INFLACIÓN: LA CEOE PIDE NO SUBIR LAS PENSIONES CON EL IPC

En el mejor escenario, la próxima subida de las nóminas de los pensionistas con el IPC costaría 10.000 millones de euros. En 1985, cuando los precios se desbocaron como ahora, Felipe González aprobó un recorte de pensiones con 2,4 millones de jubilados por los 6,2 actuales

 

La última vez que España se enfrentó a una espiral de subida de precios como la actual, en 1985, había menos de 2,5 millones  de jubilados, y se abonaban poco más de 1 millón de pensiones de viudedad. Hoy hay 6,23 millones de jubilados y 2,35 millones de pensiones de viudedad. En aquel entonces se dispararon los precios en mayo hasta el 9,9%. Ese mismo 1985, Felipe Gonzalez aprobó una ley de pensiones que supuso  un recorte de la pensión media de jubilación del 21,3% las prestaciones de jubilación de todos los regímenes de la Seguridad Social pasaban de un importe medio de 62.417 pesetas a 40.115 pesetas

Hoy, el Estado afronta un desembolso adicional récord para este año y otro que lleva rumbo de poner al límite las cuentas del Estado si no obra un milagro y como consecuencia de la nueva ley de garantía del poder adquisitivo de las pensiones.

 

La inflación media de 2021 fue del 3,1% tras un fuerte alza del 6,5% en diciembre. Sin embargo, la indexación de las pensiones se realiza con el IPC de diciembre de 2020 a noviembre de 2021. Hay que tener en cuenta, que hasta abril del pasado año los precios crecían muy por debajo del 2%.

 

En 2022 la indexación de las pensiones al IPC ha supuesto un incremento del 2,5% para las contributivas y un alza del 3% de las pensiones mínimas y las no contributivas, entre ellas el Ingreso Mínimo Vital. La revalorización de 2022 ha supuesto 6.500 millones de euros de desembolso extra.

 

El gasto total en prestaciones alcanzó los 173.814 millones de euros en 2021, y el gasto en pensiones contributivas de incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares aumentó un 4,9%, hasta los 138.0459 millones de euros. Las pensiones de jubilación suponen el mayor desembolso, acumulando 7.795,57 millones de euros, por encima de las pensiones de viudedad (1.823,52 millones de euros).

 

El último cálculo de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) sitúa en el 6,8% su previsión de media anual de la inflación para 2022, y en el 2,8% en 2023. De trasladarse íntegramente esa subida del IPC a las nóminas de los pensionistas, habría que destinar una cifra extra que rondaría los 11.000 millones de euros. Aún en el caso de que las medidas que ha tomado el Gobierno para tratar de contener la escalada de precios dieran resultado, el Estado debería abonar casi 10.000 millones ya que el impacto en los precios se verá reducido a apenas un punto. Según los cálculos de la Autoridad Fiscal AIReF, el desembolso adicional en estas prestaciones sería ligeramente inferior, ya que calcula que por cada punto adicional de inflación, el gasto en pensiones sube en 1.500 millones.

 

Ante esta situación, los empresarios han pedido que el Pacto de Toledo se reúna cuanto antes para trasladar una propuesta a los agentes sociales sobre esta situación en el contexto del denominado Pacto de Rentas que promueve el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por el cual se pretende alcanzar un marco de acuerdo entre la patronal y los trabajadores para obtener un equilibrio más ajustado a la realidad actual inflacionaria entre los márgenes empresariales y los salarios. Los empresarios llaman la atención sobre la excesiva carga que pesa sobre la economía productiva, que debe mantener esos 11,5 millones de pensiones y subsidios, cuya capacidad adquisitiva ha quedado blindada ya que con la nueva ley siempre ganarían poder de compra, subieran o bajaran los precios, mientras que a las empresas y los trabajadores se les pide un nuevo sacrificio.

 

Para evitar el denominado efecto de segunda ronda, a los trabajadores se les pide contener sus demandas salariales a costa de perder capacidad adquisitiva. Para ellos, se estima una subida media que esté en concordancia con la inflación subyacente, la que no tiene en cuenta el coste de la energía ni los alimentos no elaborados, que fue del 3,4% en marzo. En 2021 los salarios cerraron 2021 con incrementos que apenas rozaban el 1,5% t los convenios firmados durante los dos primeros meses de este 2022 año han cerrado con una subida salarial media de un 2,59%. Hay que tener en cuenta que, en el mejor escenario, Funcas pronostica una reducción de la renta disponible bruta de los hogares que superaría los 18.500 millones de euros, pero esta reducción no afectaría en la misma medida a las nóminas de los pensionistas.

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