La EPA registra un acelerón en el empleo de 600.000 personas respecto al primer trimestre y la tasa de paro decrece a un mínimo desde 2008
España registra un nuevo récord de ocupados, según la Encuesta de Población Activa (EPA) difundida este jueves. El Instituto Nacional de Estadística (INE) calcula que trabajan 21 millones de personas, más que nunca tras incorporar 603.900 trabajadores al mercado laboral. Además, el paro cae con fuerza, en 365.300 personas hasta situarse en 2.762.500, la cifra más baja desde 2008. Así, la tasa de desempleo decrece al mínimo desde hace tres lustros, del 13,3% al 11,6% en un solo trimestre.
El máximo histórico de ocupados y el mínimo desde 2008 de desempleados consolidan la tendencia positiva que viene registrando la EPA. El empleo ha crecido más de lo habitual en el segundo trimestre, un periodo tradicionalmente de mejoría para la economía española por el peso de las actividades estacionales. Del primer al segundo trimestre hay casi 600.000 ocupados más, cuando en 2022 se registraron 383.300 más. En los seis años anteriores —obviando 2020 por su efecto distorsionador, cuando el número de empleados cayó un millón por la pandemia— la ocupación creció una media de 405.380 personas, 200.000 personas menos que en este último trimestre.
Sin embargo, la tasa de paro no consigue volver a los mínimos históricos de los años de la burbuja inmobiliaria, cuando la tasa de paro llegó a caer por debajo del 8%. El motivo es que, aunque el empleo crece rápidamente, también lo hace la población activa, lo que frena la caída del número de parados. En el segundo trimestre del año el número de desempleados se situó en 2,76 millones, también el dato más bajo desde 2008. Pero el crecimiento de la población activa, lejos de ser una mala noticia, es muy positiva para España, porque significa que el mercado laboral está atrayendo a futuros trabajadores, tanto nacionales como extranjeros.
Hay que recordar que el segundo trimestre suele ser habitualmente bueno para el empleo, arranca la temporada turística y las empresas incrementan las contrataciones, lo que impulsa principalmente los servicios. En este sector es donde se elevó fundamentalmente la ocupación, con 606.000 personas más. En la construcción el aumento fue mucho menor, de 60.900 personas y la agricultura sumó 1.500 ocupados. En cambio, bajó en la industria, que registró 64.500 trabajadores menos.
Entrando un poco más al detalle de la calidad del empleo, los datos de Estadística recogen que la ocupación a tiempo completo se incrementó este trimestre en 561.3500 personas, mientras el empleo a tiempo parcial subió en 42.500. Lo más destacado es que el porcentaje de personas ocupadas que trabaja a tiempo parcial baja 19 centésimas, hasta el 13,52%.
Los hogares que tenían a todos sus miembros activos en paro disminuyeron en el segundo trimestre del año en 139.300 respecto al primero, hasta un total de 916.000. Del total de estos hogares con todos sus integrantes en paro, 290.700 eran unipersonales.
En el extremo contrario, el número de hogares en los que todos sus miembros activos estaban ocupados aumentó en 345.700 y se situó en 11.557.700. De ellos, 2.435.200 eran unipersonales.
La tasa de paro entre los menores de 25 años ha descendido 2,09 puntos, hasta el 27,94%, lo que supone la tasa más baja en quince años (desde el tercer trimestre de 2008). El número total de jóvenes desempleados ha bajado a 467.600 personas, 7.000 menos respecto al trimestre anterior, un descenso que se ha producido en la franja de edad de 20 a 24 años y entre mujeres. En concreto, en el segundo trimestre había 12.300 mujeres menos desempleadas de 20 a 24 años, mientras que en la misma franja de edad había 4.700 hombres más en paro. De esta forma el paro total entre los jóvenes de 20 a 24 años ha bajado a 345.500 personas, 7.700 menos que en el trimestre anterior, mientras que entre los jóvenes de 16 a 19 años el paro ha aumentado en 700 personas, hasta un total de 122.100.
Por otro lado, la temporalidad se mantiene en cifras muy positivas. Repunta una décima, hasta el 17,3%, un incremento ínfimo teniendo en cuenta que en el segundo trimestre aceleran las actividades estacionales. España vuelve a romper el récord de trabajadores con contrato indefinido, hasta alcanzar los 14,76 millones, frente a los 3,09 millones de temporales. Los primeros han crecido en el último trimestre en 410.000 personas, y los segundos solo en 96.000.
Todo el empleo creado se originó en el sector privado, con un aumento de 610.000 ocupados, mientras que el sector público destruyó 6.000 puestos de trabajo. Una mirada anual confirma que las actividades de alto valor añadido son protagonistas en el impulso del empleo. Las actividades profesionales, científicas y técnicas son la rama de actividad que más nuevos ocupados ha aportado en el último año, 133.700. La segunda es la hostelería, con 122.200, pero es una suma relativa mucho menor (crece un 7,2%)
Sin embargo, España no ha conseguido superar el récord histórico de horas trabajadas que se alcanzó en el año 2008 y se quedó un 7% por debajo. El motivo es que en este periodo se ha ido reduciendo la jornada media de los españoles y ha aumentado el empleo a tiempo parcial. Si se comparan las tasas interanuales de crecimiento de las horas trabajadas, el dato del segundo trimestre fue el más bajo desde el primer trimestre de 2021, cuando coincidió una de las olas del coronavirus con la tormenta Filomena.
El fuerte avance de la ocupación no impide que España siga siendo el país con más parados de la Eurozona. La tasa de paro ha bajado hasta el 11,6% pero la media europea se sitúa en el 5,9%, prácticamente la mitad.
Según la EPA, los trabajos a tiempo parcial son 2,84 millones de personas y más de 1,3 millones de personas declaran que trabajan a tiempo parcial porque no encuentran empleo a jornada completa.
Además a día de hoy, es imposible saber qué cantidad de trabajadores son fijos discontinuos pero no están trabajando en el momento en que se realiza la encuesta pues el Ministerio de Trabajo mantiene oculto el dato bajo llave
Además el ‘maquillaje’ de la temporalidad que provocan los contratos fijos discontinuos y el elevado número de trabajos a tiempo parcial demuestran que el ‘milagro’ laboral español tiene sus trampas.