Las pensiones sufrirán un recorte “poco transparente”
Cuando se debate sobre las pensiones se convierten en mitos muchas ideas preconcebidas sobre el sistema, sin ninguna demostración rigurosa sobre los contenidos de dichos mitos. Se argumenta en torno al sistema de pensiones como si fuera un sistema cerrado en cuanto a sus ingresos y gastos , pero lo que llamamos Seguridad Social no es más que una división administrativa del conjunto de los Presupuesto del Estado. Nada impide que se produzcan transferencias entre las diferentes áreas de éste y eso es lo que se ha hecho estos dos últimos años: las transferencias del Presupuesto para financiar el aumento de gastos de la Seguridad social se han incrementado sustancialmente (se ha doblado, para 2020, con respecto al 2008, por ejemplo), particularmente en el último bienio.
El “Mecanismo de Equidad Intergeneracional” (MEI), que sustituye al non nato “Factor de Sostenibilidad” introducido por la reforma de 2013, del gobierno conservador de Rajoy está diseñado para acumular ingresos en el Fondo de Reserva de la Seguridad Social (FRSS) que ahora dispone de un saldo de unos 2.000 millones de euros, para hacer frente a la jubilación de la numerosa generación de los baby boomers que empezará ya a partir de 2023. En 1971, año que podríamos considerar el punto en que los baby boomers comienzan a trabajar, la presión fiscal en España era del 15,8%, el gasto público en educación ascendía al 1,9%; en sanidad al 2,7% y la esperanza de vida al nacer se situaba en los 71 años. Cuando esta generación comienza a incorporarse a la jubilación, 2023, estas cifras se situarán en el 37,20% para la presión fiscal total, 4,5% para educación y 6,4% para sanidad, todo lo cual ha contribuido a que la esperanza de vida al nacer hoy llegue a los 82 años. Parece que esa generación ya ha transferido bastante esfuerzos a las generaciones actuales, y no está claro lo de la “equidad intergeneracional”
El MEI diseñado por Escrivá para dar sostenibilidad al sistema público de pensiones no solo no cumplirá su objetivo ( como ya han advertido desde la OCDE), sino que además supondrá un recorte de las pensiones. Según la OCDE el MEI da “un poco de oxígeno” a corto plazo al sistema, “pero no está a la altura del problema de largo plazo“, por lo que “harán falta nuevas medidas”.
El MEI establece una subida de las cotizaciones de 0,6 puntos (0,5 a cargo de la empresa y 0,1 a cargo del trabajador) durante un periodo de 10 años para afrontar el aumento del gasto en prestaciones derivado del retiro de la generación baby boomer. La mayor recaudación que se consiga con el MEI no servirá para pagar las pensiones de esos años, sino para realizar aportaciones al Fondo de Reserva de la Seguridad Social cuyo saldo aumentará y generará una falsa apariencia de mejora de la sostenibilidad del sistema, pero no se verá compensada con una mejora de las pensiones de los afiliados que hagan esas aportaciones extra porque el tipo de cotización no interviene en la fórmula de cálculo de la pensión inicial, sino la propia base de cotización sobre la que se aplica el tipo y esta no se altera con el MEI
Según el informe ‘Efectos del Mecanismo de Equidad Intergeneracional sobre el Sistema de Seguridad Social’ elaborado por el equipo de Enrique Devesa, el MEI bajará las pensiones, “ya sea por vía del incremento de las cotizaciones o por la del recorte del gasto en pensiones. El MEI no va a conseguir un déficit cero sino un déficit permanente del sistema de pensiones”, indica Enrique Devesa.
Todo ello augura nuevas reformas futuras que, como en otros aspectos de la vida social y política, no es ningún defecto del sistema político sino síntoma de dinamismo para enfrentarse a los nuevos problemas que continuamente han de afrontar nuestras instituciones públicas. Así que no se ha acabado el plazo para reformas adicionales en nuestro sistema público de pensiones.
ENLACE AL INFORME DE ENRIQUE DEVESA
