Renta no es riqueza: los españoles mucho más ricos que alemanes aunque con menor renta

La riqueza de sus hogares es mayor pese al menor nivel de PIB per cápita de España

La razón está en la alta tasa de propiedad en España y el repunte de precios

El ‘mal lugar’ de Alemania lo explican la vivienda y otra serie de factores

Resulta habitual hablar de riqueza y renta de forma indistinta. Los titulares del tipo ‘la riqueza de los españoles crece un 3,2%’, por ejemplo, copan los diarios de información general y económica, aunque la riqueza no sea equivalente a la renta, que sería lo correcto en esos casos en los que se habla del crecimiento del producto interior bruto (PIB) o del PIB per cápita. Aunque renta y riqueza están muy relacionadas (la primera es variable de flujo y la segunda de stock), España es una buena prueba de que a veces pueden tomar caminos casi divergentes y que pueden parecer contradictorios. Los españoles son más ricos que los alemanes, los franceses y los italianos. La clave para resolver este misterio está en tu propia casa.

A primera vista, resulta tanto sorprendente como paradójico que los españoles sean más ricos que los alemanes y los franceses, sobre todo cuando nuestros vecinos del norte disfrutan de una renta per cápita todavía muy superior (aunque las diferencias se han estrechado en los últimos años). Esta diferencia tiene explicación cuando se analiza la composición de la riqueza y no solo la renta. Y el quid de la cuestión es la vivienda: España tiene una de las tasas de propiedad más altas de Europa, con más del 75% de los hogares siendo propietarios, frente al 40% en Alemania, por ejemplo. Esto implica que una mayor proporción de la riqueza de los españoles está ligada a activos inmobiliarios, cuyos valores han tendido a apreciarse a lo largo del tiempo. En cambio, los alemanes y franceses dependen más de alquileres y de sistemas de pensiones públicas, sin grandes patrimonios privados acumulados en inmuebles.

Atendiendo a los datos que publica de forma trimestral el Banco Central Europeo (BCE) se puede ver cómo los españoles han sido históricamente (en las últimas décadas) más ricos que los alemanes. Pero lo más llamativo es que en los últimos años, los hogares españoles han adelantado a los italianos y los franceses. Este sorpasso tan llamativo (la renta per cápita de España es más baja que la de todos ellos) se debe a la fuerte subida que ha experimentado el precio de la vivienda en España de 2014 a esta parte. Los inmuebles han subido con mucha más intensidad en España que en Francia, Italia o Alemania, lo que está provocando este importante adelantamiento en términos de riqueza. Un ejemplo similar se encuentra también en Portugal, uno de los países en los que más rápido ha crecido la riqueza neta por el rápido aumento del precio de los inmuebles. La cuestión es que en Portugal se está desarrollando una de las mayores burbujas inmobiliarias de Europa, según los expertos.

Con todo, la riqueza mediana neta de los hogares españoles (los activos que tienen menos los pasivos) alcanzó en el segundo trimestre de 2024 los 196.365 euros, frente a los 171.000 euros de los franceses, los 156.000 euros de los italianos y los 112.000 de los alemanes. Da la casualidad, en este caso, de que los ciudadanos con una renta per cápita más elevada son los que tienen una riqueza inferior. Esto se debe a los que hogares alemanes han mostrado una tendencia histórica hacia el alquiler que les ha impedido disfrutar de la fuerte revalorización de la vivienda que también se ha vivido en ese país. En Alemania, al contrario que en España (y en la mayoría de los países del sur), la vivienda en propiedad está concentrado en varias empresas y fondos que se dedican al alquiler en masa. En España, por el contrario, la vivienda está relativamente mejor repartida entre los hogares.

 

Como señalaba el Banco de España en su último informe sobre la situación financiera de los hogares, las familias españolas concentran, en comparación con las del área del euro, una mayor parte de su riqueza bruta en activos inmobiliarios, de forma generalizada por estratos de riqueza: «El aumento de la riqueza real neta de los hogares en el tercer trimestre de 2024 se apoyó tanto en la revalorización de los activos como, en menor medida, en las compras netas. El principal factor fue el crecimiento del precio de la vivienda (un 2,1% respecto al trimestre anterior), seguido de la revalorización de los activos financieros. Por su parte, las contribuciones de las compras netas de activos financieros y de inmuebles, en términos reales, pasaron a ser positivas desde el segundo trimestre, algo que no se observaba desde mediados de 2021», señala el estudio del supervisor.

Aunque el fuerte aumento del precio de la vivienda ha permitido que la riqueza neta se expanda con fuerza, esto no ha tenido un impacto positivo en la gran mayoría de los hogares, puesto que la vivienda en propiedad se concentra de forma clara en los hogares de edad avanzada. «Es destacable, en cambio, que la deuda destinada a la adquisición de vivienda suponga en España un porcentaje más reducido de la riqueza bruta de las familias que en el área del euro. Estos desarrollos se deben, en gran medida, al peso de las viviendas en nuestro país que están en manos de propietarios mayores de 65 años sin deudas», sentencia el informe del banco central.

