El IPC se eleva al 10,2% y el Gobierno baraja una inflación del 15% sin el impacto del plan ‘anticrisis’
La inflación sigue escalando pese al plan del Gobierno para contenerla y alcanza por primera vez en estos meses el doble dígito, retornando a niveles de abril de 1985. El Índice de Precios de Consumo (IPC) se ha disparado un 10,2% en junio en términos interanuales, con un crecimiento más intenso que el de mayo (cuando repuntó un 8,7%), según avanza este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El INE explica en la nota de prensa que «esta evolución es debida, principalmente, a la subida de los precios de los carburantes, mayor este mes que en junio de 2021, y de los alimentos y bebidas no alcohólicas, frente a la estabilidad registrada el año anterior«. Estos dos componentes del IPC ya fueron los principales motores de la inflación en mayo. El Instituto Nacional de Estadística ha destacado que «también influye el incremento de los precios de los hoteles, cafés y restaurantes, superior al del pasado año«.
El Gobierno ha llegado a hablar de una inflación del 15% sin el plan ‘anticrisis’ aprobado en abril y reforzado el pasado sábado 25 de junio. En general, prorrogó las medidas energéticas que ya estaban vigentes y finalizaban en junio (rebajas fiscales en la factura de la luz, subvención a los carburantes y tope al precio del gas), y sumó algunas otras focalizadas en colectivos más vulnerables, como el cheque de 200 euros para rentas bajas, un aumento del 15% de las pensiones de no contributivas y el IMV, o rebajas de hasta el 50% en el transporte público.
La inflación subyacente alcanza el 5,5%
El INE también avanza un nuevo repunte en la inflación subyacente, menos volátil al excluir la energía y los alimentos frescos. Este indicador ha alcanzado en junio el 5,5%, seis décimas más que en mayo y la tasa más elevada desde agosto de 1993. Esto se traduce en que la subida de precios, que inicialmente se concentraba en la energía y algunas materias primas, se ha extendido a la mayor parte de los bienes y servicios de la cesta de la compra.
El crecimiento de la inflación subyacente preocupa a los economistas por su carácter más persistente y por su impacto negativo en la competitividad de las exportaciones españolas. En mayo alcanzó ya una tasa del 5,9% y en abril, del 4,4%.
La Comisión Europea ya advirtió en sus previsiones de primavera que la inflación subyacente se mantendrá «alta» en España, con una tasa media que alcanzará el 3,9% en 2022 y se reducirá al 2,7% en 2023. En este sentido, apuntó que las medidas energéticas adoptadas hasta ahora pueden ser insuficientes contra los efectos negativos de segunda ronda y evitar a toda costa el riesgo de que la inflación se convierta en estructural.
El Banco de España (BdE) y otros organismos económicos han reclamado al Gobierno que los pensionistas participen en el pacto de rentas que se está exigiendo a trabajadores y empresarios para evitar efectos de segunda ronda, frente al compromiso del Ejecutivo de subir las pensiones con el IPC medio del año, que, de continuar esta tendencia, podría superar el 8%.
El Gobierno cambia al presidente del INE
El Gobierno empezó por cuestionar los datos económicos que proporcionaba el INE al chocar con las previsiones del Ejecutivo y ha acabado por forzar la dimisión del presidente del organismo, Juan Manuel Rodríguez Poo. Las discrepancias llegaron en septiembre del año pasado, cuando el Instituto revisó a la baja en 1,7 puntos el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre que había avanzado meses antes y que había dado margen al Gobierno para hacer unas previsiones económicas potentes, con un repunte del 6,5% para 2021 y del 7% para 2022.
Tras los roces por el lento despegue del PIB, el problema de la inflación aterrizó en la economía española y provocó un nuevo choque. El Ejecutivo cuestionó ante la Comisión Europea la metodología que utiliza el Instituto para elaborar el Índice de Precios de Consumo (IPC), culpándole de parte de la elevada inflación que revela la estadística al no incluir los precios del mercado libre de la electricidad (y que representa a cerca del 60% de los consumidores).
