El nivel educativo de los que emigran es superior al de las personas que inmigran
Las empresas y las instituciones se quejan habitualmente de lo difícil que resulta encontrar, atraer y retener el talento individual y de conseguir a partir de este un talento colectivo, esto es, el de la propia organización. De la combinación del talento individual con el organizativo se llega por extensión al talento de un territorio en el que despliegan sus actividades.
Desde la perspectiva del talento fundamentalmente se analizan dos tipos de variables: los niveles de estudios alcanzados y las ocupaciones que desempeñan clasificadas en tres niveles: alto, medio y bajo.
Estas informaciones permiten constatar que la emigración española al resto del mundo tiene un peso mayoritario de población con estudios superiores (superior al 50) y también un mayor porcentaje de ocupados en ocupaciones altamente cualificadas y en trabajos administrativos, en los que supera también el 50 % del total de la emigración.
Desde 2019, se han publicado dos informes Cotec-Ivie Talento y hace dos semanas se presentó el tercer Informe Cotec-Ivie 2023 que actualiza la información
Por ejemplo, España exporta más talento a Alemania que el que importa de esta porque el nivel educativo de los que emigran es superior al de las personas que inmigran y lo mismo sucede con el nivel de las ocupaciones, siendo mayor el de la emigración que el de la inmigración española.
Los resultados del índice confirman la existencia de tres Españas de acuerdo con la capacidad de sus territorios para atraer y retener talento. El grupo más avanzado de CCAA lo encabeza la Comunidad de Madrid y le siguen el País Vasco, Navarra y Cataluña. El segundo grupo lo constituyen, por este orden, Aragón, Castilla y León, Asturias, Cantabria, Galicia, La Rioja, Comunitat Valenciana e Islas Baleares. El tercer grupo lo forman las restantes CCAA: Andalucía, Extremadura, Región de Murcia, Castilla-La Mancha y Canarias.
El índice de talento Cotec-Ivie es bastante estable porque las variables que lo componen tienen una naturaleza más estructural que coyuntural y no cambian demasiado a corto plazo. Sin embargo, se producen ligeros cambios en la ordenación resultado de las pequeñas diferencias absolutas que se muestran en los valores del índice global. Así, de 2019 a 2022, País Vasco, Castilla y León, Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha ganan un puesto, Navarra, Asturias y Canarias pierden uno y Región de Murcia pierde dos.