PODEMOS: “FUERA HACE MUCHO FRÍO”
Los dirigentes de Podemos debaten internamente sobre el futuro de Pedro Sánchez y revelan que el plan b de Pedro Sánchez es de liderar un organismo internacional si, como es previsible, no le salen los números de aquí al próximo año. El escenario que barajan en Podemos es que Sánchez está pensando en dejar el Gobierno poco antes de que se acabe la legislatura
Por eso Podemos no puede generar ruido y el silencio de Irene Montero el pasado lunes, tan solo cuatro días después de la tragedia en la valla de Melilla que provocó la muerte de más de 30 inmigrantes, fue atronador. El «bien resuelto» del Presidente sobre Melilla, imponiendo además el silencio al gabinete, acredita que no le va a temblar el mínimo escrúpulo moral.
Desde hace semanas, Podemos sabe que no puede dar pasos en falso pues no tiene ninguna intención de salir del Ejecutivo. «Fuera hace mucho frío», y para que la legislatura no salte por los aires, tienen constantemente que hacer un ejercicio de realpolitik.
La hoja de ruta que en Podemos manejan sobre el futuro del presidente que Sánchez no le permite convocar un superdomingo electoral con las autonómicas de mayo y quiere esperar para dejar que los pocos barones críticos que quedan pierdan sus feudos, y así poder promover a los suyos.
PEDRO SÁNCHEZ: EL «AMIGO» AMERICANO Y SIN APEGO AL SILLÓN
Así, el interés del presidente del Gobierno por ganarse la «amistad» del presidente de Estados Unidos, Joe Biden y todas las cesiones de estas semanas confluyen en la apuesta de Sánchez por salir de España sin sufrir una derrota electoral, como detectan todas las encuestas.
Se menciona a la Comisión Europea y la OTAN como relevo del actual presidente Jens Stoltenberg, que termina su mandato a finales del próximo año. El encaje sería perfecto para Sánchez, porque además de llegar hasta los últimos meses de la legislatura también se permitiría cerrar el semestre europeo que liderará España y que ofrecerá a Sánchez un importantísimo escaparate internacional, además de enormes oportunidades para negociar con otros países su futuro a cambio de otros favores. Todo, en definitiva, encaja.
Además del giro diplomático con Marruecos por el Sáhara Occidental, el Gobierno ha convertido a Estados Unidos en su principal socio comercial de gas. Los ministros de Sánchez también han tenido que asumir un acuerdo con EEUU para la llegada de inmigrantes de América Latina, y durante la cumbre de la OTAN se ha concretado el acuerdo por el que EEUU sube a seis los destructores desplegados en la base de Rota.
Pedro Sánchez no es ya que no piense en las próximas generaciones, es que no piensa ni en las próximas elecciones que las da por perdidas. El esquema que estaría barajando el líder socialista pasa por ofrecer el «relato» de que deja el país siendo gobernante, para ofrecer «una imagen de compromiso con la UE o la OTAN». «Un presidente europeísta que deja el Ejecutivo y no está pegado al sillón»
¡ Donde finalmente aterrice, que “se aten los machos” !
Los expertos aseguran que la cita de la OTAN en Madrid, aunque haya sido un éxito organizativo, tendrá un impacto “insignificante” en las encuestas de voto pues: “La gente no se alimenta de cumbres internacionales”. Pero el presidente del Gobierno obtiene dos réditos: eclipsar momentáneamente las vergüenzas propias inmediatas (INE, Indra, Melilla,…) y, fundamentalmente, que la imagen como líder internacional sale reforzada, lo cual está en la línea estratégica de Sánchez para “colocarse” en el ámbito internacional si es que, como parece, esa será su huida personal ante la que se le avecina en España.