En total, 750.000 personas con educación superior buscan un empleo. Son más de los que había en 2019 y representan un 17% de todos los que demandan empleo al SEPE
Las noticias de empleo récord y descenso del paro en España tras la reforma laboral resuenan con fuerza, pero a día de hoy ya hay más de 750.000 personas con estudios superiores (carrera universitaria, FP superior, máster o doctorado) que están demandando un empleo al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), una cifra mayor de la que se registraba antes de la pandemia. Representan un 17% del total.
De estos, y pese a formar parte del colectivo más formado, alrededor de 240.000 llevan más de un año esperando. Prácticamente uno de cada tres. Representan un 15% de todos los que llevan más de 12 meses con una demanda de empleo pendiente, que superan el millón y medio de personas, aunque en el resto de casos el nivel de estudios es inferior.
El SEPE tiene una tasa de colocación muy baja, inferior al 3%, pese a que las vacantes en España están creciendo cada vez más. Las empresas españolas necesitan camareros, albañiles y camioneros; pero también perfiles tecnológicos, ingenieros o matemáticos. Uno de los problemas de nuestro mercado laboral es la especialización que escogen los titulados superiores, con una gran orientación hacia el empleo público.
Además, más allá de un posible desacople entre la oferta y la demanda existente en el mercado laboral español, las cifras del SEPE evidencian las deficiencias de las políticas activas de las oficinas públicas de empleo de las que llevan años alertando organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal y el Banco de España así como los propios agentes económicos del país.
Finalmente, hay que tener en cuenta que el dato de demandantes de empleo incluye a parados, personas ocupadas que quieren un trabajo mejor y también a los fijos discontinuos inactivos. Es posible que el contrato fijo discontinuo también haya calado en trabajos más cualificados y sea la razón por la que ahora hay 10.000 demandantes de empleo más que en 2019 con estudios superiores.
La estadística refleja, de hecho, que un 57% de los 750.000 demandantes de empleo con estudios superiores son parados y el 43%, están ocupados. De los 240.000 que llevan más de un año esperando, el 69% están parados y otro 31% restante, ocupados, donde se encasillan aquellos que buscan un empleo mejor pero también los fijos discontinuos inactivos.
La polémica de los fijos discontinuos y el SEPE
La reforma laboral ha elevado notablemente el número de personas con un contrato fijo discontinuo en España, lo que permite al empleador desactivar al trabajador en los momentos de menos actividad, dejándole sin empleo ni sueldo por temporadas. Durante esos periodos, el trabajador puede inscribirse en el SEPE para encontrar otro empleo mejor o, incluso, cobrar el paro si ha cotizado lo suficiente.
El SEPE está en el foco por la contabilización de los fijos discontinuos inactivos. Se desconoce cuántos son porque el SEPE no los desagrega, pero se trata de una cifra clave para tratar de medir en qué medida los datos de paro son fiables. Los fijos discontinuos inactivos se dejan fuera del paro registrado que comunica el Ministerio de Trabajo.
En la medida en que la cifra de fijos discontinuos activos (afiliados a la Seguridad Social) ha aumentado hasta las 820.000 personas con la reforma laboral, se sospecha que también lo habrían hecho los fijos discontinuos inactivos, lo que estaría ayudando a lucir cifras significativamente más bajas de paro registrado.
Hace unas semanas, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien se comprometió a publicar los datos hace ya más de un año, aseguró que según el INE sólo hay 55.300 fijos discontinuos parados en España. Sin embargo, el INE es una encuesta y sólo clasifica a los fijos discontinuos como parados en determinados casos.
La prueba de que son más es que el SEPE sí publica el número de fijos discontinuos que están cobrando una prestación por desempleo, y en el último mes de febrero eran 130.000 personas. Es decir, el doble de las que dice Trabajo que hay solamente paradas. Además, hay que tener en cuenta que un número importante de inactivos no tienen derecho a prestación, por lo que estos deberían superar esas 130.000 personas.
Según los cálculos extraoficiales, los fijos discontinuos inactivos rondarían las 700.000 personas en España. Este dato es el de demandantes de empleo con relación laboral, donde están presentes los fijos discontinuos inactivos, los afectados por un ERTE, y los que cobran prestaciones estando en situación de colaboración social. Los dos últimos se han mantenido relativamente estables en los últimos años y tienen un peso menor.
La suma de estas 70.000 personas y los parados registrados (2,76 millones en febrero) es lo que se ha acuñado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) como ‘paro efectivo’. De confirmarse la cifra de fijos discontinuos inactivos, el paro ‘real’ se eleva hasta los 3,5 millones de personas, niveles similares a los que había antes de la pandemia y de la reforma laboral.
Fuente: Vozpopuli 240.000 personas con estudios superiores llevan más de un año demandando empleo al SEPE (vozpopuli.com)