Más de 1.300 millones los ingresará Hacienda en 2023
Según la AIReF en su Informe sobre los Proyectos de Presupuestos de las Administraciones Públicas, Hacienda se lleva desde 2021 a 2023 casi 2.000 millones de euros del IRPF de los pensionistas debido a la inflación -y ante la negativa del Gobierno a deflactar la tarifa. El incremento correspondiente a 2023 será de más de 1.300 millones los ingresará en 2023
En concreto, la inflación ha restado a los pensionistas 309 millones de euros en 2021, 319 millones en 2022 y les costará 1.310 millones en 2023, según detalle el Informe.
El Informe constata una diferencia clara entre las rentas del trabajo (cotizaciones e IRPF), en las que el impacto sobre la recaudación tiene un retardo respecto al momento de la subida de precios, y los ingresos dependientes del consumo (IVA) en los que el impacto es directo e inmediato. En este sentido, la influencia completa en el IVA la cuantifica en 12.609 millones, de los que 7.091 han sido en 2022 y que en 2023 supondrán 3.324.
La partida que más acusa el impacto de la inflación a favor de las arcas públicas es la de las cotizaciones sociales, que restará a empresas y trabajadores 10.086 millones en 2023 por 5.811 en 2022, un total de 13.972 millones en estos tres años.
Pero el relato que llega a los pensionistas es el de la revalorización de las pensiones por ligarlas la reforma del Gobierno de Pedro Sánchez a la inflación. En 2023 se produce un “fuerte incremento del gasto por la revalorización de las pensiones con el IPC del año anterior”, traslada la Autoridad Fiscal, por su indexación con el IPC, que liga a su previsión de inflación media del 8,9%, lo que supondrá 16.000 millones más de gasto en pensiones si se toma en cuenta el cálculo del Banco de España, que estima que cada punto supone 1.800 millones.
A esto hay que sumarle el impacto del aumento del número de pensiones y el efecto sustitución, que pueden elevar la suma a cerca de 20.000 millones extra. Pero además estos gastos de cada ejercicio se consolidan y tiene efectos en años siguientes.
El informe de recaudación de agosto de la Agencia Tributaria (AEAT) detalla que la subida de retenciones de asalariados y pensionistas por la inflación supone unos ingresos de 7.772 millones más que en el mismo periodo de 2021. “.
La propia AEAT viene reconociendo este efecto desde primavera. Por ejemplo, en el Informe de recaudación de mayo subraya que “el principal impulso [para el crecimiento de los ingresos en el IRPF] procede de las retenciones por pensiones. Su crecimiento se ha estabilizado en el 17%, con un incremento de la masa de pensiones del 7% (5,4% en la pensión media y el resto por el aumento de la población pensionista) y una subida del tipo medio efectivo algo superior al 9%”, señala.
La subida del IRPF por la inflación se produce porque con el alza de precios y el incremento nominal de las rentas los trabajadores saltan a un tramo del impuesto más alto y pagan más impuestos, a pesar de que su poder adquisitivo se reduce.
Se trata de la progresividad en frío fenómeno muy conocido por los economistas, que tiene la peculiaridad de pasar relativamente desapercibido ya que supone una subida de impuestos encubierta que no necesita de anuncios ni iniciativas legislativas por parte del Gobierno y que no tiene coste político. Es decir, la inflación incrementa la factura fiscal de los contribuyentes sin que explícitamente se tengan que subir los tipos impositivos u otros elementos estructurales del impuesto.
Este efecto se compensa actualizando los umbrales que marcan los tipos de retención, lo que se denomina deflactar la tarifa, una medida que reclaman economistas, fiscalistas, expertos, entre ellos, también próximos al PSOE, y el PP y que plantean País Vasco y la Comunidad Valenciana y que va a realizar Alemania.
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