Trabajo, que a principios de este mes acusaba a la patronal de hacer una “burla al diálogo social”, ha cambiado ya el tono y saluda ahora el “tono muy constructivo” de los empresarios
El Ministerio de Trabajo y los agentes sociales se van de vacaciones sin lograr un acuerdo para la reducción de la jornada laboral máxima pero con un tono más optimista que hace apenas unas semanas. “Creo que están los mimbres para que, cuando volvamos, podamos alcanzar un acuerdo rápidamente”, ha avanzado el secretario de Estado Joaquín Pérez Rey. Los sindicatos, que también han percibido cierto cambio de tono en las organizaciones empresariales, mantienen el pulso con las movilizaciones de cara a septiembre que ya habían adelantado la semana pasada.
Las propuestas puestas sobre la mesa en las últimas reuniones por parte de Trabajo parecen estar sirviendo para limar asperezas con la patronal, tras el intercambio de reproches vivido hasta principios de julio, cuando Pérez Rey llegó a tachar de «burla» la actitud de CEOE y Cepyme. Ahora, en cambio, el secretario de Estado de Trabajo valora de forma positiva el diálogo con los empresarios. «He notado un tono muy constructivo por parte de las patronales», ha afirmado el número dos de Trabajo tras el encuentro de este lunes, donde ha asegurado que CEOE y Cepyme se han comprometido a estudiar «seriamente» el planteamiento del Ejecutivo durante el verano.
“A la vuelta de las vacaciones de verano tendremos una opinión más firme de lo que opina la CEOE al respecto”, ha señalado Pérez Rey, que ha puesto en valor que la patronal está en la mesa, ateniendo las propuestas del Gobierno y ha emplazado a los agentes del diálogo social a consultar con sus órganos de dirección si la última propuesta es susceptible de acuerdo. La próxima reunión se celebrará el próximo 9 de septiembre.
Trabajo y los sindicatos ya habían alcanzado un punto en común en junio, pero se han abierto ahora para atraer a la patronal al acuerdo. En concreto, el Ejecutivo ha planteado tres elementos clave para llevar a cabo la reducción de la jornada laboral semanal máxima de 40 a 37.5 horas en 2025: mejorar el registro y control horario para que no sea una medida “fake”, garantizar el derecho a la desconexión digital, que ya está reconocido por ley, y establecer una “flexibilidad suficiente” para implantar la reducción de jornada en aquellos sectores que aún están por encima del tope comprometido por el Gobierno en su acuerdo de coalición. “Esa regulación tiene que ir llevándose a cabo paulatinamente, que es algo que ha venido reclamando la patronal en el interés de sus empresas”, ha indicado el secretario de Estado.
A lo que parece difícil que el Gobierno vaya a llegar es a su compromiso inicial de recudir la la jornada a 38,5 horas para el año en curso. Con el acuerdo con los agentes sociales fiado, como mínimo a septiembre, el trámite parlamentario y recabar los apoyos necesarios dificulta al extremo este objetivo. De hecho, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, admitía que la reducción podía decaer aunque hubiera acuerdo, como “casi pasa con la reforma laboral”.
Control horario y desconexión
«Todo este esfuerzo negociador no serviría de nada si luego la jornada se incumpliera de manera sistemática y esto es a lo que queremos poner freno con ese registro», ha añadido el secretario de Estado, recordando el compromiso de revisar y mejorar la regulación actual para garantizar el cumplimiento efectivo de las 37,5 horas. En ese sentido, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha recalcado el objetivo de alcanzar un único acuerdo que incluya la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, la mejora del control horario y el derecho a la desconexión digital. «La Mesa de Diálogo Social creo que ha ido bien por un motivo: porque ahora sí que tenemos claro el perímetro de la negociación», ha valorado sobre la reunión de este lunes.
En esa línea, Pérez Rey también ha informado de que el Ministerio ha trasladado a los agentes sociales una propuesta concreta para garantizar el derecho a la desconexión digital. «No coger el teléfono al jefe fuera del horario es un derecho que pueden esgrimir los trabajadores y que no pueden sufrir ninguna represalia por ejercitarlo», ha defendido.
Los sindicatos
Díaz considera que el Ministerio está demostrando «voluntad» para lograr un pacto tripartito. «Podíamos cerrar con los sindicatos un acuerdo y no lo hemos hecho», ha expresado tras un acto con el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear. En esa línea, la vicepresidenta segunda ha agradecido a UGT y CCOO su disposición para negociar. Hasta el momento, los sindicatos han acogido favorablemente las distintas propuestas del Gobierno, aunque han anunciado movilizaciones a partir de septiembre si no hay avances «sustanciales». «Entiendo la inquietud de los sindicatos y les doy las gracias«, ha señalado Díaz, que ha recordado que la negociación arrancó en enero y ha afirmado que quien «tiene que mover ficha» ahora es la patronal.
“La patronal, más allá de un muy buen clima de negociación y alguna propuesta que hemos recogido, no se está moviendo lo suficiente, ni lo suficientemente de buena fe, para alcanzar un acuerdo que mejore las condiciones laborales de las personas trabajadoras y la productividad de las empresas”, ha advertido el vicesecretario general de política sindical de UGT, Fernando Luján. Luján ha reclamado además al Ejecutivo y al poder legislativo español que no “dimitan de sus obligaciones”: “Nos llama mucho la atención cuando la patronal apela a la negociación colectiva. Claro que es básica, pero no puede suponer que el Gobierno y el legislativo dimitan de sus obligaciones, que son regular, como ha ocurrido siempre, los límites máximos y mínimos de las relaciones laborales y de los derechos de los trabajadores y trabajadoras”.
Ante la situación actual, los sindicatos han insistido en la idea que ya plantearon la semana pasada. “Hoy las movilizaciones están cerca”, ha dicho Gutiérrez, que ha señalado que el objetivo es “animar a la patronal a llegar a un acuerdo”. “En septiembre nos sentaremos para programarlas, con el objetivo último de alcanzar un acuerdo”, ha insistido.
Los sindicatos también apelan a CEOE y Cepyme. El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, ha pedido a la patronal que «se una, de buena fe, a la negociación» y se incorpore al «siglo XXI», recordando que la jornada máxima de 40 horas lleva sin modificarse desde el siglo pasado. «Nosotros entendemos que la patronal, más allá del buen clima de negociación y de alguna propuesta que efectivamente hemos recogido con ánimo a llegar a ese acuerdo, no se está moviendo lo suficientemente de buena fe para alcanzar un acuerdo que mejore las condiciones laborales de las personas trabajadoras», ha denunciado el representante sindical.
Por su parte, el secretario confederal de Estudios y Formación Sindical de CCOO, Carlos Gutiérrez, también ha valorado positivamente la reunión y ha señalado que el sindicato está abierto a negociar la entrada en vigor de la reducción de jornada «siempre y cuando haya posibilidades de un acuerdo». «Para animar a ese acuerdo hemos valorado y hemos planteado la posibilidad de llevar a cabo movilizaciones a partir de septiembre que los sindicatos deberemos concretar. Hoy yo creo que estas movilizaciones están cerca y son una necesidad para poder animar a la patronal a llegar a un acuerdo», ha agregado.