Casi medio millón de parados dejó su último empleo hace tres o más años. Cerca de 340.000 (el 70%) tienen más de 45 años de edad
A cierre del pasado año, en España había 2.595.500 parados, según la Encuesta de Población Activa que elabora con carácter trimestral el Instituto Nacional de Estadística. Representan el 10,61% de la población activa. El número de parados ha disminuido en los últimos doce meses en 265.300 personas, un 9,28%. De la cifra total de desempleados, 2,345 millones, el 90,3%, han trabajado anteriormente, y 250.500, algo menos del 10%, buscan su primer empleo.
En diciembre, había en España 21.857.900 personas ocupadas. Son 468.000 más que a finales de 2023 y 34.800 más que en el trimestre anterior. De hecho, 11,9 millones de hogares tenían a todos sus miembros en edad de trabajar ocupados. Son 105.400 más que en diciembre de 2023.
Con estos datos, los mejores que ha tenido España desde la crisis financiera internacional, hay, sin embargo, algunas estadísticas que sonrojan. Una de ellas es que, con unos niveles tan altos de creación de empleo, haya todavía en nuestro país 833.500 hogares con todos sus miembros activos en paro.
No es el único. Buscando en las últimas estadísticas del INE nos encontramos que a cierre de 2024 había cerca de medio millón de personas (487.800 exactamente) que habían dejado su último empleo hace tres años o más. Y lo que es más grave aún: de esa cantidad, 339.100 personas, el 69,5% del total tienen 45 o más años, lo que hace muy difícil su reincorporación al mercado laboral.
Hay 194.000 desempleados que tienen 55 y más años, una edad casi excluyente para volver a trabajar incluso en las actuales condiciones de ocupación. Existen, además, 250.500 personas que buscan su primer empleo y de esas, 15.400 han cumplido ya los 45 años. En total, pues, 354.500 parados que tienen más de 45 años buscan empleo en España. Representan el 13,65% de este colectivo.
El Instituto Nacional de Estadística define el término “parado de larga duración” a aquella persona que lleva doce meses como mínimo buscando empleo y no ha trabajado en ese periodo. Según el INE, a cierre del pasado año se encontraban en esa situación un total de 999.700 personas.
Aunque es la primera vez en quince años que baja del millón, la cifra representa el 38,5% del paro total. La bajada se debe, al parecer de los expertos, a la reincorporación de personas desempleadas en nuevos empleos derivados de la digitalización de la economía, el comercio electrónico o la gestión de plataformas digitales, según señala Europa Press. Estas oportunidades pueden llegar a desvanecerse cuando los interesados tienen edades superiores a los 45 o 55 años.
Hay muchas maneras de formar parte de la estadística de desempleados. El propio INE contempla diez. La más importante de las causas por las que se entra en la lista de parados, al menos porcentualmente, es la finalización del contrato. El 53,2% de los parados se refiere a ella en sus respuestas. Lo más triste es que la segunda razón sea “han dejado su empleo hace tres años o más” y que haya sido marcada por el 20,8%. Es decir, uno de cada cinco parados lleva esperando encontrar un nuevo empleo al menos 36 meses.
La tercera razón esgrimida por orden de importancia es el despido, bien por regulación de empleo o por supresión del puesto de trabajo, con el 12,4%. Luego con proporciones mucho más pequeñas están el seguir cursos de formación, el cuidado de niños o adultos enfermos o incapacitados, tener otras obligaciones familiares o personales…
Difícil solución
La situación de los parados con edades superiores a los 45 años es muy difícil de revertir, aunque es cierto que el número de desempleados con estas condiciones disminuyó en el último año en más de 34.000 personas. De quienes perdieron su trabajo hace tres años o más, apenas un 2,8% tiene entre 16 y 24 años; un 9,3%, entre 25 y 34 años, y el 19,4%, entre 35 y 44 años. El grueso corresponde a los trabajadores más mayores.
¿Afecta por igual a hombres y mujeres? Ni mucho menos. Las mujeres salen, como casi siempre, más perjudicadas. De los 487.800 parados que perdieron al menos en diciembre de 2021 su puesto de trabajo, 301.800, cerca del 62%, son mujeres y el resto, el 38%, hombres. Si clasificamos por género el paro de larga duración de los que tienen más de 45 años se observa que 205.500 son mujeres, el 60% del total.
De los 487.800 desempleados que perdieron su puesto de trabajo hacer tres años o más, el 27,7% se concentra en Andalucía, que tiene censados 135.100 personas que reúnen esas condiciones. Esta cifra está muy por encima del peso específico de Andalucía en la población española, donde es la región más poblada, con el 17,7% de los más de 49 millones de personas que viven en nuestro país. La segunda mayor cifra está en Madrid, 66.900 parados con estas condiciones, aunque su peso relativo, el 13,7%, está más en línea con su población, el 14,4% de la española.