DESMONTANDO LA EUFORIA SOBRE EL MERCADO DE TRABAJO

No se entiende que se siga manteniendo una metodología que no aporta la claridad y transparencia necesarias para conocer la realidad y poner los medios y remedios para mejorar el alto paro que padecemos”.

 

Tres años después de la pandemia, no se recuperan las horas de trabajo

Se cumplen tres años desde que España se paralizó por el decreto del estado de alarma y es cierto que el empleo se ha recuperado desde entonces a pesar del desplome en 2020 y 2021. Pero si comparamos la situación actual con la de 2019, último año no contaminado por el covid el dato más llamativo es que España no ha recuperado las horas de trabajo previas a la pandemia.

 

En 2019 la jornada media era de 33,5 horas efectivas, mientras que 2022 acabó con 32,1 horas. Esto supone que, a pesar de haber más ocupación, cada persona trabaja, de media, 1,4 horas a la semana menos que en 2019.

 

La población activa ha crecido en casi 400.000 personas; la población ocupada, en algo más de 600.000, pero, en realidad, no ha crecido el trabajo. Cada una de las veinte millones de personas que de media estuvieron ocupadas en 2022 ha trabajado una hora y media menos a la semana que antes de la pandemia. Esto nos da un total de casi 420.000 horas menos de trabajo que en 2019. Por lo tanto, no ha mejorado el empleo, se ha troceado y se ha repartido entre más trabajadores

 

La temporalidad crece en el sector público

En 2020 y 2021, se redujo notablemente la temporalidad. Como en toda crisis, el primer empleo que se destruye el temporal, por lo que estas cifras no son válidas para contrastar con 2019. En 2022, tras la entrada en vigor de la reforma laboral, se ha reducido la temporalidad al 21,1 %.

 

Esta bajada de 5 puntos en la temporalidad es una buena noticia, empañada no obstante por tres datos. Por un lado, que los fijos discontinuos están incluidos entre los indefinidos, a pesar de que tienen una actividad efectiva que es temporal; por otro, el crecimiento de las jornadas parciales dentro de esos indefinidos; y, por último, si bien la contratación temporal se ha reducido en el sector privado, en el sector público ha aumentado y lo ha hecho en casi 4 puntos, del 27,7 % de 2019 al 31,4 % en 2022. Uno de cada tres trabajadores públicos tiene un contrato temporal.

 

La afiliación ha crecido entre los indefinidos a jornada parcial y los fijos discontinuos

La afiliación media a la Seguridad Social, en su Régimen General, creció al finalizar febrero de 2023 en un 3,4 % con respecto al mismo mes de 2022. Pero con el nuevo modelo de contratación, que restringe el uso del contrato temporal, ha habido un fuerte trasvase de temporales a indefinidos. Sin embargo, este trasvase no ha supuesto la estabilidad del empleo: el crecimiento más alto se ha dado en los indefinidos a tiempo parcial (han crecido un tercio) y los fijos discontinuos (se han más que duplicado).

 

El 13,10 % del total de afiliados han estado dados de alta en febrero en la Seguridad Social con un contrato indefinido a jornada parcial y los fijos discontinuos suponen ahora el 5,22 % del total de los dados de alta.

Estas estadísticas, explican, en parte, cómo están creciendo todos los índices de pobreza y desigualdad al mismo tiempo que el empleo parece estar bien. En realidad, hay más parados de los oficiales, tal y como sí arroja la EPA, y , por otro lado, como lo demuestra la afiliación a la Seguridad Social el empleo se trocea en jornadas de menos horas o en menos días de trabajo efectivo.

 

Jornadas parciales y salarios

Considerando solo los contratos indefinidos y conversiones realizados en febrero, el 53,3% de ellos, más de la mitad, no tienen una jornada completa de trabajo

 

Cuando hablamos del salario mínimo, a veces perdemos de vista que es un salario mínimo trabajando a jornada completa y todo el año. Sin embargo, una media jornada supone 540 euros mensuales. Un fijo discontinuo con cuatro meses efectivos de trabajo supone que solo cobrará, del SMI anual, 3.780 euros. Esta proliferación de los contratos a jornada parcial o discontinua tiene unos efectos devastadores en la renta familiar

 

Se está troceando el empleo y creando una situación donde tener un contrato indefinido no implica tener un salario que permita llegar a fin de mes, una jornada reducida implica un salario reducido; se está generando el trabajador en riesgo o en situación de pobreza teniendo un contrato indefinido. Como consecuencia de ello, nos encontramos con trabajadores que firman más de un contrato indefinido al mes originado un incremento de las situaciones de pluriempleo, se necesita más de un contrato (empleo) para llegar a fin de mes

 

Causas de las finalizaciones de contrato

Por las nuevas modalidades contractuales imperantes, también las causas de cese han cambiado. Así, el pase a la inactividad de un fijo discontinuo supone ahora la primera causa de baja en la Seguridad Social. Se ha quintuplicado de enero de 2022 a 2023.

 

La otra causa que más ha crecido es la de no superar el período de prueba, que casi se ha quintuplicado también (+363,5 %). Sin embargo, el número de afiliados con contrato indefinido (incluyendo parciales y discontinuos) se ha incrementado en un 18 %, que son los que pueden presuponerse como nuevos contratados indefinidos (9.960.513 había en febrero de 2022; 12.172.284 en 2023).

 

Lo que está claro es que el empleo tiene unas características negativas: es menos estable, es de menos duración y es de menor jornada. Hay un dato que es aplastante e innegable: estamos trabajando menos horas que en 2019. Siguen faltando 420.000 horas de trabajo al año. Y, por lo tanto, es una evidencia que se está troceando el empleo y hay peores salarios, peores cotizaciones y, por lo tanto, que habrá peores pensiones.

 

ENLACE AL ESTUDIO DE USO SOBRE EL MERCADO LABORAL (MARZO 2023)

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