LA BAJA ABORAL FLEXIBLE EN EUROPA EN ESPAÑA: UN GLOBO SONDA CON POCOS DETALLES Y SIN DEBATE

 

El planteamiento requeriría una debate sosegado y profesional antes de lanzar ideas al aire

 

El absentismo laboral se ha convertido en un problema en aumento en España. Cada día, una media de 1,4 millones de personas no acuden a su trabajo, y esto conlleva un impacto económico significativo para las empresas. En 2023, el coste del absentismo laboral para las compañías españolas superó los 12.245 millones de euros, lo que representa un incremento de casi un 20% respecto al año anterior y un aumento superior al 74% en los últimos cinco años.

 

Las cuatro razones por las que se han multiplicado las bajas laborales

Ante este contexto, cabe preguntarse cuáles son las causas de que haya aumentado tanto el número de bajas laborales.

 

Listas de espera de la sanidad pública

Uno de los principales motivos por los que a menudo se concentran las bajas de los trabajadores es el atasco en la sanidad pública. Una cuestión que parece no haberse solucionado, a pesar de que el Gobierno dice estar trabajando para que los medios asistenciales de las mutuas se aprovechen en “apoyar a los servicios públicos de salud” y así “favorecer la recuperación de los trabajadores”.

 

Cuantos más empleados trabajando, más bajas…

En época de crisis hay menor tendencia al absentismo, se dice por la inseguridad mayor del empleo en estas circunstancias y en época de bonanza pareciera existe menor miedo al despido. De hecho, el repunte de la IT es un marcador de recuperación económica.Es decir, en tiempos de crisis, el temor al despido y la incertidumbre sobre volver a encontrar trabajo llevan a muchas personas a soportar más las enfermedades que padecen, evitando solicitar bajas. En cambio, cuando el mercado laboral es sólido, el miedo a ausentarse disminuye, y los empleados se sienten más seguros al pedir bajas por enfermedad.

 

Envejecimiento de la población

Más del 50,1% de las personas ocupadas superando los 45 años, un aumento de 10 puntos en la última década. Esto supone que 10,8 millones de empleados en el país tienen más de 45 años, lo que representa a la mitad del total de 21,6 millones de trabajadores que hay en el país. Hechos que, además, se deben a la pésima tasa de empleo juvenil que atraviesa España desde tiempos ya inmemoriales. La realidad es que, a medida que avanza la edad, aumenta la probabilidad de desarrollar problemas de salud. Con el envejecimiento, el riesgo de sufrir enfermedades crónicas o trastornos que afecten la capacidad laboral se incrementa, lo que puede traducirse en un mayor número de bajas médicas.

 

Concienciación de la salud mental

Las bajas laborales relacionadas con problemas de salud mental entre los trabajadores han aumentado un 118% entre 2016 y 2023, y las estadísticas arrojan una duración media de estas bajas asociadas a la salud mental de 108 días. La precariedad de las condiciones, la sobrecarga de trabajo, la dificultad de conciliación o la discriminación por cualquier motivo son algunos de los factores de riesgo de desarrollar ansiedad laboral. Además, el tener una mayor concienciación sobre la salud mental, ha supuesto que se tome más en serio el tema y la gente aguante menos.

 

Motivos más comunes de las bajas laborales en España

Hay una serie de circunstancias que están afectando en mayor medida al día a día de empresas y trabajadores, como son:

  1. Enfermedades respiratorias: Las enfermedades respiratorias, como la gripe, resfriados y otras afecciones del sistema respiratorio, son una de las principales causas. Factores ambientales, como la contaminación, el polen y otros alérgenos, agravan estas enfermedades, especialmente en los meses fríos, cuando los virus son más comunes. La falta de medidas preventivas, como una adecuada ventilación en el lugar de trabajo, también incrementa el riesgo de contagio. Por ello, para reducir la incidencia de estas bajas, las empresas deben mejorar la calidad del aire en interiores, fomentar la higiene personal y ofrecer programas de vacunación contra la gripe, contribuyendo así a limitar la propagación de enfermedades respiratorias entre los empleados.

 

  1. Trastornos musculoesqueléticos: como lesiones de espalda y síndrome del túnel carpiano, son una causa común de bajas laborales, frecuentemente relacionadas con una mala ergonomía en el trabajo. Factores como posturas inadecuadas, falta de descansos y uso incorrecto de equipos contribuyen a estos problemas. Para prevenirlos, las empresas deben realizar evaluaciones ergonómicas, ajustar condiciones laborales y promover el uso adecuado de equipos, rotación de tareas y descansos activos.

 

  1. Estrés laboral: El estrés laboral provoca numerosas bajas en España, afectando tanto la salud mental como física de los empleados. La sobrecarga de trabajo y el desequilibrio entre vida personal y laboral son factores clave. Por ello, las empresas deben fomentar un equilibrio saludable, ofrecer apoyo emocional y recursos para gestionar el estrés, lo que ayuda a prevenir este tipo de bajas.

