacientes de Muface reciben una remuneración inferior por los mismos actos médicos en comparación con otros pacientes de la misma compañía. Las tarifas de los médicos autónomos en España llevan meses sobre la mesa, Estos piden que las compañías actualicen sus baremos de acuerdo al IPC ya que, aseguran, llevan unos 30 años sin una actualización.
Sobrecoste y listas de espera
Si el modelo Muface llegara a su fin, el SNS tendría que atender a un colectivo que ahora alcanza casi los dos millones de personas. Esto, denuncian desde el sector, incrementaría las listas de espera, que ahora alcanzan récord histórico con 819.964 pacientes aguardando para una intervención quirúrgica, 77.446 más que hace un año.
Por ello es que la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) asegura que el mutualismo «ahorra al sistema público entre 720 y 800 millones de euros al año». Además, señala que la prima media por asegurado (917 euros anuales) es muy inferior al gasto sanitario público per cápita (1.368 euros), en concreto 451 euros menos.
«Actualmente la sanidad privada tiene un papel esencial en el sostenimiento del sistema de salud en términos de liberalización de recursos y complementación de servicios», señalan desde Fundación IDIS tras el nombramiento de Mónica García como ministra de Sanidad, que apuesta por «aunar» el trabajo de la sanidad pública y privada «a través de la creación de un sistema sanitario único y colaborativo».
Fuente: The Objetive