Pedro Sánchez ha remitido hoy una nueva carta «a la ciudadanía» a través de su perfil social en Twitter/X tras la citación como imputada de su mujer, Begoña Gómez. En la misiva, Sánchez arremete contra la decisión del juez y considera que «resulta extraño» que la citación se produzca «sólo cinco días antes de que se celebren elecciones al Parlamento Europeo».
«Habitualmente se ha seguido la regla no escrita de no dictar resoluciones susceptibles de condicionar el desarrollo normal de una campaña electoral y, por tanto, el voto de los ciudadanos. En este caso, resulta evidente que esta práctica no se ha respetado», afirma Sánchez, que traslada que tanto él como Begoña Gómez están «absolutamente tranquilos». «No hay nada detrás de esta acusación, sólo un zafio montaje impulsado por las asociaciones ultraderechistas demandantes», escribe el líder socialista, que descarta dimitir.
Sánchez carga contra Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal porque considera que existe «una lectura política» en la citación de su esposa.
Nuestro comentario “a bote pronto”
Pero por quién estamos gobernados? Que locura. Es de esperar que no decrete el estado de alarma por amor.
Esta fiebre epistolar es inédita como forma de comunicación de un presidente de gobierno. En estas penosas circunstancias la única carta que debe escribir un presidente de un gobierno democrático debe ser la de dimisión ante la gravedad de las acusaciones contra su mujer, que además de honesta, desde César, todo el mundo sabe que debe además parecerlo.
¡¡¡ Menos cartas y más parlamento !!!¿Puede dirigirse a la ciudadanía como presidente del Gobierno y pedir que se vote de una manera determinada? Supongo que la Junta Electoral tendrá algo que decir. Hay que ser un demente para pedir en las urnas una respuesta a los jueces
¿Cuál es exactamente el bulo o el montaje de que su mujer firmara documentos recomendando a empresas privadas en concursos públicos que el gobierno de Sánchez le adjudicaba? ¿O que su mujer ”la catedrática” se apropiara de un software creado por empresas con participación pública que debía ser para la Universidad? Nosotros ahí no vemos fango, vemos una corrupción que, en ningún país democrático, puede hacerse impunemente.
La nueva carta de Pedro Sánchez
Mi esposa y yo hemos tenido conocimiento hoy mismo, a través de los medios de comunicación, de la citación a Begoña como investigada el próximo día 5 de julio.
Esta decisión se anuncia sólo cinco días antes de que se celebren elecciones al Parlamento Europeo, lo cual resulta extraño. Habitualmente, se ha seguido la regla no escrita de no dictar resoluciones susceptibles de condicionar el desarrollo normal de una campaña electoral y, por tanto, el voto de los ciudadanos. En este caso, resulta evidente que esta práctica no se ha respetado. Dejo al lector extraer sus propias conclusiones.
Quisiera trasladarle que ambos estamos absolutamente tranquilos. No hay nada detrás de esta acusación, sólo un zafio montaje impulsado por las asociaciones ultraderechistas demandantes.
Con todo, hay una lectura política que me veo en la obligación de compartir con usted.
Como ya recordará, en mi anterior carta denuncié la deriva de una coalición reaccionaria capitaneada por el Sr. Feijóo y el Sr. Abascal -o por el Sr. Abascal y el Sr. Feijóo, tanto monta, monta tanto-, para usar todos los medios a su alcance con el fin de quebrarme en el plano político y personal. Su objetivo es que yo renuncie, que dimita. Incluso, como supimos ayer, tratar de forzar mi salida de la Presidencia del Gobierno con una moción de censura mediante una alianza contra natura. Todo les vale.
Mi decisión de continuar al frente de la Presidencia del Gobierno es más firme que nunca
Lo que no lograron en las urnas, pretenden alcanzarlo de manera espuria. También sabía que, conforme aumentara la frustración y la impotencia de esta coalición reaccionaria, el ritmo de la máquina del fango no iba a parar, sino a acelerarse. Ante esta certeza, me pregunté si merecía la pena o no continuar en el ejercicio de mis responsabilidades.
Quiero decirle que mi decisión de continuar al frente de la Presidencia del Gobierno es más firme que nunca. Que la tarea que tiene el Gobierno de coalición progresista es más necesaria que nunca.
Nuestro horizonte permanece inalterable: consolidar la pujanza del crecimiento económico y la creación de empleo, como hoy acabamos de conocer, redistribuir los frutos de ese crecimiento entre la clase media y los trabajadores para luchar contra la mayor de las injusticias, que es la desigualdad, regenerar la vida democrática reivindicando el juego limpio por encima del fango que algunos pretenden esparcir, avanzar en derechos y en libertades sin dar un paso atrás; y contribuir a la paz en el mundo, con especial atención a Ucrania y Palestina.
Begoña y yo sabemos perfectamente por qué la atacan. Ninguno de los dos somos ingenuos. Lo hacen porque es mi pareja
Estos próximos días, usted será testigo de una cuidada coreografía diseñada por ta coalición ultraderechista para intentar condicionar las elecciones y debilitar al Gobierno.
Begoña y yo sabemos perfectamente por qué la atacan. Ninguno de los dos somos ingenuos. Lo hacen porque es mi pareja.
Ella es una mujer trabajadora y honesta que reivindica su derecho a trabajar sin renunciar a ello por las responsabilidades de su marido. Derecho que yo defiendo en mi vida familiar y por el que trabajo como presidente del Gobierno de España para garantizar que hombres y mujeres tengamos las mismas oportunidades y los mismos derechos.
Un gran bulo. Uno más. En lo que respecta a mí, no le quepa duda de que no me quebrarán
Estos días leerá y escuchará usted mucho ruido y aún más furia en tabloides digitales nacidos para propagar bulos, en platós de tertulias televisivas y radiofónicas al servicio de amplificar esa desinformación, y en tribunas donde se rasgarán las vestiduras el Sr. Feijóo y el Sr. Abascal. Todo, mentira. Un gran bulo. Uno más. En lo que respecta a mí, no le quepa duda de que no me quebrarán.
Y, dado que tratan de interferir en el resultado electoral del próximo día 9 de junio, ojalá sus promotores -el Sr. Feijóo y el Sr. Abascal- encuentren la respuesta que merecen en las urnas: condena y rechazo a sus malas artes.
Quedan unos días de ruido antes de las elecciones y unos pocos más antes del verano. Pero también quedan más de tres años de Gobierno, de progreso y de avances.
En definitiva, al menos uno de los dos (y muy posiblemente ambos) han cometido el delito de tráfico de influencias que implica la capacidad de influir en un funcionario o autoridad pública a través de una situación de prevalimiento con el fin de conseguir un beneficio económico a través de una resolución.
Si Begoña Gómez es una particular Sánchez no puede usar las instituciones ni su cargo para defenderla pues sería tráfico de influencias, y si su mujer es como una primera dama y por ello es un asunto de Estado, entonces es ella quien ha cometido claramente tráfico de influencias. Hay quien mantiene que Begoña es como el gato de Schrödinger, es lo uno y lo otro a la vez. Esa es, como diría Shakespeare, la cuestión de fondo ¿es Begoña cuántica o simplemente su marido es un trilero?