De no haber sido por la salida de Poo, el próximo dato discordante podría haberse localizado en la Encuesta de Población Activa (EPA), pues a diferencia del Ministerio de Trabajo, el INE sí contabiliza como parados a los fijos discontinuos que verifiquen que han estado en contacto con una oficina pública o privada de empleo con el fin de encontrar trabajo.
Desde la Asociación de Estadísticos Superiores del Estado publicaron un severo un comunicado en el que alertaban de que el cese del Presidente del INE podría ser interpretado por la sociedad como un ataque a la independencia del Instituto, motivado por el hecho de que las cifras publicadas por el INE de algunas estadísticas relevantes como las anteriormente citadas, no están en sintonía con las previsiones económicas del Gobierno».
Lo cierto es que desde que se desatara la pandemia, el INE ha tumbado la gestión económica de Sánchez y ha hecho trizas sus previsiones económicas en reiteradas ocasiones. Estos son algunos de los indicadores que vienen desacreditando al Ejecutivo y que le habían salido caros a Rodríguez Poo:
- PIB: hace pocoel INE hundía todavía más el crecimiento del PIB en el inicio de año, lo que puede haber precipitado el asalto del Gobierno a esta institución. Según estadística, el PIB apenas creció un 0,2% entre enero y marzo por el desplome del consumo de los hogares, lo que supone incluso una décima menos que el dato adelantado por el propio organismo.
- IPC: elINE había confirmado que el IPC se desbocó en mayo hasta el 8,7% interanual, la friolera de un punto más desde abril. Esta escalada de la inflación contrasta con las afirmaciones de Calviño, que aseguraba en abril que la subida de precios había alcanzado su pico en marzo y que su previsión era que el IPC «vaya desacelerándose» en los próximos meses. No ha sido así, ni mucho menos si consideramos el IPC de junio (10,2%)
- IPRI e IPI: el índice de Precios Industriales (“la inflación de la industria”) estaba en el 43,6% en mayo lo que supone un nivel que alerta del estancamiento de la economía española.Respecto a la actividad de la industria, la producción industrial ya cayó un 0,4% en abril y puso fin a cinco meses al alza.
- EPA: la EPA del primer trimestre muestra que la economía se ha parado de manera importante y que el mercado laboral se ha dado la vuelta con una subida del paro (hasta el 13,65%)y la destrucción de 100.200 empleos. El maquillaje laboral de Yolanda Díaz con los fijos discontinuos podría generar otro choque con el INE, ya que la EPA sí los considera parados en algunos supuestos.
- Ejecuciones hipotecarias:el escudo social del Gobierno queda en entredicho teniendo en cuenta que las ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas de personas físicas aumentaron un 5,4% de enero a marzo en tasa anual. Entre ellas, 3.320 ejecuciones fueron habituales en propiedad (un 3,4% más) y 785 no fueron en la residencia habitual de los propietarios (un 14,9% más).
Como el PIB del INE es la macromagnitud que más desprestigia al Gobierno, Calviño se ha sacado de la manga un indicador nuevo para vender una recuperación que la variable tradicional no refleja: un PIB diario.
Además, está buscando otro índice para medir la riqueza del país, pero que favorezca a su gestión económica. Así se desprende de la Proposición no de Ley que registró el PSOE el pasado 22 de marzo y dentro de «los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030«, los socialistas aseguran que «durante décadas, ha existido un consenso sobre la utilidad del Producto Interior Bruto (PIB) como medida óptima del crecimiento económico, pero cada vez hay más evidencias que ponen de manifiesto que el crecimiento económico de un país no es sinónimo de igualdad y de reparto equitativo de su riqueza«. Por eso, y por muy insólito que parezca, quieren incluir «la economía de la felicidad, que cuestiona la riqueza como variable explicativa primordial del bienestar», en las actuales macromagnitudes.