 

  1. Enfermedades infecciosas: Las enfermedades infecciosas, como la gastroenteritis, siguen siendo una causa común de bajas laborales en España debido a la fácil propagación en espacios compartidos y la falta de higiene adecuada. Para prevenirlas, las empresas deben implementar medidas como desinfectantes de manos, limpieza regular y promoción de buenas prácticas de higiene

 

  1. Lesiones deportivas y accidentes no laborales: Aunque ocurren tanto dentro como fuera del trabajo, su prevención requiere medidas generales de seguridad. Las empresas pueden ayudar a prevenir estas lesiones ofreciendo instalaciones seguras, promoviendo el calentamiento adecuado y fomentando la seguridad en todas las áreas de la vida de sus empleados. Fomentar una cultura de salud y seguridad puede reducir notablemente las bajas por estas causas y generar un ambiente laboral más seguro.

 

La “baja flexible”

La propuesta de la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, de crear un nuevo sistema de bajas laborales flexibles que permita trabajar parcialmente ha desatado un intenso debate. Los principales socios del Gobierno han arremetido contra la propuesta porque consideran que supone un paso atrás en los derechos laborales de los trabajadores. La medida permitiría compatibilizar salario y prestación, apuntan en el departamento de Saiz, quien dirige la medida para aquellas personas que estén saliendo de un tratamiento de cáncer y voluntariamente estén en disposición de volver a la actividad o aquellos trabajadores pluriempleados que estén en situación de baja para una de sus ocupaciones, pero pueda desempeñar otra.

 

Se ha echado de menos más explicaciones de una medida que parece más un globo sonda que una decisión real. “Se trata de crear una nueva incapacidad temporal que no sea estar de alta o estar de baja, siempre desde la voluntariedad”, se limitó a precisar la ministra sin abundar en los pormenores de la propuesta.

 

Las bajas por enfermedad se han disparado desde la pandemia. Y desde el ámbito político, sindical y empresarial cunde la preocupación por este nuevo fenómeno, que no es exclusivo de España y que tiene un enorme impacto en la salud de los trabajadores y en la productividad de las empresas. Los expertos achacan esta nueva situación al atasco en la atención sanitaria, el envejecimiento de la población y a un cambio en la percepción del trabajo.

 

Los remedios para abordar este problema deben partir de un análisis profundo de las consecuencias, deben ser debatidas y consensuadas entre los agentes políticos y negociadas por las fuerzas políticas. Plantear soluciones parciales, sin preparar el terreno, sin explicar ni su alcance, ni la dimensión del problema no parece la mejor decisión, aunque haya argumentos para defender la medida. El planteamiento requeriría una debate sosegado y profesional antes de lanzar ideas al aire para valorar como lo recibe la ciudadanía.

La baja flexible: un modelo que ya se ve en Europa

La baja flexible implica una gran novedad en España pero es algo consolidado en otros países del entorno europeo. “La ministra no ha dicho nada nuevo que no exista en Europa”, plantea Aurora Sanz, socia directora de laboral en Grant Thornton. En un repaso a experiencias europeas, destaca que en Países Bajos se puede dar una reincorporación progresiva, con trabajo parcial o adaptación del puesto laboral, mientras en Dinamarca hay un modelo similar, con mucho contacto con el servicio de salud. Asimismo, en Suecia en incapacidades más largas también se puede dar el trabajo parcial, mientras que en Alemania existe una baja médica parcial, “pero con requisitos más restrictivos”. Por último, Sanz nombra el caso de Reino Unido, donde están las fit notes, un certificado que ajusta el puesto de trabajo al empleado con la incapacidad. “En muchos trabajos con la tecnología actual se puede compaginar baja y trabajo”, dice.

 

La Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo recoge cuatro bloques según el modelo: uno más pendiente de la rehabilitación e integración del trabajador de baja (como Países Bajos, Alemania o Dinamarca, pero también Finlandia o Noruega); uno integrador pero que a la vez mira al coste económico (Reino Unido, Francia, Bélgica, Italia); uno con apoyo “limitado” para la vuelta laboral (aquí queda España, con Irlanda, Bulgaria, Portugal o Rumanía), y un último en el que no hay apoyo claro ni en la rehabilitación ni en el regreso al puesto de trabajo (Grecia, Croacia, Malta, Polonia…).

 

Hay que tener en cuenta que en algunos casos, como en Países Bajos, el empleador afronta un mayor coste de la indemnización por ausencia por enfermedad, “lo que les da un incentivo fuerte e inmediato para poner en marcha procedimientos eficaces de reincorporación”.

 

Un estudio reciente del Ivie y la mutua Umivale Activa cita que Países Bajos, Alemania y Suecia son los que más gastan en prestaciones por incapacidad temporal, entre el 2% y el 1,5% de su PIB. Justo después viene España, con un 1,4%. En España, empero, las ausencias son mucho más notables: el 4,1% de ocupados se ha ausentado de su trabajo por incapacidad temporal entre 2014 y 2022 -datos más recientes-, muy lejos del 2,4% alemán. Solo se ve superada por el 4,6% francés. “En la última década se ha duplicado el peso que suponen las bajas. En España hay un problema de absentismo monstruoso”, expone Valentín Bote, director de Randstad Research. “Hay más bajas y son más largas que antes”, dice. Los expertos apuntan a la necesidad de reformar el sistema para atajar el absentismo, pero ponen el foco en medidas más simples de asumir que revolucionar el sistema de reincorporación

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