«El aumento de los precios de la vivienda habría continuado contribuyendo al deterioro de la accesibilidad, si bien desde el cuarto trimestre de 2023 este efecto se habría visto más que compensado por el dinamismo de la renta per cápita y la disminución de los costes de financiación. Ello llevó a una ligera mejora (6,6 pp en términos interanuales hasta el tercer trimestre) de los indicadores que aproximan el grado de accesibilidad a la vivienda en propiedad con financiación hipotecaria, si bien persiste buena parte del endurecimiento acumulado durante el período 2022-2023», asegura el informe del BdE.

El ‘mal lugar’ de Alemania

Más allá del sorpasso de España a sus grandes vecinos de la eurozona, llama poderosamente la atención el mal lugar de Alemania, un país tradicionalmente ‘rico’, en la comparativa con las otras grandes economías. Por supuesto, la baja tasa de vivienda en propiedad, como se explicaba antes, es la clave. Pero hay más factores que no ayudan a compensar esta circunstancia. Aunque no es un lastre respecto a ‘vecinos’ como España, hay dos variables que sí dejan a Alemania muy rezagada respecto a, por ejemplo, a Reino Unido o EEUU. Una de ella es la baja propiedad de activos financieros y la otra la también escasa implantación de los planes de pensiones privados.

En el caso de los activos financieros, los alemanes siempre han sido famosos por su ahorro, pero no han invertido ese dinero, primando los simples depósitos bancarios o incluso la tenencia de efectivo. La OCDE dispone de datos sobre la composición financiera de los activos de los hogares. Mientras que los hogares estadounidenses invierten cerca del 40% de sus activos en acciones, los alemanes asignan menos del 10% de su cartera a la renta variable. «Se trata de un grave error, dado que la rentabilidad de las acciones ajustada a la inflación (y sin tener en cuenta los impuestos) ha superado por término medio el 7% anual desde 1950. Dado que los hogares alemanes tienen una de las mayores asignaciones de efectivo de los países ricos, están dejando mucho dinero sin aprovechar sobre la mesa«, apunta el economista macro Julius Probst en una análisis para la firma The Stepstone Group.

En lo relativo a las pensiones privadas, Alemania muestra una dinámica similar a España, Francia o Italia, que es la hegemonía del sistema público de pensiones. Si el trabajador británico, por poner el caso, necesita complementar con un plan privada su pensión estatal para gozar de una cómoda jubilación, esto no es tan habitual en la Europa continental. «Los activos totales de los fondos de pensiones como porcentaje del PIB se acercan al 170% en Estados Unidos, al 125% en el Reino Unido y superan el 100% del PIB en Suecia. En países como Francia, Alemania e Italia, suelen estar por debajo del 10% del PIB, dado que las pensiones privadas son mucho menos comunes», constatan Probst.

Pero rascando sobre la superficie, el caso de Alemania revela detalles más preocupantes, y es que la riqueza de sus hogares está distribuida de manera más desigual: los hogares que ocupan el 10% superior de la población poseen más del 60% de la riqueza total, una proporción mayor que en la mayoría de los demás países europeos.

En un informe sobre la distribución de la riqueza en las grandes economías europeas publicado el año pasado, los economistas de CaixaBank Research ponen el acento en lo que ocurre en Alemania. Observando las distintas variables según tramos de riqueza, se observa que, en Alemania, si tan solo el 47% de los hogares son propietarios de una vivienda, el porcentaje se reduce al 26% para los tramos de renta más bajos (50% de media en toda Europa). Esto limita el patrón de distribución de la riqueza en Alemania: para el 50% inferior de la población en términos de riqueza, la riqueza inmobiliaria representa solo el 20% de su riqueza total, mientras que para los tramos de riqueza media y media-alta supera el 60%; y es algo menos del 47% para el grupo más rico, arroja el cálculo del servicio de estudios del banco catalán.

Este exiguo peso relativo de la vivienda en el patrimonio neto de la mitad inferior de la población en términos de riqueza contrasta marcadamente con el de las demás grandes economía europeas, donde la vivienda representa más de la mitad de la riqueza de los hogares en los tramos más bajos: el 54% en Francia, el 75% en Italia y casi el 80% en España. Por otra parte, si en Alemania, como se explicaba antes, hay predilección por los depósitos antes que por inversiones más arriesgadas, estos productos bancarios representan más de dos tercios de la riqueza de los hogares del 50% más pobre, frente al 45% en Francia y algo más del 20% en Italia y España.

Esta composición de la riqueza explica sin duda el desfase observado entre la parte menos rica de la población alemana en relación con sus homólogos de otros países. Con los últimos del BCE, relativos también al segundo trimestre de 2024, la riqueza mediana de un hogar perteneciente a la mitad inferior de la población se situó en torno a los 20.480 euros en Alemania. Una cifra que contrasta con los 41.360 euros observados en Francia, los 60.530 en Italia y, sobre todo, los 72.490 en España.

«Estas cifras ayudan a entender por qué Alemania, a pesar de los importantes avances logrados desde 2014, es la economía con mayor desigualdad en la distribución de la riqueza, medida a través del índice de Gini, entre los países analizados, y por qué es el único país donde la desigualdad ha aumentado desde el inicio de la pandemia. España, por su parte, destaca como la economía de las cuatro grandes con menor desigualdad y donde más se han producido avances desde la pandemia», cierra la investigación Rita Sánchez Soliva, economista de CaixaBank Research.

Fuente: Los españoles son más ricos que alemanes, franceses e italianos y la clave está en tu propia vivienda

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