CARTA DE LA CIUDADANÍA A PEDRO SÁNCHEZ

El miércoles 24 de abril Sánchez dice que ya no puede más: está sufriendo en las carnes propias y las de amada esposa “ataques injustificados”, ve el daño que eso causa a su familia y decide dar un puñetazo encima de la mesa en forma de carta a la ciudadanía

 

La carta es inédita: nunca antes en España –ni en el resto del mundo– un jefe de Gobierno escribía a la ciudadanía para anunciar un periodo de reflexión de cinco días en torno a su continuidad al frente del Ejecutivo. Lo habitual, hasta ahora, era que el líder político reflexionara en la intimidad y, posteriormente, comunicara una decisión de este tipo.

 

Pero Sánchez hace otra cosa: comparte su sufrimiento, comparte sus sentimientos de amor a su esposa y su familia y muestra un lado humano desconocido en él y desconocido en cualquier líder político en el poder. El marco estaba claro, y lo había establecido el presidente del Gobierno: el acoso mediático y judicial injusto contra su esposa está causando un daño tan profundo como para replantearse su permanencia al frente del país. A partir de ahí, Sánchez inicia cinco días de reflexión y el país y su partido viven cinco días en vilo, con momentos dramáticos en la reunión del Comité Federal del PSOE, un partido de 145 años de historia que, de repente, se siente huérfano ante la hipótesis de la renuncia de Sánchez. Y los días pasan, se celebra el principal órgano del PSOE entre Congresos –Comité Federal– sin la presencia de su secretario general y se convocan movilizaciones el sábado y el domingo en Madrid

 

Llegó el lunes 29 de abril, concluyeron los cinco días de reflexión y a pesar de que sus socios de Gobierno y parlamentario han presentado numerosas propuestas no ocurrió nada en ese momento ni nada después hasta ahora. Sánchez dijo que se quedaba, el PSOE respiró aliviado, sus socios de gobierno respiraron aliviados, pero no anunció nada más en su comparecencia sin preguntas. Tampoco en su entrevista de esa noche en TVE ni a la mañana siguiente en la Cadena SER. Dice que quiere reformar la Justicia pero, ¿cómo? ¿en qué términos? ¿cuándo? En efecto, Sánchez señaló la importancia del poder mediático en la destrucción de los rivales políticos, pero no anunció ninguna medida al respecto.

 

Sánchez paró cinco días, mantuvo en vilo a un país de 47 millones de habitantes, a un partido de 145 años… Y, cuando volvió, pronunció un discurso ya pronunciado muchas veces en el pasado por otras personas que no necesitaron cinco días de reflexión para elaborarlo y que, además, no vino acompañado por ninguna medida concreta, por ninguna transformación que hiciera posible atajar el uso político de la justicia y los medios para destruir rivales sin reproche alguno.

 

Este martes 30 de abril, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, tampoco se aprobó ninguna medida para atajar los males enunciados por Sánchez 24 horas antes, y la ministra portavoz, Pilar Alegría, tampoco fue capaz de concretar ninguna propuesta que el Gobierno esté pensando en presentar para contrarrestar lo que denunció Sánchez el día antes.

 

NADA EN ABSOLUTO

 

Sánchez publicó una carta abierta, se tomó sus cinco días de reflexión, mantuvo a un país y un partido en vilo, y después de todo, no hay nada concreto.

 

AHORA QUIZÁS A QUIEN LE TOCA REFLEXIONAR ES A LA CIUDADANÍA

A LA QUE SE DIRIGIÓ LA CARTA DE MARRAS.

 

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