En el último año se crearon un tercio de los empleos que en el ejercicio previo, alrededor de 278.900 puestos de trabajo
En 2022 España apenas creó un tercio de los empleos que el año anterior, alrededor de 278.900, hasta superar los 20,46 millones de ocupados. Esta cifra tiene una doble lectura, puesto que si bien es la más alta desde que estalló la burbuja financiera, supone a la vez que hay 81.800 personas menos trabajando que en el anterior trimestre.
Coincidiendo además con el primer ejercicio de aplicación de la reforma laboral, el número de parados se redujo en 79.900 personas, quedando la tasa de desempleo en el 12,87%, solo cuatro décimas por debajo de la de 2021. Además, la creación de puestos de trabajo redujo su ritmo en el cuarto trimestre del ejercicio
Excluyendo 2020, el incremento de la ocupación registrado el último ejercicio es el más bajo desde 2013, año en el que se destruyeron 204.200 empleos en plena recesión económica (el PIB cayó un 1,4% ese año después de haberlo hecho un 3% el anterior). En el caso del paro y dejando también de lado los datos del peor ejercicio de la pandemia, el descenso del desempleo también es el más débil desde 2012, cuando España sumó 700.000 personas a las listas del SEPE

Así, el ejercicio cierra de nuevo por encima de la barrera de los 3 millones de parados (con 3.024.000), un nivel que se había logrado dejar atrás en el tercer trimestre, en lo que supone el peor registro desde antes de que estallase la pasada crisis financiera (desde 2007). Solo entre octubre y diciembre el paro aumentó en 43.800 personas (+1,47%), mientras que la ocupación cayó en 81.900 personas (-0,4%). En un año de fuerte encarecimiento de los costes de producir o simplemente de mantener la actividad, el número de autónomos cae en 30.800 en el trimestre final del ejercicio y sube en 19.500 en el último año.
El cuarto trimestre ha venido siendo negativo históricamente en términos de paro. Si bien, el empleo en términos EPA venía ya de registrar un tercer trimestre complicado pese al turismo. La encuesta anterior reflejó, de hecho, un incremento del paro en 60.800 personas en plena temporada estival, pese a que la ocupación despidió con su mejor cifra desde la caída de Lehman Brothers en 2008. Los datos que se han hecho públicos este jueves confirman que la economía se mantiene débil después de haber avanzado apenas un 0,1% en el trimestre anterior. Precisamente, el INE dará un primer avance de cómo se comportó la actividad entre octubre y diciembre este mismo viernes con los datos de contabilidad nacional.
Las señales que da el mercado laboral tampoco son positivas, e indican que las empresas están recortando empleo en puestos de valor añadido, lo que sugiere un parón inversor. La industria pasa de crear 41.600 empleos el año pasado a perder 3.600, la construcción pierde 21.600 puestos de trabajo. Se destruye empleo en categorías de valor añadido como comunicaciones, informática y farmacia, y en actividades profesionales España pasa de crear 36.900 empleos en 2021 a destruir 32.100. Derecho, consultoría, investigación también arrojan saldos negativos. En todo caso, este viernes el INE habrá de confirmar estas tendencias en consumo e inversión. Por otro lado, el empleo crece en 20.000 personas en el sector público pero baja en 101.900 en el privado.
En paralelo, la reforma de la normativa laboral sigue mejorando la estabilidad en el trabajo. En el trimestre el empleo a tiempo completo crece en 366.100 personas, bajando en 397.800 los temporales. La tasa de temporalidad baja al 17,93%. El balance en el año es aún más llamativo, con 1,6 millones de contratos fijos más que a cierre de 2021 y un descenso de 1,19 millones en los contratos temporales. La campaña navideña se ha dejado notar en el trimestre, con el aumento del empleo a tiempo parcial (241.500 personas más) a costa del tiempo completo (159.600 menos). En el balance del año, no obstante, ha crecido el empleo a jornada completa (235.200 personas más, con descenso de 43.700 en los temporales).
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