Los trabajadores en negro, al ser ‘invisibles’ para el sistema, están más desprotegidos ante la crisis por el coronavirus.La pandemia ha desnudado la economía sumergida. No hay posibilidad de seguir ignorando la realidad de cientos de miles de personas que trabajan de forma irregular, sin contrato laboral y por lo tanto desprotegidas. Al ser trabajadores invisibles para el sistema, tienen mucho más difícil acceder a los planes de protección social previstos por la Administración. Un claro ejemplo de ello lo hemos visto en la dificultad para realizar cribados masivos, pues son demasiados los que se niegan a someterse a una prueba PCR porque, simplemente, no pueden enfrentarse a un resultado positivo. Está en juego su subsistencia. Si no trabajan, no cobran
Desde trabajadores domésticos o cuidadores hasta temporeros y vendedores ambulantes. El perfil del trabajador irregular alcanza numerosos sectores de actividad y va más allá del inmigrante sin documentación ni permiso de trabajo.
Los ingresos que deja de obtener un Estado por empleos por los que nadie cotiza ni paga impuestos acaban haciendo tambalear los pilares del bienestar, es dinero que no se destinará al bien común (sanidad, educación, cultura…). Las cifras de la economía sumergida oscilan entre el 25% español o el 12 del PIB según los diferentes organismos. Son cifras en cualquier caso inaceptables que lastran la economía y tienen un coste social inasumible. La pandemia ha desvelado que la desprotección de unos cuantos es la desprotección de todos.
El colapso de la Administración Central (SEPE e INSS) y Autonómica
El sistema de ayudas sociales está colapsado. De todas las solicitudes del Ingreso Mínimo Vital (IMV), gestionado por el INSS, más de 700.000, el porcentaje aprobado no supera el 5%, fundamentalmente por el retrasos en la tramitación.
El kaos del SEPE en la gestión de las prestaciones y subsidios de desempleo está siendo antológico (EREs sin cobrar desde mediados de marzo, errores de todo tipo, subsidio de empleadas del hogar “desaparecido”, imposibilidad de contactar con el organismo,…)
Muchas de las nuevas solicitudes de las rentas de inserción autonómicas también están paralizadas, ya que estas ayudas está previsto que sean sustituidas total o parcialmente por la ayuda estatal del IMV.
La situación real es que existen miles de familias en grave situación de vulnerabilidad económica que no están recibiendo ayuda a tiempo por parte de la administración, como han denunciado numerosas ONGs. del tercer sector (Cáritas, Cruz Roja, etc).
Los Servicios sociales de algunos Ayuntamientos ponen en marcha ayudas de emergencia
Por ejemplo, el ayuntamiento de Madrid entregará a familias necesitadas una tarjeta monedero con hasta 630 euros. A partir del 1 de septiembre las personas en situación de vulnerabilidad de Madrid podrán solicitar la Tarjeta Familias, una herramienta con la que el Ayuntamiento de la capital intenta agilizar y dignificar las ayudas sociales a la población.
Quienes accedan a ella recibirán entre125 y 630 euros mensuales -dependiendo de la renta per cápita y del número de personas que formen parte del hogar- que podrán ser utilizados en casi cualquier establecimiento comercial de la ciudad paraadquirir productos de alimentación e higiene, sin ser estigmatizados. Se espera que llegue a más de 27.000 familias sin recursos
PROCESO PARA LA OBTENCIÓN La nueva tarjeta va a estar a disposición de cualquier familia que la pueda necesitar, pero se priorizará a aquellas con hijos. Para solicitarla, las personas deberán acudir a servicios sociales, a partir del 1 de septiembre, deberán cumplir con algunos requisitos mínimos, como por ejemplo estar empadronados en la ciudad. Los trabajadores sociales serán los encargados de valorar la situación familiar y diseñar el plan de intervención. Además, serán quienes establezcan el tipo de ayuda a recibir, su duración y cuantía, en función de las necesidades y situación de las familias. La tramitación para acceder a esta tarjeta tardará máximo dos semanas”
COMPATIBILIDAD Será incompatible con otras ayudas como la de la renta mínima de inserción y el ingreso mínimo vital. Es decir, quienes ya perciban estos apoyos, no podrán acceder a esta nueva herramienta. Sin embargo, si el usuario todavía está en la etapa de solicitud de alguna de esas dos ayudas, pero todavía no las percibe, sí podrá adherirse a este beneficio. Sólo cuando se empieza a cobrar uno de los dos las ayudas de la tarjeta terminará. Con lo que sí es compatible es con otras herramientas como las ayudas al alquiler. de 27.000 familias puedan acceder a esta ayuda de forma ágil y sin inconvenientes.