El envejecimiento de las plantillas, la mayor incidencia de problemas de salud mental o una legislación permisiva, entre las razones que apuntan los expertos
En España más de 1,5 millones de empleados faltan cada día a su puesto de trabajo, de los cuales aproximadamente 335.000 personas lo hacen razones distintas a una baja médica. Estos datos, extraidos del último Informe sobre Absentismo de Randstad Research, ponen de manifiesto el dudoso honor que ostenta nuestro país como uno de los que más absentismo laboral presenta dentro de la Unión Europea. En concreto, la tasa general de absentismo en España se sitúa en el 7%, mientras que la de incapacidad temporal (IT) alcanza el 5,5%, muy por encima de la media continental.
Y lo peor es que no se trata de un problema aislado o coyuntural. «El absentismo se mantiene elevado en el mercado laboral de España y, lejos de reemitir, podríamos decir que va creciendo”, señala Valentín Bote, director de Randstad Research. En la misma línea, Javier Martín–Consuegra, Business Analytics Manager en Gi Group Holding, habla de un problema estructural. “Con la pandemia los niveles crecieron y ya nunca volvieron a sus valores anteriores (4–5%), sino que se han estabilizado en torno al 6–7%, lo que refleja un cambio de nivel permanente”.
Por sectores, según el Informe Absentismo Laboral 2025 de Gi Group Holding, las tasas de absentismo general más elevadas del segundo trimestre del año se encuentran en sanidad y servicios sociales (10,44%), suministro de agua y gestión de residuos (9,55%) y administración pública (8,6%). Por Comunidades Autónomas, País Vasco es la región con mayor tasa de absentismo, con casi un 9%, mientras que en el lado opuesto se encuentra la Comunidad de Madrid (6,4%).
Desde un punto de vista empresarial, las consecuencias de estos niveles de absentismo son devastadoras. Un reciente informe de la Fundación Civismo cifraba el coste de las prestaciones por incapacidad temporal en el 1% del PIB, lo que supone casi el doble que en Europa. “El absentismo tiene un impacto importante en la productividad, la eficiencia y el clima laboral, ya que aumenta los costes, sobrecarga al resto del equipo y afecta al servicio o la atención al cliente”, resume Javier Martín–Consuegra. ¿Cuál de esos absentismos es el que tiene efectos más graves? Según Valentín Bote, el que se alarga en el tiempo. “Los casos de incapacidad temporal por contingencias comunes, especialmente ligados a salud mental y a trastornos musculoesqueléticos, por los elevados costes acumulados, pérdida de conocimiento y la necesidad de sustituciones prolongadas que conllevan”.
Pero también otros tipos de bajas son un problema. “El absentismo intermitente e impredecible, por ejemplo, desorganiza turnos, dispara horas extra y afecta a la calidad y al clima laboral. En cuanto a los accidentes laborales, añaden impacto en las cotizaciones y pueden acarrear recargos y posibles daños reputacionales. Mientras que las ausencias injustificadas reiteradas deterioran la cultura organizativa y elevan la rotación”, advierte Bote.
En cuanto a las razones más comunes por las que los trabajadores se ausentan de su puesto, este especialista destaca “las IT por contingencias comunes (musculoesqueléticas, salud mental, infecciones), las IT por contingencias profesionales (lesiones y sobreesfuerzos), las ausencias cortas no médicas (citas médicas o indisposición puntual), las vinculadas a la conciliación urgente (cuidado de menores o dependientes e imprevistos) y, en menor medida, las injustificadas o retrasos prolongados”.
¿Por qué en España se falta tanto al trabajo?
Javier Martín–Consuegra recuerda que detrás de cada ausencia suele haber una combinación de salud, organización y bienestar emocional. “Problemas físicos por la exigencia del puesto, estrés, ansiedad, desmotovación o unas condiciones laborales muy duras”, serían, para este experto, factores que ayudan a explicar la tormenta perfecta del absentismo en España. Y recuerda: “los absentismos son un indicador de salud organizativa. Cuando las ausencias se disparan, suelen reflejar problemas de fondo en liderazgo, cultura o carga de trabajo”. Otros factores que con frecuencia se asocian al incremento de las bajas son el envejecimiento de la fuerza laboral, una mayor incidencia de las enfermedades mentales o incluso el hecho de que en la actualidad haya mejores sistemas de medición. “La digitalización de los partes de IT y el registro horario han hecho aflorar ausencias que antes quedaban invisibles”, apunta Valentín Bote.
Legislación
José María Fernandez Mota, socio de Laboral de Ontier España, cree también hay un problema legislativo de base. Concretamente, a raiz de la eliminación del «despido objetivo por ausencias aún justificadas» (art. 52.d) del Estatuto de los Trabajadores, derogado por el RDL 4/2020”. En un post publicado en el momento de la derogación del citado artículo, este laboralista lamentaba la eliminación de un instrumento legal que servía para atajar el problema del “absentismo profesionalizado”, es decir, “las bajas por contingencias comunes de duración inferior a veinte días: dos días de aquí, tres días de allá; un viernes allí, un lunes acá…”. En otras palabras, un artículo que permitía combatir a un tipo de empleado que “a quienes acababa perjudicando era principalmente a sus compañeros de trabajo, que eran quienes tenían que hacer el trabajo que él no hacía”.
Fernández Mota piensa que en hay otros elementos en la actual legislación laboral española que tampoco reman en la dirección adecuada en relación a este asunto. Uno de ellos es el complemento de incapacidad temporal, regulado en los convenios colectivos. “Según los casos, con este complemento puedes ganar lo mismo de baja médica que trabajando.¿Cuál es el incentivo, entonces, de trabajar?”, reflexiona.
Soluciones
¿Cómo atajar el grave problema del absentismo en España? José María Fernandez cree que a nivel legislativo es imprescindible “recuperar el despido objetivo por ausencias aún justificadas y eliminar el complemento de IT de los convenios, salvo, quizá, en casos de accidente de trabajo o enfermedad profesional”. Y en la parte organizativa, “mejorar clima laboral, introducir medidas como el teletrabajo o el horario flexible, cuando sea posible, y en casos excepcionales (y solo como última opción) incluso premiar la no ausencia con un plus de asistencia”.
Según Javier Martín–Consuegra. reducir el absentismo exige un enfoque integral, que combine prevención, bienestar y liderazgo. “No es suficiente con controlar las bajas, es importante crear entornos de trabajo donde la gente quiera estar». Para ello, añade, es clave «avanzar hacia una prevención integral, que contemple tanto la salud física como la emocional, incorporando medidas de ergonomía, cuidado de la salud mental y detección temprana de riesgos. Y también resulta necesario rediseñar los turnos y las cargas de trabajo en aquellas áreas donde se concentran mayores niveles de fatiga o nocturnidad”.
Fuente: ¿Por qué España es campeona de Europa en absentismo laboral? | Vozpópuli
