Para ahorrar costes, las mutuas proponen dar asistencia sanitaria integral y, al mismo tiempo, emitir el alta médica
El absentismo se ha convertido en un auténtico problema para el mercado laboral, que ha visto como, al cierre del pasado ejercicio, ha restado hasta 28.987 millones de euros a las prestaciones de la Seguridad Social y al coste directo para las empresas. La cifra asciende a 3.660 millones de euros con respecto al ejercicio 2023 y 14.425 millones de euros con respecto a 2018, lo que equivale a un incremento del 99% en los últimos seis años.
Frente a esta situación que supone un lastre para la competitividad de las empresas y el sostenimiento del sistema de la Seguridad Social, la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), en colaboración con la patronal de empresarios de Madrid, CEIM, plantea una solución para abreviar los trámites de la Administración pública y reducir así la burocracia en la gestión de las altas.
Este compromiso -para resolver un problema que cuesta a la Seguridad Social 15.025 millones y a las empresas 13.961 millones- pasa porque el Estado permita que las mutuas puedan dar asistencia sanitaria integral y, al mismo tiempo, emitir el alta médica en las patologías traumatológicas por contingencias comunes. Solo en el caso de la Comunidad de Madrid -observa el último estudio de AMAT, que aborda la evolución de los indicadores de absentismo laboral por ITCC – estima que se podría llegar a un ahorro de hasta 371 millones de euros, y más de 3.086 millones a nivel nacional en 2024.

De estos, el ahorro sería de 1.928 millones de euros en prestaciones económicas de la Seguridad Social y 1.158 millones de euros a cargo de las empresas a nivel nacional. En el caso de la Comunidad de Madrid equivalen a 228 y a 143 millones, respectivamente.
El elevado coste del absentismo
El presidente de CEIM, Miguel Garrido, coincidiendo con la presentación de este informe, destacaba hace unas semanas que estamos ante «un problema real que debería estar como prioridad en la agenda política, ya que, como sociedad, no nos podemos permitir el gasto desproporcionado de recursos tanto públicos como privados que suponen las bajas laborales. Los datos demuestran que si las mutuas pudieran participar en la gestión y agilización de estos procesos, se ahorrarían millones».
En la actualidad, en las bajas laborales derivadas de contingencias comunes las mutuas no pueden participar activamente en los procesos de recuperación de los trabajadores, pues esta labor está reservada al Servicio Público de Salud, lo que acaba generando mayor carga asistencial y listas de espera que recaen sobre los afectados.
Sin embargo -señalan los indicadores de AMAT-, estos mismos procesos, cuando se trata de un accidente de trabajo o enfermedad profesional, sí son atendidos por las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, prestando una asistencia sanitaria que hace que la salud de los trabajadores se recupere «en la mitad de tiempo», sostienen.
Reducción de tiempo y gasto en las bajas
En 2024, 183.222 trabajadores fueron atendidos por el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) a partir de un proceso de baja laboral por contingencias comunes diagnosticado como patología traumatológica, con una duración media de 61,16 días. En el caso de los 74.996 trabajadores atendidos por las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, a raíz de un proceso de baja laboral por contingencias profesionales diagnosticado como patología traumatológica -demuestra el informe-, la duración fue de 37,78 días. «Aproximadamente 23 días de duración menos», determina AMAT.
Además, el cálculo del informe observa que las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social durante 2024 gestionaron 579.743 procesos traumatológicos derivados de accidentes de trabajo, con una duración media de 42,43 días. Aproximadamente 30 días menos de lo que tardan los servicios públicos de salud de las comunidades autónomas en recuperar la salud de los trabajadores en este mismo tipo de patologías. Dicho de otro modo -subraya el estudio-, «esto quiere decir que los trabajadores de baja laboral derivados de contingencias comunes sufren innecesariamente un mes más en recuperar su salud y poder reincorporarse a su trabajo, con las pérdidas económicas que se producen para ellos mismos, para las empresas y para la Seguridad Social, además de los quebrantos organizativos que conlleva».

Bajas multiplicadas por diez
En la actualidad, con datos oficiales, se calcula que en España más de un millón de personas causa baja diariamente en su puesto de trabajo. Si bien es cierto que una parte del incremento de las bajas que se han producido en la última década se puede deber al aumento de la afiliación en este periodo -revisa el estudio de AMAT y CEIM-, «no deja de ser totalmente injustificable que las bajas se hayan multiplicado más del doble en diez años».
Sobre esta cuestión se pronunció este miércoles Lorenzo Amor, que a través de los micrófonos de RTVE cargó contra la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas por ser una «imposición» del Gobierno. Recordó que el absentismo laboral en el caso de los autónomos ya cuesta 8.000 millones de euros cada año.
Cabe señalar que la propuesta de las mutuas y de la patronal madrileña, presidida por Miguel Garrido, parte de la recomendación número 9 del Pacto de Toledo, en el capítulo VII del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (V AENC), suscrito entre CEOE, Cepyme, CCOO y UGT, así como del acuerdo alcanzado por los agentes sociales y el Gobierno en la Mesa de Seguridad social, suscrito el 31 de julio pasado, para llegar a acuerdos con los servicios públicos de salud de las comunidades autónomas.